10 conclusiones del Giro de Italia 2024

El Giro 2024 llega a su fin y es tiempo de obtener las conclusiones pertinentes. Tadej Pogacar se ha paseado por una carrera con un tono triste, bastante gris, producido por una participación bastante mejorable. Aún así, algunos nombres se han ganado la mención por derecho propio y otras situaciones, también por derecho propio, en los ámbitos más negativos de los análisis. Carrera que, en resumen, se podría catalogar como muy predecible. La segunda fila de favoritos ha demostrado muy poca ambición, lo que unido en muchos casos a la falta de motor les ha dejado en una situación bastante delicada dentro de sus equipos. Algunos ciclistas sí salen reforzados, si bien deben relativizar la euforia porque el listón de este Giro ha sido muy modesto. Eso sí, los que salen perdiendo, deberían preocuparse. Vamos a ver todos los casos relevantes para, a través de diez conclusiones, reflejar todo lo vivido en la edición 2024 de la corsa rosa.

  • Pogacar, sin oposición

El líder del UAE era tan favorito que no ha tenido oposición alguna. Ni siquiera sabemos el nivel real del ciclista en comparación con otros rivales de mayor enjundia, ni siquiera le podemos medir consigo mismo porque los presuntos rivales no han comparecido. Porque quienes han comparecido no han corrido la misma carrera que Tadej. Le han dado por inalcanzable y han luchado por otros objetivos, como el podio o las victorias de etapa en algunos casos. En otros, ni siquiera. El esloveno consigue el objetivo, que era añadir el rosa a su colección de conquistas. Veremos si las exhibiciones a veces involuntarias le permiten presentarse en la línea de salida del Tour con total garantía de pelearle el título a Vingegaard. Pero ese análisis corresponde a otro momento.

Daniel Felipe Martínez: declaraciones sobre su podio en el Giro de Italia 2024 - CaracolSports
Getty Images
  • DFM y Thomas, los más reforzados

En el caso del colombiano, este podio debe saber a gloria. Más que por haber finalizado en él, por haber encontrado la regularidad necesaria para pelear por este tipo de carreras. Bora ha demostrado que está ahí. Geraint Thomas encabezaba al Ineos con algún aspirante más claro como Arensman, que se ha quedado varios pasos por detrás. El galés, pese a encontrarse lejos de su plenitud, ha derrochado veteranía y saber hacer para conseguir un resultado óptimo. Segundo podio consecutivo en el Giro, lo cual tiene mucho más valor del que parece. Con unos rivales de mayor enjundia tal vez no hubiese tenido opción, y ése es el análisis que ambos deben hacer. Si la conclusión es que Martínez y Thomas están para luchar por podios en vueltas de tres semanas, se equivocan. Lo están si los rivales dimiten antes de empezar. Uno ya ha demostrado y el otro tiene mucho por hacer.

  • O’Connor y cía, fuera de concurso (¿para siempre?)

En plena polémica por los recortes de la 16ª etapa, Ben O’Connor hizo unas declaraciones fuera de lugar. Más ofensivo en los micrófonos que en la carretera, donde pasó de ser un candidato al podio a ser un mero top ten que sabe a nada. Si en este contexto no es capaz de aspirar a un podio, quiere decir que no es un tipo de corredor para estas batallas. Su caché y su imagen, perjudicados. Por otro lado, Einer Rubio sufre un revés similar. Más discreto en los micrófonos, sí que ha demostrado que no puede ser líder del equipo en una gran ronda. Un top ten en este Giro significa entre cero y nada. Empezó la carrera muy bien, pero fue de más a menos. Algo mejor que O’Connor, que fue de menos a menos. Thymen Arensman aún tiene margen de mejora, si bien parece que de no mediar las fugas que en otras ocasiones le han permitido, su capacidad de escalar puestos se reduce notablemente.

  • Jonathan Milan y Antonio Tiberi se consagran

Buenas noticias para el ciclismo italiano, que consagra a Jonathan Milan como uno de los velocistas de referencia. En los sprints sí ha habido competencia y tiene mucho valor que haya logrado la maglia ciclamino. Tim Merlier le arrebató alguna victoria, así como Olav Kooij, que debuta en una grande con victoria. Por su parte, el joven del Bahrain demuestra que está para grandes cosas. Aún faltan evoluciones por tener lugar, pero los signos de crecimiento son evidentes. Zana, Fortunato y Piganzoli rellenan de banderas italianas los primeros puestos, colores que se echaban de menos. Una pequeña victoria de autoestima para el pelotón italiano.

Tim de Waele
  • Nairo Quintana está de vuelta

Un año largo después de haber sido expulsado del ciclismo, Movistar le recupera para la causa. El colombiano vuelve al Giro de Italia, a un gran escenario. Si bien decepciona ante la flojera de las primeras etapas, llegada la alta montaña eleva el vuelo y sólo Pogacar evitó que el menudo y veterano escalador se llevase de los puertos italianos una victoria con sabor a revancha. Sabe interpretar las carreras como nadie. Intuye cuál va a ser la fuga buena y la consigue. Después sabe cómo no sacar el codo a paseo y, como es uno de los escaladores que más clase ha tenido en los últimos años, vuela hacia las cimas con la facilidad que envidia el resto. No hay que olvidar el bajo nivel del Giro, pero…

  • Ojo con Steinhauser

El alemán (sobrino político de Jan Ullrich) conquistó la etapa reina. Tras una temporada de largas fugas, le llega la gloria a los 22 años en su debut en una vuelta grande. Buen escalador, rondó la victoria también en el día más largo. Fugas de nivel, juventud y mucho talento. Uno de los ciclistas que más revalorados sale del Giro de Italia. Una perla que EF debe cuidar y que prometer muchas alegrías después de unas temporadas en las que ha pasado más desapercibido. Hijo de ciclista, lo tiene todo para estar presente en las etapas de montaña, donde seguro nos muestra más registros. Da gusto volver a ver victorias de ciclistas alemanes en el Giro.

  • Pelayo, el único aprobado español en Italia

El asturiano se llevó una etapa de forma brillante. Gran futuro el de este ciclista, más aún si en un futuro busca nuevos aires que no le frenen de una escapada para tirar del pelotón hacia ningún lugar (ni que hubiese tenido de líderes a Induráin y Delgado). Su victoria ante Alaphilippe fue espectacular, demostrando manejo y buen hacer, además de piernas y velocidad. Mucho mérito. Por su parte, Juanpe López decepcionó mucho. Se esperaba que se implicase en la general tras haberse llevado el Tour de los Alpes, pero ha quedado claro que fue un espejismo. Se necesita más constancia. Albert Torres se dedicó al trabajo para su equipo, el Movistar, y lo hizo bastante bien. Rubén Fernández, del Cofidis, estuvo bastante discreto. También Francisco Muñoz, del Polti Kometa, que debutaba en una grande.

Sirotti Photos
  • Buen Giro de Alaphilippe

El francés ha sabido hacer su carrera. Una victoria de etapa que le permitió completar la triple corona, mucha presencia en fugas y en general una actuación muy digna. Acaba contrato y en breve se dejará querer por los numerosos equipos que se pelearán por su ficha. Con un buen Giro como actualización de sus condiciones, más motivos para exigir un buen trato contractual por parte de su nueva escuadra. Porque parece que no será Soudal quien le ofrezca la renovación. Aunque con Lefevere nunca se sabe…

  • La organización, en evidencia constante

A la vergonzante presión de los corredores para terminar de desmantelar la que antaño fue una de las carreras más bellas del calendario hay que unir la tendencia organizativa de RCS y Mauro Vegni. Evitar a toda costa los puertos altos y los recorridos imposibles no les garantizan esquivar el mal tiempo, y tampoco una buena actitud por parte de los ciclistas. Son muchos los que acuden a competir (por llamarlo de alguna manera) por obligación, y eso se nota. La ausencia de líderes italianos se deja sentir. También la implicación de los capos del pelotón, más permisivos con evitar los jaleos y no enemistarse que en ejercer ese liderazgo. El Giro está gestionando fatal el pulso constante de los corredores, pero también sus propios recorridos, modificados hasta la saciedad entre noviembre (presentación oficial) y mayo, cuando se celebra el evento. Mucha reflexión es necesaria en la organización.

  • El papel del Giro

Tras esta durísima edición, casi más para el espectador que para el ciclista, cabe preguntarse cuál debe ser el rol del Giro de Italia en el futuro. Las grandes figuras, con excepciones puntuales, se dejan caer sólo a golpe de talonario. Al mismo tiempo, la organización diseña menús descafeinados que alejan la imagen del Giro de lo que fue. No hay italianos dominantes, al menos en la actualidad, y la Corsa Rosa ha pasado a ser la tercera grande en importancia de forma clara. Revertir esa situación es complicado, pero se debe debatir si las fechas, los recorridos, el formato de selección de equipos y la actitud del pelotón y la organización en los conflictos son los adecuados. Mientras tanto, año tras año el Giro pierde adeptos e imagen de gran carrera. Una lástima.

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