La temporada 2023 de Mathieu van der Poel será recordada como una de las mejores en la historia del ciclismo. Nadie había logrado jamás ganar en un mismo año Milano-San Remo, Paris-Roubaix y Mundial. Además, Mathieu ganó el Mundial de CX a principio de año, por lo que esa gesta será aún más difícil de superar en un futuro. Pero empecemos desde el inicio de su temporada en carretera:
Strade Bianche + Tirreno-Adriatico
La preparación del ciclista de Alpecin empezaba por Italia, con una clásica y una carrera por etapas. El que está considerado por muchos como el sexto monumento es una carrera que ya había ganado Van der Poel en 2021. Pero que esta vez se le iba a atragantar y solo conseguiría ser 15º. En Tirreno-Adriatico fue a coger forma y llenar sus piernas de kilómetros, y apenas tuvo protagonismo en carrera, más allá de demostrarle al pelotón entero lo letal que puede ser también siendo el lanzador de Jasper Philipsen y ayudando a éste a conseguir victorias al sprint.
Milano-San Remo
El 18 de marzo llegaba una de las fechas más importantes de todo el calendario. Dicen que San Remo es uno de los monumentos más difíciles de ganar, e históricamente ha sido para sprinters. Pero la aparición de Pogačar ha hecho que la carrera explote en el Poggio y que suponga un momento importante donde los favoritos se seleccionan, impidiendo que se llegue al sprint. Por supuesto, la bajada final sigue siendo clave, y si no que se lo pregunten a Mohorič (2022). En las ediciones recientes había un denominador común en los ganadores: diez o menos días de competición al llegar aquí. Y Mathieu volvió a cumplir con esa estadística, ya que acumulaba un total de ocho días con las carreras mencionadas anteriormente.
Este año un ataque de Van der Poel al coronar el Poggio fue suficiente para dejar a Pogačar, van Aert y Ganna completamente extenuados y con el tanque vacío. Uno de los momentos de la temporada, sin duda, que remató de manera excelente en la bajada. La siguiente parada de Mathieu sería la clásica de E3 Saxo Classic, en Bélgica, donde consiguió ser 2º en un sprint épico con Wout van Aert y Pogačar. El ciclista belga se imponía esta vez y, sin saberlo en aquel momento, sería la única vez que le ganaría en un mano a mano y en una carrera importante en todo el 2023.
Ronde van Vlaanderen
Llegábamos al segundo monumento del año con tres claros favoritos, aunque ninguno por encima de otro. Ganador en 2020 y 2022, este sea posiblemente el monumento que mejor se le adapta a Van der Poel, o al menos en el que mejor resultados ha cosechado hasta ahora en su carrera. A esas dos victorias hay que sumar un 4º puesto en su debut y un 2º puesto en 2021, en una edición en la que llegó completamente solo junto a Asgreen y que se decidió al sprint. Este año volvería a subirse al pódium, pero como 2º clasificado en una carrera en la que Pogačar se vengó de su derrota el año anterior, donde perdió el pódium al sprint. En una carrera con tintes absolutamente épicos, el esloveno y el neerlandés volvieron a brindarnos alguno de los mejores momentos de la temporada.
Paris-Roubaix
Una semana después llegaba el otro gran monumento de pavés, el del territorio francés, la carrera que nadie quiere correr pero que todos quieren ganar. 3º en su debut y 9º el año anterior, la carrera del Infierno del Norte es otra de las que se adapta perfectamente a las características de un ciclista como Mathieu van der Poel. La edición de 2023 nos confirmó al ciclista de Alpecin como el rey actual del pavés. Imponerse aquí era de obligado cumplimiento para alguien que quiere pasar a la historia como uno de los mejores clasicómanos de la historia de este deporte.
La carrera no defraudó: loca, salvaje, impredecible y con esa pizca de suerte que hace falta en momentos claves para coronar a un ganador. Y es que a falta de 15 km para meta, Van Aert sufrió un pinchazo cuando se iba solo con Van der Poel, en lo que posiblemente hubiese sido un escenario decidido al sprint. Aunque si hacemos justicia a lo visto en carrera, Mathieu fue de los corredores más ofensivos del día y con más piernas. La imagen suya levantando los brazos en el velódromo de Roubaix mientras Jasper Philipsen y Wout van Aert llegaban por detrás aún con una vuelta que dar para jugarse la 2ª y 3ª plaza, fue una de las imágenes más icónicas del año.
Con su victoria aquí, Van der Poel lograba el doblete San Remo – Roubaix, logrado únicamente por otros tres ciclistas en la historia:
- Cyrille van Hauwaert, 1908
- Sean Kelly, 1986
- John Degenkolb, 2015
Preparación al Tour de France
Dwars door het Hageland, Baloise Belgium Tour y los Campeonatos Nacionales de su país (RR) serían las carreras que disputaría Mathieu en su preparación para la carrera más popular e importante a nivel general de toda la temporada: el Tour. En la clásica belga haría un discreto 13º puesto, en el Baloise Belgium Tour conseguiría una etapa y la victoria final en la general haciendo valer su buena crono y sobre todo la diferencia generada en esa victoria parcial ante hombres como Nys, Waerenskjold, Stuyven, de Buyst, Skujins… En los Nacionales de Países Bajos subiría al podio, pero únicamente en el tercer escalón, siendo superado por Van Baarle y Kooij.
Tour de France
Su paso por aquí sería de lo más discreto y decepcionante de la temporada. Y es que sí, vale. Quizás el bueno de Mathieu tenía otros objetivos en mente (Mundial), pero un corredor de su clase se espera que también rinda en esta carrera, aunque sea para luchar alguna victoria de etapa. Esto no significa que no se le viese. De hecho, se le vio como al que más, y es que ayudó a Philipsen a ganar numerosos sprints que le ayudarían luego a ganar el maillot verde de los puntos. Una vez más quedaba claro que Van der Poel estaba en la nómina de mejores lanzadores del pelotón. Como curiosidad, el Tour del 2023 fue el único que acabó Van der Poel de los tres que llevaba disputados hasta ahora.
Mundial
El ‘día D’, el día más importante en la vida ciclista de Van der Poel, o al menos uno de los más importantes y recordados. Absolutamente todos los favoritos dieron la talla y la cara: Van Aert, Pogačar, Mads Pedersen, Küng, Bettiol, Powless, los principales clasicómanos de la temporada y de los últimos años no decepcionaron y nos brindaron una de las mejores batallas de todo el 2023. Para muchos, un circuito que se preveía aburrido, y principalmente diseñado para que estos hombres ganaran sí o sí, acabó siendo simplemente el mejor circuito posible para que se diese el mejor espectáculo encima de una bici. Y así fue, incluso la lluvia hizo acto de presencia, tiñendo la jornada de legendaria e inolvidable tanto para protagonistas como para aficionados.
Mathieu atacó a 22km de meta, cazando a Bettiol y yéndose en solitario hacia la victoria. Por detrás perseguían Van Aert, Pogačar y Pedersen, quienes no pudieron parar el ataque ni luego tampoco dar caza al bicho nacido en Kapellen. A Van der Poel lo veríamos sufrir una caída a 17 km de la meta que le daría algo de drama e intriga al asunto, pero que ni siquiera le iba a impedir perder esta guerra, y es que su ritmo endiablado fue creciendo incluso después de eso e iría aumentando hasta la llegada a meta donde Van der Poel llegaría con la pierna ensangrentada, el maillot agujereado y el aspecto digno de todo un gladiador que se acababa de proclamar campeón del mundo.
Con esta victoria, Mathieu van der Poel superaría a Eddy Merckx en efectividad de top-10/carreras disputadas en Mundiales y monumentos.
Van der Poel: 14/17 (82%)
Merckx: 52/64 (81%)
Van Aert: 15/19 (79%)
Final de temporada
Mathieu acabaría su legendario 2023 con un 74º puesto en la Bretagne Classic, un 88º en el GP de Fourmies, un 4º en el GP de Wallonie y una victoria en su último día de competición, en ciclismo de ruta en la Super 8 Classic. Por tanto, el resumen final de su año serían “únicamente” 46 días de competición, 6 victorias (que incluyen 1 Mundial y 2 Monumentos), además de 4 carreras más en las que subiría al podio. Después de una temporada así, solo queda dar las gracias a Mathieu van der Poel por habernos brindado el mejor ciclismo que tenÍa en sus piernas y haber librado algunas de las batallas más salvajes que hayamos visto y que vayamos a ver, y que de buen seguro se recordarán dentro de 10, 20, 30 años.
Fotos: CC Tornanti / Marcel Hilger
Nacido un 16 de septiembre de 1990, Cedric Molina Gómez ensalza la imagen del ciclista de sofá, pero eso no le ha impedido amar este maravilloso deporte como cualquier otra persona. De ser un aficionado de las Grandes Vueltas en sus inicios, gracias a Ullrich, a serlo actualmente y sobre todo de las salvajes y siempre locas clásicas, gracias a Van der Poel.