Pelayo Sánchez gana. No es su primera victoria, pero sí la primera luciendo su nieva piel azul, la del Team Movistar. Foto inédita, por tanto, con significado y significante. No sabemos si la compañía les cobró el establecimiento de llamada, pero conectó con el podio, donde le esperaban los honores de ser el ganador del cuarto Trofeo de la Challenge de Mallorca. Se dice que se puede medir el tamaño de una victoria por el tamaño de los oponentes. Si esto fuese así, los rivales del asturiano rayarían a buena altura: Vlasov, Johannessen, Van Wilder, Benjamin Thomas, McNulty, Marc Soler, y Van Eetvelt, ganador un día antes. Rivales World Tour para un ciclista World Tour.
En Port d’Andaratx y tras un recorrido similar sentenció la general oficiosa de la Challenge de Mallorca Francis Cabello, el mítico ganador de etapa de Brighton en el Tour de 1994, y especialista en esta primera recta de la temporada. Ahí ganó Pelayo, demostrando olfato, calidad y velocidad, tres aspectos que le dan muchos puntos para alcanzar el éxito en la máxima categoría. Se vio en la Vuelta que su nivel estaba ya lejos de los Pro Teams, que su techo estaba mucho más arriba. Movistar buscaba corredores como él: bueno, joven y barato. Tiene muchos kilates, dentro de poco valdrá algunos más. Pero, digamos, que fue un fichaje bastante razonable. Cuando resplandeció en la Vuelta se encontraba ya bajo el ala telefónico. Menos mal.
Es verdad que no se deben lanzar las campanas al vuelo, ni sobrevalorar lo conseguido, que es una victoria casi de pretemporada. Tampoco debemos infravalorarlo, pues resolvió de cine y anduvo en un grupo de mucha calidad para hacerlo. Estrena al Movistar y al ciclismo español, que todavía en este mes de enero no había estrenado el casillero. No va a ser fácil acumular muchas victorias a lo largo del calendario, faltan rematadores. Pero Pelayo Sánchez amenaza claramente con repetir. El próximo reto será conseguir esta misma gesta en un escenario World Tour.
Y, por delante, ¿qué? ¿Debutará en el Tour de Francia? Sabemos que en Movistar tienen sus tiempos. Oier Lazkano, que debería debutar esta temporada en la prueba francesa por fin, vivió algo similar en 2023. Tras una gran Vuelta, Pelayo debería debutar en el Tour. Es evidente. Esa frescura que ha demostrado y ese estado de gracia debe aprovecharse. Con Movistar siempre nos cabe la duda de qué hubiese pasado si hubiesen soltado la correa antes a Miguel Induráin. Sí, seguramente no habríamos vivido lo mismo, pero un ciclista que en 1990 ya estaba al nivel de Greg LeMond en la última llegada en alto del Tour estaba para más empresas que una mera victoria de etapa.
Pero esas circunstancias suceden y cuentan, son las que son. Pelayo debe tirar la puerta abajo y demostrar que es corredor Tour. Por el momento, lo parece. Aunque con esto sucede como con las sandías, que hasta que se abren… Lo peor que puede pasar es que gane experiencia de cara a futuras citas. Recordemos que sólo cuatro hombres llegaron a París en 2023. Por tanto, pese al buen nivel de nombres en Movistar, no existe un treno de megaestrellas que reduzca a cero las posibilidades de entrar, como en los equipos actualmente punteros. Me refiero a los UAE y Visma, entre otros. Por tanto, debería estar y algo dice que estará. Pero habrá que ir viendo.
24 velas tendrá que soplar en marzo. Y de momento ha puesto la suya a navegar hacia el puñetazo en la mesa que diga: aquí estoy yo. Desde Asturias a Mallorca, y de Mallorca al mundo. Una prueba que se coge con ganas, que admite un formato único y que tiene la atención de todos los aficionados a nivel mundial. Entre toda esa marea de buenos ciclistas que se han puesto dorsal, sólo unos pocos pueden empezar la temporada con la tranquilidad de haber anotado algún gol. Entre esos pocos, Pelayo. Buen síntoma y con una única jornada al sprint por disputarse, lo que no restará caudal de mérito. Lo último se recuerda mejor. Y lo último mejor ha sido lo de este ciclista de Movistar que ha estrenado, recién llegado, al equipo y al ciclismo español.
Fotos: Getty / Movistar
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.
Hola Jorge,
Pelayo pinta muy bien y efectivamente su próximo reto será una victoria en WT.
Con respecto a su participación en el Tour 2024…no sé ….yo lo veo un poco diferente…depende de los objetivos de Movistar. Si es para trabajar para Más prefiero no llevarlo, si es para darle libertad me lo llevo solo si está en plena forma en julio.
Yo, para este 2024, prefiero ver a Pelayo en etapas de una semana o en clásicas como la Flecha Valona, LBL y Clásica SS.
Como en la vida en el ciclismo hay caballos de labor (los que hacen el trabajo sucio) y caballos de lujo (los que cosechan las victorias) y se necesitan al igual pero Pelayo está demostrando que es de los últimos.
Y (desgraciadamente)en el actual ciclismo español hay bastante más de los primeros que de los segundos.
@ Movistar: aprovechémosle !!
Un saludo,
Paco Avila
Buenos días de nuevo, Paco.
Pelayo es un gran ciclista, lo está demostrando. Ilusiona ver su crecimiento. Como comento en el artículo, depende del equipo que le corten las alas o le dejen triunfar. Me da la sensación de que en esa casa la evolución Induráin se quedó fija y no se está leyendo cómo funciona ahora el ciclismo, creo que hay que actualizar el librillo. Por múltiples motivos, los corredores están empezando carreras de más a menos. A lo mejor esperas y esperas para no presionar al ciclista, para que no se llene de presión, etc. En realidad, tal vez lo que esté pasando es que sus mejores años queden atrás. El propio Nairo Quintana. Segundo en su primer Tour y al año siguiente no asiste. «No, si tiene muchos años». Ya, pero el ciclista tiene un tiempo de élite limitado. Ya cuando quiso ir con todo, se le pasó el arroz. Si llevan a Pelayo al Tour, sería buena señal. ¿Mi temor? Que piensen que es demasiado pronto, como con Lazkano en 2023.
Saludos