Cinco años sin la Emakumeen Bira

Sí, llevamos cinco años sin la Emakumeen Bira. Justo hoy se han cumplido cinco años desde el comienzo de la última edición de la Emakumeen Bira. El 22 de mayo de 2019 comenzó la última edición de la Emakumeen Bira y aun duele escribir, leer o decir que la Emakumeen Bira no es parte del calendario ciclista. Aunque haya pasado un lustro de su última edición.

Dicen que el tiempo todo lo cura. Que el tiempo alivia el dolor, la pena y convierte el desconsuelo y desaliento en una suerte de alegría nostálgica. Sin embargo, al menos en mi, estos cinco años no parecen haber sido suficientes para cerrar la herida, para asumir que el pelotón y el calendario siguen sin la Emakumeen Bira y… con pocas menciones a esta.

El dolor de la ausencia de alusiones o menciones

Tanto o más que la ausencia de la Emakumeen Bira duele la ausencia o la escasa referencia en los medios y redes sociales de las ciclistas y equipos a esta carrera tan querida. Tan querida fue, como en cierto modo olvidada se ha vuelto. La Emakumeen Euskal Bira fue esa carrera referente en el ámbito nacional, que fue creciendo paso a paso gracias al impulso de su entorno (organización, voluntarios, colaboradores y patrocinadores) y que se convirtió en referente internacional.

Llegó a ser el astro alrededor del que orbitaban las temporadas ciclistas en España. Sin embargo, de repente, cuando «lo mejor estaba por llegar» hace cinco años no interesó dar un impulso para preservar esta carrera y, tras años de esfuerzos y múltiples reveses, los organizadores decidieron no organizarla para el calendario 2020. Después llegó la Itzulia Women. Al pan, pan y al vino, vino cantaba hace unos años Chayanne. Como coloquialmente dirían los más jóvenes, en TikTok o en otras redes sociales, está claro que la Iztulia Women es una carrera aprobada por Chayanne. Pueden intuir a que me refiero, a que la propia organización no la quiere o al menos no la ha querido desde sus inicios.

Rueda de prensa de presentación de la prueba. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Aritz Loiola

Emakumeen Bira, una eterna carrera de obstáculos

Desde sus comienzos humildes en el calendario nacional, con albergues y comedores comunes, hasta irse convirtiendo en el referente que llegó a ser en el pelotón internacional la ronda vasca tuvo que ir superando múltiples obstáculos. País Vasco, al menos a nivel ciclista, no es una región de piedras, de adoquines. Si bien la Bira tuvo que afrontar numerosas piedras en su camino.

Quizás seamos demasiado idealistas. En cualquier camino o ventura… siempre hay piedras. Pero posiblemente la carrera sufrió numerosos traspiés o zancadillas que cuesta comprender o justificar. Entre todos la mataron y ella sola se murió…

UCI y su nuevo circuito

El año 2015 fue el final de la Copa del Mundo de la UCI. La UCI había decidido que era necesario un cambio en el formato y que, a partir de 2016 , el circuito de clásicas y pruebas de un día pasase a estar sustituido por uno que incluyese también pruebas por etapas. Un UCI Women’s World Tour a imagen y semejanza de su homólogo masculino.

Una de las novedades que el circuito exigía eran unos mínimos en cuanto a la producción de televisión, tanto en directo como a nivel de resúmenes diarios. Unas exigencias que, a menudo, se diluyeron para algunas carreras. Pero sin embargo, este fue el factor diferencial para rechazar la inclusión de otras al selecto club. Fue el caso de la Bira.

No solo denegó la UCI la inclusión de la Emakumeen Bira sino que además la vilipendió requiriéndole cambios de fechas para situar otras pruebas en sus fechas tradicionales a mediados del mes de junio. Primeramente se vio desplazada en 2016 al mes de abril, para después en 2017 ser desplazada a la segunda quincena del mes de mayo. Una fecha de la que ya no se movería, ni siquiera cuando finalmente en 2018 consiguió acceder al WWT.

Apoyo institucional vasco: una de cal y una de arena

A las puertas de la disputa de la edición de 2016 la carrera recibió el respaldo institucional del Gobierno Vasco, que presentó y aprobó un texto en el que instaba a que la la televisión EiTB trabajase junto al ejecutivo y a los organizadores de la carrera para elaborar un convenio de retransmisión que permitiera que la Emakumeen Bira fuera admitida en el circuito UCI WWT. En aquel año la EiTB ya retransmitía la carrera mediante resúmenes diarios y había acordado emitir en directo el desenlace de la última etapa.

Sin embargo, el apoyo económico que recibió la carrera a lo largo de su historia fue sensiblemente inferior al de las pruebas internacionales masculinas que se disputaban en el territorio vasco. La subvención que recibió la prueba en su última edición apenas llegaba al 5 % (11 456 €) del apoyo económico que recibían otras organizaciones. 

Naiz.eus

Un beso y un adiós…

2016 fue un año convulso. El cambio de fechas no fue el único al que se vio forzada la organización. Kasia Niewiadoma había ganado el año anterior y, vestida en amarillo de líder, había lanzado un beso al público (o cámara) que fue fotografiado. Para 2016 esa fue una de las dos imágenes con las que confeccionaron el cartel promocional de la carrera.

Sin embargo, varias semanas antes del comienzo una organización denunció el cartel ante el instituto autonómica y la organización se vio obligada a retirarlo por ser considerado sexista. Fue una decisión bastante polémica y discrepante.

Emakumeen Bira 2019

El podio de la edición Emakumeen Bira 2019 estuvo separado en apenas siete segundos. No muy lejos de ser una de las ediciones con menores diferencias en el podido, como el de 2015, cuando Kasia Niewiadoma aventajó en uno y dos segundos respectivamente a Ashleigh Moolman-Pasio y Emma Johansson.

La de 2019 fue la 32. ª edición de la carrera. A solo una de la manida cifra de las 33 se quedó la Emakumeen Bira. ¿Casualidades de la vida? Unos pensaran que es por la idéntica cifra de uno de los genios del motor. Otros que es relativo a la gran leyenda del ciclismo y su relación con el Giro d’Italia. Marianne Vos atesora 32 victorias en la ronda italiana. ¿Casualidades de la vida? El año pasado no consiguió sumar su triunfo 33 en la ronda italiana. Si lo lograse – de participar – este, acaso no sería un motivo más, aunque irracional, para regresar al calendario.

Primera txapela para Elisa Longo-Borghini

La italiana del Trek-Segafredo lograba su primera victoria en la Bira y lograba su segunda clasificación general en una prueba por etapas montañosa (o de media montaña). La italiana se impusó en la jornada final en Oñati y recuperó mínimamente – por solo dos segundos- la desventaja de doce segundos que tenía al comienzo de la etapa respecto a la vencedora de 2018, la aussie Amanda Spratt.

Tercera en el podio, a tan solo siete segundos de la italiana, acabó Soraya Paladin. La italiana de Alè Cipollini culminó con su podio un sensacional mayo en territorio español, tras haber sido segunda en Burgos y cosechado dos victorias parciales y de haberse subido al tercer cajón del podio en la Durango-Durango Emakumeen Saria.

Una referencia internacional por su recorrido exigente y a veces osado

Poco a poco, con perseverancia, la Emakumeen Bira se convirtió en un cita fija del comienzo del ecuador de la temporada. Fue de las pocas carreras que apostaban de forma continuada por recorridos exigentes, aunque no fuera habitual en su recorrido la ascensiones o los puertos de montaña largos – más propio de Giro, , de plantear jornadas con un sustancial desnivel positivo. También era una de las carreras por etapas que osaba y acostumbraba aunque no todos los años a incluir alguna jornada contra el crono, ya fuera individual o en forma de prólogo.

Situada tradicionalmente a mediados o comienzos del mes de junio la Emakumeen Bira era una carrera preferente del pelotón internacional. Ganarla no era baladí. Las corredoras acudían a ella antes de apurar su preparación para el bloque decisivo de la temporada, Giro-«Tour». Después de la crisis de las hipotecas subprime y de la deuda soberana solo quedaron unos pocas pruebas como referentes de las pruebas por etapas con montaña: el Giro, la Bira y el Tour del Ardeche. La Emakumeen Bira era la primera en el calendario y año tras año se aseguró la presencia de la flor y nata del pelotón.