Esa máxima tan común en el ciclismo de que sólo gana uno y la dificultad que ello entraña no hace más que poner en valor los logros de Rubén Fernández, campeón del Tour del Porvenir (l’Avenir ahora) en 2013. Entonces contaba con 22 años. Una edad temprana para conseguir éxitos entonces. Si bien en este ciclismo de 2023 sería considerado un corredor perfecto para estar ya integrado en el World Tour. Esa prometedora victoria es la única que este ciclista murciano ha podido conseguir en el profesionalismo, siendo además un buen botín para un corredor joven de la época que acababa de debutar con el Caja Rural en la élite del ciclismo.
Ese cocer lento que los campeones a veces necesitan no terminó de funcionar aquí. Las lesiones fueron mermando sus opciones, como fracturas de clavícula. Rubén acabó firmando por Movistar como una de las grandes promesas del ciclismo español, pero no terminó de alcanzar las expectativas y las circunstancias no ayudaron demasiado. Pudo ser líder de la Vuelta tras subir al durísimo Mirador de Ézaro, a los dos días de debutar en la carrera. Le duró apenas un día la alegría, pero fue una especie de redención por un año anterior que no le permitió brillar como se esperaba.
A veces la adaptación a la categoría y aceptar que se te espera como a un mesías en un momento complejo del ciclismo en España acaba por ser difícil. Con las lesiones como añadido, todavía más. La colonia murciana del Movistar incluía a Rojas, Valverde y a Rubén, que intentó encontrar su lugar en el equipo, pero finalmente no pudo ser. Llegado el año 2019 no fue seleccionado para ninguna de las tres grandes. Ello acabó por la no renovación de su contrato y la marcha al Euskaltel. Donde correría tan sólo el año 2020, año afectado gravemente por la pandemia.
Tras un buen inicio de temporada en el mes de febrero, la suspensión de carreras le perjudicó. Pudo hacer un buen Nacional, siendo quinto (ruta) y sexto (crono). Pero su oportunidad llegaría con el regreso al World Tour de la mano de Cofidis. La colonia española del conjunto francés reforzó sus ramas con el ciclista de Murcia, quien pudo debutar por fin en el Tour de Francia y completar así las tres grandes. Las dos últimas temporadas le han visto participar en la Vuelta y buscar protagonismo en escapadas. Sobre todo en una primera semana de la edición de 2023 donde estuvo inmerso en al menos tres de las grandes escapadas.
Voluntad y algún buen resultado va dando esperanzas de un talento que en cualquier momento amenaza con salir a flote. Resultados como, por ejemplo, el décimo puesto en O Gran Camiño, el octavo en 2022 en el Tour de Langkawi, etc. Síntomas que apuntan a que este ciclista puede recuperar en cualquier momento la senda que mostró en 2013, diez años antes, y que le hizo empezar la casa por el tejado. Ahora es momento de ganarse de nuevo la confianza del equipo Cofidis, con quien finaliza contrato en 2024.
A sus 32 años (33 en marzo) hay que añadir la gran experiencia que posee en el World Tour, si bien se ha especializado en ser incluido en las alineaciones del equipo para carreras algo menores, como el Tour de Guangxi o el Tour de Polonia. En todo caso, estar varios meses sin competir en 2023 no ha ayudado a comprobar si esos síntomas se podían convertir en hechos. Que 2024 le respeten los diversos problemas físicos, como operaciones y caídas, y así podremos ver en cierta medida su dimensión como ciclista. Mucho mayor que la mostrada por Rubén Fernández hasta la fecha fuera de fogonazos concretos.
Fotos: Cofidis