El desafío de Remco Evenepoel en el Tour de Francia

¿Y si sí? ¿Y si lo que hemos visto en el Dauphiné es parte del plan? ¿Y si todo está bajo control? ¿Y si esa etapa en la que consiguió la victoria con autoridad es solo un pequeño fogonazo de lo que puede pasar en el Tour? Son muchas las incógnitas que hay en torno a la figura de Remco Evenepoel tras lo vivido en el Critérium du Dauphiné. No obstante, apenas quedan dos semanas para que el corredor belga saque de dudas a una afición que se encuentra cada vez más confundida según se aproxima la gran prueba del año, el Tour de Francia.

Supuestamente, el Dauphiné debería ser una carrera que le permitiera al aficionado sacar ciertas conclusiones sobre lo que puede pasar en la próxima Grand Boucle. Sin embargo, lo que se vio la semana pasada ha comenzado a generar un mar de dudas sobre el estado de forma de los corredores que, a priori, deberían pelear por subir al podio de la ciudad de Niza. Más allá de la agridulce victoria final de Primož Roglič o de la magnífica actuación de Matteo Jorgenson, el nombre de Remco Evenepoel sobrevuela el mundo ciclista.

Por un lado, están los más acérrimos defensores del belga. “Viene de sufrir una dura caída en la Itzulia”, “mira el día de la crono, las piernas las tiene, le falta pulir los últimos detalles”, “todavía quedan 20 días para el Tour, cuando tiene que estar en forma es entonces, no ahora”.

Por otro lado, se encuentran aquellos que no confían en la capacidad del belga para afrontar grandes etapas alpinas. “Mira en la Vuelta, salvó el rojo por muy poco”, “¿y el Giro de 2021? No tuvo nada que hacer en aquel año”, “se tiene que dedicar a pelear por conseguir monumentos”.

Remco Evenepoel couldn't keep up with the GC group on stage 7 of the Critérium du Dauphiné
Remco Evenepoel sufriendo en la séptima jornada del pasado Dauphiné – Getty Images

Es un debate intenso en el que parece que toman ventaja los defensores de una opinión más afín a la dificultad que tiene el belga para dar la cara en las grandes etapas de montaña. Apenas quedan quince días para salir de dudas y hasta que el ciclista de Quick-Step no responda sobre la carretera, únicamente podremos continuar dándole vueltas a esta situación.

Es cierto que no ha demostrado ser el mejor escalador. Pero también es cierto que en esas situaciones no llegaba en su mejor estado de forma. Este fue el caso del Giro de 2021, carrera en la que regresaba a la competición tras sufrir una durísima caída en agosto del año anterior. Llevaba sin competir ocho meses y hubiera sido una proeza que pudiera haber peleado aquel Giro de Italia a un Egan Bernal que se presentó completamente preparado para conquistarlo.

En la Vuelta 2022, la situación fue completamente diferente. Esta vez, Remco llegó en plenas condiciones y, salvo algún que otro día en el que es cierto que sufrió, ganó con autoridad la que fue su primera gran vuelta.

En la última edición de la ronda española, su desfallecimiento a casi las primeras de cambio sí que sorprendió al aficionado. No obstante, acabó resarciéndose, logrando dos triunfos de etapa (más el que ya tenía) y el maillot de la montaña.

VÍDEO: Remco Evenepoel ya manda en el Criterium de Dauphine | Bikezona.com
Remco Evenepoel durante la pasada contrarreloj de Dauphiné – Imagen A.S.O

Parece que las jornadas decisivas de alta montaña se le atragantan. Sin embargo, al igual que hizo en la Vuelta 2022, una gran actuación en la contrarreloj puede contrarrestar este punto débil. El Tour de este año tendrá un total de 60 kilómetros contra el reloj y será aquí donde Remco deberá fraguar sus opciones para pelear por algo grande en el mes de julio. Es muy difícil llegar a creer que puede pelear de tú a tú con Tadej Pogačar o Jonas Vingegaard, más aún conociendo lo bien que ambos se desenvuelven tanto en dicha disciplina como en la alta montaña.

No obstante, si a esta gran cantidad de kilómetros sobre la bicicleta de crono le sumamos un Remco con unas piernas que se acercan a las de la Vuelta de 2022, el campeón belga puede llegar con sus opciones de podio intactas a la ciudad de Niza. Lo de subir al escalón más alto se antoja muy complicado, aunque todo puede pasar. Más aún, teniendo en cuenta de dónde vienen los dos grandes candidatos a pelear por la victoria final.