Resulta paradójico abrir un nuevo espacio para opinar sobre diferentes aspectos que conciernen al ciclismo y empezar hablando por el final de las carreras, en este caso de los sprints, en lugar de los inicios de estas.
En primer lugar creo que lo más lógico es que me presente. Mi nombre es Laura (Laura Máñez Taberner, aunque en redes soy Laura M. Taberner por motivos que quizás más adelante explique) y llevo ya varios años, o muchos según se mire, ligada al ciclismo (ya sea profesional o aficionado) desde diferentes enfoques, tanto por la práctica del mismo como desde otros ejes de actividad. Ya hace meses que Jorge Matesanz, el creador y artífice de este proyecto que es High Cycling, me propuso colaborar en él de una forma más activa y constante a través de una columna de opinión basada en el punto de vista que pueda tener yo sobre los diferentes acontecimientos o aspectos diversos que pudiesen suceder de aquí en adelante.
Al principio me dio algo de vértigo exponer mis pensamientos tan abiertamente o dar mi punto de vista que, posiblemente en muchas ocasiones, pueda no ser acorde al de gran cantidad de lectores o aficionados del ciclismo, pero la intención que se pretende con este espacio es hablar de ciclismo de una forma subjetiva pero constructiva, jamás como algo que pretenda dañar o menospreciar yendo más allá de la mera información de los hechos. Así que finalmente decidí envalentonarme y aquí está el primer artículo, con la intención de no dejar nada en el tintero de todo aquello que pueda pensar sobre diferentes aspectos vinculados a este deporte.
Si tuviera que resumir en una idea lo que ha supuesto este fin de semana de ciclismo profesional creo que sería la controversia que puede generar un sprint. Vayamos por partes.
Siena. Mediodía del Sábado. Se disputa la edición femenina profesional de una carrera tan emblemática como la Strade Bianche donde vemos a una Kristen Faulkner, del Jayco Alula, retorciéndose en la durísima rampa de Via Santa Caterina tapando huecos como buenamente puede al paso del dúo Kopecky (la belga que ganó en la edición pasada) y Vollering, del todopoderoso SD Worx, quienes adelantan a la estadounidense colocándose así en primer y segundo puesto de la clasificación justo a trescientos metros para llegar a línea de meta.
Fueron varias personas, tanto las comentaristas de Eurosport España (la emblemática Dori Ruano como su compañera a los micrófonos Laura Álvarez) como otros diversos entendidos en materia como, por mencionar alguno, el popularísimo experto, comentarista belga y Youtuber Benji Naesen, quienes se ponían las manos a la cabeza al ver como la alemana Vollering disputaba el sprint a su compañera y líder de equipo Kopecky, consiguiendo la victoria de la carrera. Se abrió así un debate en Twitter donde no pude evitar participar en varios hilos. En ellos y aquí me posiciono en considerar lógico y normal que la neerlandesa dispute la carrera a su compañera de equipo.
Como bien comenté, el deporte conlleva competición y la finalidad última de la competición, pese a quien le pese, es ganar. Si dos ciclistas que son del mismo equipo superan a todas las adversarias de otros equipos y se ven como primera y segunda en una carrera de un día que es una clásica con tanto prestigio, un “casi monumento” (lo llamo así porque ya hay medios como Marca que ayer mismo ya lo catalogaban en sus titulares de forma errónea como monumento) como es la Strade Bianche, lo más lógico es que se dispute, no que entren de la mano como si de una hermandad se tratase.
Otra cosa sería que fuese una competición por etapas o una gran vuelta donde lo que se busca y disputa es una clasificación general. Así que muy aplaudida por mi parte la acción de las dos ciclistas y del equipo SD Worx, así como la valiente escapada en solitario de Faulkner que se hizo finalmente con la tercera posición.
Pasando a otro sprint que dio qué hablar este fin de semana. Fue el protagonizado por el ciclista del Lotto Dstny, Caleb Ewan, junto con el ciclista belga Gerben Thijssen, del Intermarché Circus Wanty en la clásica Grote pris Jean Pierre Monseré. Ambos ciclistas entraron en línea de meta con una diferencia minúscula, que llevó a un enredo mayúsculo entre todos los que presenciaron el mismo. Ni siquiera consultando la foto finish en línea de meta se llegó a esclarecer quién había tocado la línea de meta en primera posición aunque por la misma instantánea el vencedor proclamado por la organización de la prueba fue el belga Thijssen.
El corredor del Lotto Dstny mostraba su disconformidad por el resultado en redes valiéndose de unas fotografías desde otro ángulo donde se veía con total claridad que su rueda tocaba la línea de meta antes que la de su oponente. Ante estas pruebas muchos aficionados tomaban parte por la victoria del australiano pero en otros vídeos a cámara lenta en otros ángulos la ventaja del australiano no es clara. Situación que recuerda a la vivida hace un tiempo por Pidcock y Van Aert en la Amstel Gold Race.
Creo que ante una situación como ésta, y al no tener una resolución clara e irrefutable, la organización de la prueba debería haberlo resuelto con un empate técnico. Muchos comentan que la foto finish no estaba situada exactamente en la línea de meta. También se ve que esa línea de asfalto no es completamente plana y la parte donde traza el recorrido la rueda del belga sobresale a la del australiano. En principio parece que las cosas quedarán como estaban aunque ha sido un sprint que ha traído cola y posturas opuestas.
Y otros sprints que parece que están animando a los aficionados a opinar son los protagonizados por el belga Tim Merlier, que se impuso en la primera etapa de la competición por etapas París Niza añadiendo un triunfo más a su brillante inicio de temporada con el Soudal Quickstep. A raíz de ello ya surgió la opinión que se va extendiendo con el hashtag “Merlier al Tour” de que debería ser el belga, que por cierto fue padre hace apenas unas semanas, en lugar del ciclista de Países Bajos, Fabio Jakobsen, quien con su rendimiento más desapercibido parece no tener la puntería en los sprints de antaño.
Así la afición hace un llamamiento al controvertido mánager del equipo, Lefevere, para que se decida a llevar al belga en la alineación oficial del equipo para disputar el Tour de Francia de esta temporada. Para mí sí que es cierto que el belga está logrando unos resultados notables y a tener en cuenta a la hora de seleccionar a los ciclistas para el Tour, pero considero que a estas alturas es demasiado pronto tomar parte por uno o por otro, pues la racha puede cambiar en cualquier momento e invertirse los resultados en cuestión de semanas. Veremos cómo se suceden los acontecimientos en las próximas clásicas de la primavera en las filas del equipo belga y quien, finalmente, se consolida como líder para disputar la ronda gala.
Foto: Eurosport
Laura es de Mallorca y acude en primera línea a las carreras para transmitir de primera mano todo lo que sucede. Entrevistas, artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional. Interesante seguir sus redes.