Segovia, 25 de diciembre de 2023. Carrera del Pavo. Más de cincuenta intrépidos se lanzan con bicicletas sin cadena desde la Plaza de Día Sanz hacia el Azoguejo, en paralelo al acueducto y dejan a mano izquierda Cándido para subir, dando chepazos y zigzagueando bruscamente con el manillar, por la Calle Cervantes hacia la antigua Plaza del Seminario. Uno de ellos, Perico Delgado, ganador del Tour de Francia 1988, no logra mejorar su mejor puesto (8º) tras alrededor de cuarenta participaciones.
No podrá llevarse a casa el famoso pavo que premia al ganador cada año. En esos días, la mayoría de ciclistas profesionales de carretera que viven en Europa están preparando la temporada 2024, salvo algunos que disputan pruebas de ciclocrós. Pero hay más ciclismo fuera del viejo continente. Y muchos no podemos entender que reciba menos atención de los medios españoles que la Carrera del Pavo segoviana.
Justamente en las antípodas de Segovia, en el lugar del globo terrestre diametralmente opuesto al famoso acueducto, se encuentra Masterton (en maorí: Whakaoriori). Es una ciudad pequeña – aproximadamente con la mitad de población que Segovia – en la región de Wairarapa, al este de la capital de Nueva Zelanda, Wellington. Masterton es famosa por el «Golden Shears International Shearing and Woolhandling Championships«, oficiosamente el campeonato mundial de esquileo de ovejas, cinco veces más numerosas que la población humana del país.
Como le pasa a Perico con Segovia (y no me refiero a que salga trasquilado cada año de la Carrera del Pavo), otro ciclista retirado es el responsable de haber puesto a Masterton en el mapa internacional para los aficionados a este deporte. En este caso, nos referimos a Jorge Sandoval Medina, residente en Masterton y que corrió en los años ochenta, antes de retirarse y volcarse en la organización de competiciones de ciclismo en territorio kiwi. Os recomiendo conocer su historia, que hemos contado en Le Puncheur: originario de Tomé (Chile), Jorge llegó en 1976 a la zona de Hult Valley en Nueva Zelanda como refugiado político tras haber sido detenido, torturado y encarcelado en su país bajo el régimen de Pinochet.
En 1988, tras quince años, Sandoval pudo volver a ver a su familia mientras disputaba la Vuelta Ciclista a Chile como miembro de una selección de Nueva Zelanda. Ese mismo año (sí, el mismo en el que Perico ganó en los Campos Elíseos), Jorge organizó la primera edición del Tour of Wellington, que sería amateur hasta 1999. ¿Por qué? La isla norte contaba con un calendario escasísimo frente a la isla sur, donde desde 1956 se disputa el prestigioso y colorido Tour of Southland, en torno a Invercargill. El Tour of Wellington fue creciendo y, desde 2012, cambió su nombre al actual, New Zealand Cycle Classic (NZCC), siendo hoy en día la única prueba por etapas de categoría UCI (2.2.) en el país, con unos resúmenes audiovisuales y crónicas diarias muy cuidadas, pocas veces disponibles en pruebas fuera de Europa.
Aunque cuenta con cierta participación internacional, habitualmente la NZCC sirve como escaparate para los ciclistas de la zona que quieren dar un salto al ciclismo profesional. El palmarés incluye a los australianos Robbie McEwen (1995), Matthew Lloyd (2005), Travis Meyer (2008), Nathan Earle (2013) y Ben O’Connor (2016), así como a los neozelandeses Julian Dean (1999), Chris Jenner (2001), Hayden Roulston (2006 y 2007), George Bennet (2011), Michael Vink (2014) o el protagonista de este año, Aaron Gate (2019 y 2024).
La New Zealand Cycle Classic 2024 la han disputado 90 ciclistas de 15 equipos. Solamente cinco de ellos eran de categoría UCI continental: los locales del MitoQ-NZ Cycling Project; los australianos del St George, Team BridgeLane y CCACHE x Par Küp; y los japoneses del Kinan. Junto a ellos, 8 equipos amateur kiwis, el club holandés Global Cycling y 2 selecciones nacionales, la de Nueva Zelanda y el «USA track endurance cycling team», una selección de ciclistas de pista que quieren coger fondo para representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Solamente 5 nacionalidades en el pelotón: 57 ciclistas neozelandeses, 17 australianos, 6 estadounidenses, 6 holandeses y 4 japoneses. Más datos: una media de edad de 23 años, con solo 7 corredores por encima de la treintena.
Con esta participación, el equipo realmente protagonista de la NZCC 2024 estaba también en las antípodas: el Burgos BH español. Tras la abrupta desaparición del equipo neozelandés Bolton Equities Black Spoke, que fue el mejor UCI continental del mundo en 2022 y corrió como ProTeam en 2023, el equipo burgalés de Julio Andrés Izquierdo fichó de cara a 2024 a dos de sus ciclistas más destacados: el veterano pistard Aaron Gate (33 años, campeón del mundo de puntuación y medallista olímpico) y al prometedor sprinter George Jackson (23 años, con cinco victorias casi seguidas en Asia en septiembre y octubre de 2023). Ambos de North Island, aunque el primero del extremo norte (Auckland) y el segundo del sur (Wellington).
Mientras el equipo Burgos BH se encontraba concentrado en el hotel Helios Costa Tropical de Almuñécar, Gate y Jackson han defendido en la NZCC los colores de la selección nacional junto a Ryan Christensen (27 años, ex-Bolton, sin equipo por ahora para 2024), Logan Currie (22, Lotto Dstny), Kiaan Watts (22, Israel Premier Tech Academy) y Lewis Bower (19, Equipe continentale Groupama-FDJ sub23).
La selección kiwi se llevó las 5 etapas de la NZCC 2024. ¡Y eso que las cosas no salieron exactamente como tenían planeado! La idea del equipo dirigido por Gordon Bearman era pelear la general con Aaron Gate y repartir la posibilidad de ganar las etapas entre el resto de compañeros: Jackson y Watts para los sprints, Christensen y Bower para filtrarse en fugas, Logan Currie como segunda opción si Gate falla en la general.
En la primera etapa (158 km con ida y vuelta desde Masterton hacia Alfredton, en el norte, con varias colinas, incluido un final que picaba para arriba, con 800 metros al 4 % junto al club de golf), hubo varias escapadas, la última abortada a 18 km del final. Aaron Gate, secundado por Logan Currie, impuso su potencia en los últimos metros sobre el pelotón y, lo más importante, logró un hueco de una docena de segundos de cara a la general gracias a las bonificaciones. Un hueco que ya sería insalvable en el resto de la vuelta para los rivales.
La segunda etapa (127 km entre Masteron y Martinborough, dirección suoeste, hacia el lago Wairarapa, sin muchas dificultades montañosas pero con más calor y bastante viento de cara), era la que más invitaba al sprint. En un paisaje repleto de viñedos, olivares y granjas, Aaron Gate (8º) mantuvo el liderato sin problemas e incluso lanzó a dos de sus compañeros en la recta final, apartándose a apenas 150 metros de la meta, con victoria in extremis de Watts por delante de Jackson. Curiosamente, en 2023 Kiaan Watts ya había ganado en este mismo final. La selección nacional, como en la anterior etapa, controló las fugas gracias al trabajo de otros equipos interesados igualmente en lleagar al sprint.
La tercera etapa era la marcada como etapa reina (127 km desde Masterton, dirección sur hasta coronar Admiral Hill, con los últimos 9 kilómetros con el 4 % de pendiente media y 8 como máxima y dos pasos previos por otro pico, Te Wharau Hill), pero, como en 2023, no acabó de ser tan decisiva como la primera. Tras varias escapadas con escasa ventaja, nunca más de 3 minutos, el pelotón llegó casi al completo a pie de puerto y, liderados por los equipos MitoQ, Southern Cross y NZ National Team, una docena de ciclistas aguantaron el calor (30ºC) y el viento de cara hasta la rampa final.
Allí, Aaron Gate, de nuevo acompañado por el joven Logan Currie (buen fichaje de Lotto Dstny), supo lanzarse para volver a ganar gracias a su impresionante «punch» final. Sin diferencias de tiempo, pero con más bonificaciones para aumentar distancias.
Llegó la cuarta etapa: desde Masterton al cercano Carterton, la capital de los narcisos («daffodil capital»), también hacia al sur, con el circuito final de Carrington de 26 km en forma de ocho que incluía una subida de 400 metros al 6 %, repetida cuatro veces, pero con los últimos 12 kilómetros de cada vuelta en bajada. Por tanto, una nueva posibilidad para un sprint final. Una escapada liderada por Cavanagh (Kinan) aguantó con una diferencia mínima hasta 20 km del final.
La intención de Aaron Gate era lanzar a George Jackson, pero este tuvo una caída leve en la última curva junto a otros ciclistas. Por tanto, Gate terminó disputando él mismo un nuevo sprint, llevándose de nuevo la victoria y abiendo brecha con más bonificaciones, para afrontar la última etapa con 24 segundos de margen sobre el australiano Elliot Schultz, del Team BridgeLane y 30 segundos sobre su escudero Logan Currie.
Por último, la etapa quinta cerró la vuelta en la capital, Wellington, en un circuito urbano por Lambton Square en formato critérium, con apenas 45 kilómetros y una intensa hora de carrera. De nuevo el plan de la selección de Nueva Zelanda era lanzar a Kiaan Watts (ya que George Jackson, dolorido pero sin lesiones importantes, no tomó la salida), pero, viéndose sin suficientes fuerzas para rematar, en la última curva Watts levantó el pie y dejó un hueco vital para que Aaron Gate volviera a ganar. Cinco de cinco para la selección de Nueva Zelanda, con 4 para Gate y una para Watts.
El podio final, con Aaron Gate (NZ National Team) flanqueado por el australiano Elliot Schultz (23 años, Team BridgeLane) a 33 segundos y el «veterano» Ollie Jones (27 años, Southern Cross, otro ex-Bolton, 2º en 2022) a 37 segundos. El único cambio significativo de la última etapa fue el de Jones desbancando por un segundo a Currie del tercer puesto en el cajón.
El maillot de la regularidad («Sprint Ace») fue meritoriamente para el neozelandés Bailey O’Donnell (23 años, Oxford Edge Cycling Team) y lo logró gracias a sprints intermedios, porque en meta tuvo que conformarse con dos segundos puestos y un tercero, todos detrás de Gate. O’Donnell también ha visto truncada su progresión por la desaparición del Bolton Equities Black Spoke y ha mostrado un gran rendimiento corriendo para un club local amateur. Desde mi punto de vista, es uno de los ciclistas que se han quedado en la estacada que más merece volver a tener alguna oportunidad en Europa, una lista que incluye al ganador de la New Zealand Cycle Classic 2023 y campeón nacional, James Oram, quien, con 30 años, no ha comunicado tener un nuevo equipo ni ha defendido su título.
La clasificación de la montaña (FMG King of the Mountain) la ha logrado el australiano Liam White (29 años, CCACHE x Par Küp), un ciclista más combativo que realmente de perfil escalador. White lideró esta clasificación metiéndose en fuga desde la primera etapa. Su equipo es la base del Oliver’s Racing team de Sydney, el único equipo de ciclismo en pista con licencia UCI en Australia.
En un pelotón con tantos ciclistas sub23, la clasificación de los jóvenes estaba reservada para los sub21. El maillot se lo ha llevado el local Finnegan Murphy (20 años, Southern Cross), 8º en la General Final. Murphy se formó en su pueblo, en el Whanganui Cycling Club, en la zona centro-oeste de North Island, y ya ha acabado tres veces el Tour of Southland. En 2024 espera acabar sus estudios universitarios en la Universidad de Canterbury, en Christchurch, en la Isla Sur.
El ciclista más combativo de toda la vuelta («Most Aggresive Rider) ha sido Craig Oliver (28 años, MitoQ-NZ Cycle Project), a quien se vio especialmente activo en el circuito de Wellington. Tras la desaparición del Black Spoke, se esperaba un papel mejor del único equipo UCI kiwi, pero tuvieron que conformarse con este premio y el 7º puesto final de Josh Burnett, quien en 2023 había ganado la etapa reina y logrado el 2º puesto final.
Los ciclistas que lograron el premio al más combativo del día fueron Campbell Pithie (24 años, Coupland’s Bakeries) en las etapas 1 y 3, Tali Lane Welsh (23, CCACHE) en la etapa 2 y Ryan Cavanagh (28, Kinan) en la etapa 4. Otros ciclistas presentes en fugas, todas sin éxito, fueron Anders Johnson (25, USA National Team), Ari Scott (22) y Keegan Hornblow (22, Couplands’s), Matthew Greenwood (20, BridgeLane) o Tom Sexton (25, St George).
Entre las decepciones, se esperaba «más guerra» del Kinan Racing Team de Japón, liderado por los experimentados australianos Drew Morey (27 años, 9º en la General Final y 5º en la etapa reina) y Ryan Cavanagh (28, combativo pero fuera de forma y muy lejos de los puestos de honor). De los 4 japoneses, solo Daiki Magosaki (27) logró ser 7º en el sprint de la última etapa.
La clasificación por equipos ha sido para el continental australiano Team BridgeLane, el equipo más regular, con cuatro de sus seis componentes en el top20 de la general final y con al menos un ciclista en top10 en cada etapa. Se trata de una estructura que, bajo otros nombres (Pratis, Genesys, Avanti, Bennelong…) lleva más de 20 años formando a talentos como Richie Porte, Chris Harper, Ben O’Connor, Jack Haig, Matt Dinham, Nathan Haas, Chris Hamilton, Patrick Bevan, Steele Von Hoff, Will Clarke, Dylan Sunderland, Campbell Flakemore o Nathan Earle. Así que habrá seguir a sus ciclistas. En NZCC 2024, Elliot Schultz (23 años), ha sido el rival más duro para Aaron Gate.
Volviendo a las antípodas, al equipo español Burgos-BH le han salido muy bien sus fichajes en estas navidades australes. Mientras sus compañeros buscaban un poco de calor en la Costa Tropical granadina, en las antípodas, en pleno verano en Nueva Zelanda, con temperaturas medias de entre 25 y 30ºC, Aaron Gate y George Jackson han sumado 75 puntos UCI (72 Aaron y 3 George).
Un buen regalo posterior a Reyes para esta semana fantástica de Gate que confirma lo oportuno de estos fichajes para que Burgos-BH consiga estar entre los 40 mejores equipos UCI ProTeam en 2024 y entre los 30 mejores en 2025, nuevo requisito para recibir una de las «wild cars» para pruebas del World Tour como la Vuelta a España. Oportuno y económico: 75 puntos sin tener que mandar un equipo de 6 ciclistas a Nueva Zelanda, simplemente dejando que Gate y Jackson pasen sus vacaciones en casa y regresen más tarde a Europa. Un éxito de Burgos pese a que no haya ninguna referencia al equipo en el maillot de ambos en la NZCC 2024, si bien sí han llevado ambos bicis BH.
La historia de Aaron Gate es la de un veterano de 33 años que tiene ya mucho recorrido a sus espaldas. Nació en 1990, el año en el que el Reynolds de Perico podría ya haber sido el de Indurain en el Tour de Francia. La primera experiencia internacional de Gate fue el bronce en persecución por equipos en el mundial junior de pista en Sudáfrica en 2008, con una selección kiwi que incluía a Michael Vink (ahora en UAE Team Emirates) y en la que el oro fue para Australia, con Rohan Dennis y Luke Durbridge en el cuarteto. Era una quinta de ciclistas de Oceanía especialmente talentosa en la que muchos priorizaron el velódromo durante bastantes años.
Gate ha compartido equipo nacional de pista, entre otros, con Myron Simpson, Thomas Scully, Sam Bewley, Marc Ryan, Jesse Sergent, Westley Gough, Pieter Bulling, Regan Gough, Dylan Kennett, Jordan Kerby, Campbell Stewart o Shane Archbold. Con este último, «The flying mullet» (team manager de Bora en 2024 tras su reciente retirada), Gate también ha lucido un «look» común a ambos, con vistosas greñas. Con esta misma selección de pista, Archbold y Gate debutaron juntos en mayo de 2010 en una prueba UCI de carretera en Europa, la histórica y dura Rás Tailteann 2.2. en Irlanda, donde curiosamente coincidió con el Burgos 2016-Castilla y León.
Aunque siguió centrado en la pista, Aaron Gate firmó su primer contrato profesional como ciclista de carretera con el An Post-Chain Reaction de Irlanda, con el que estuvo entre 2013 y 2016, antes de subir una categoría hacia el Aqua Blue Sport en 2017 y 2018. Con el Aqua Blue disputó en España en 2017 su única Gran Vuelta y ese mismo año se dejó ver en la escapada larga en la Lieja. Sin embargo, el final de Aqua Blue paró mucho su avance en carretera y pasó sin pena de gloria por el modesto EvoPro en 2019, su tercer equipo irlandés, de nuevo junto a Archbold, que, eso sí, le permitió ganar la New Zealand Cycle Classic por primera vez.
En España, en las antípodas de Nueva Zelanda, el Community Manager de Burgos-BH celebra los éxitos de Aaron Gate en este principio de enero de 2024. No es para menos: cinco triunfos en una semana, más ya que en 8 de las 10 últimas temporadas completas de los burgaleses, poco habituados a levantar los brazos. Con Aaron Gate, les ha tocado la Lotería de Navidad, en forma de una pedrea de puntos UCI desde el país en el que el ciclismo está por detrás del rugby y del esquilado de ovejas. A quienes han cuestionado y menospreciado los fichajes de Aaron Gate, George Jackson, Georgios Bouglas o Jambaljamts Sanbayar, por aquello de no juntar churras con merinas, no sería raro que durante este año, con frecuencia, les dieran morcilla. Con denominación de origen de Burgos, por supuesto.
Fotos: New Zealand Cycle Classic 2024 / Dave Linttot
Touriste-routier interesado por la historia y el salseo en bicicleta. Seguidor del ciclismo más modesto, global, diferente y, muchas veces, bizarro. Mis «grandes vueltas» cada año son el Tour du Rwanda y el Tour de Langkawi. Orgulloso colaborador en High Cycling y ahora de Le Puncheur. En redes soy «Viktor Frankenaerts» o @cyclinggeo
Gran artículo Alberto, gracias!
Burgos BH ha despertado a tiempo, como bien dices con el cambio de reglas de la UCI en cuanto a las invitaciones en las GV’s y con el objetivo de estar entre los 30 mejores equipos PRO Tour, ha cambiado su visión en cuanto a que tipo de corredores contratar.
Lo que no estoy seguro es si las reglas UCI para participar en las GV’s son como tú dices estar entre los 40 mejores en 2024 y en los 30 mejores en 2025 ó como yo he leído: estar entre los 30 mejores en 2026.
Quizá decimos lo mismo: hay que quedar a finales de 2025 entre los 30 mejores para optar a participar en una GV en el 2026. Podrías confirmarlo por favor ?
Ojalá les vaya bien a Burgos BH; creo yo que han acertado con el mix de corredores actual, gracias de nuevo, un saludo,
Paco Avila