Sebastian Langeveld, nacido en Leyden (Países Bajos) en enero de 1985, es ahora el encargado de cazar jóvenes talentos, el denominado scout, para el Education First, equipo al que dedicó sus últimos estertores como ciclista profesional. Como ciclista era un rodador al servicio del equipo, casi siempre del Rabobank, o al menos es el maillot con el que más se le recuerda. Pasó por el Orica-Green Edge (hoy Jayco) y el Cannondale-EF, su actual escuadra. Las clásicas eran su pasión. Conquistó una Omloop Het Nieuwsblad, la prueba que supone la apertura de la temporada de piedras, en su último año con el Rabobank. Campeón de su país en 2014, sus visiones del ciclismo están repletas de interés, como demuestra esta entrevista.
¿Cómo va la vida?
Sebastian Langeveld: «Muy bien. Echas de menos la bicicleta. He montado en bici durante más de 25 años, casi 20 como profesional, y es lógico. Todo ese entrenamiento de cara a las carreras se acabó. Pero estoy muy bien. Estoy muy contento con mi trabajo en EF, muy relacionado con el ciclismo y en el mundillo, así que la vida va muy bien. Estoy disfrutando también de pasar algo más de tiempo con la familia. Las cosas van muy bien»
Esos cambios, aunque sean positivos, necesitan periodo de adaptación para todos, ¿no?
SL: «Sin duda. Es cierto que yo nunca me fui a construir una vida nueva en Mónaco, España u otros lugares típicos. Mi esposa siempre ha estado en el entorno en el que ha crecido, así que cuando llegaba de una concentración o de competir era todo bastante natural. Cuando yo me iba, ellos mantenían sus hábitos de vida. A ver, de acuerdo, no siempre es fácil irte cuatro semanas a una concentración o a una gran vuelta. Pero creo que es diferente y más fácil así que si viviésemos en otro país como España, donde estuviesen algo más solos y con la familia lejos.
Lo que realmente cambia es que ahora cuando estoy en casa no tengo que salir a entrenar. Tengo que seguir yendo a carreras como scout, pero esas cuatro-cinco horas al día que pasaba fuera. Por desgracia, y como es lógico, tienes que seguir en la carretera. Pero esa es la vida que hemos conocido, así que no me puedo quejar»
Lo decías tú mismo, pero casi 20 años como profesional son muchos años…
SL: «Han sido 17 años como ciclista profesional. Los dos anteriores, como sub23, vives como si lo fueses, en realidad. Tienes que cuidar la nutrición, los entrenamientos, etc. Ha sido largo, sí»
¿Cuál es el secreto para estar tanto años al más alto nivel, como Valverde o el propio Urán, de tu equipo?
SL: «No me quiero ni comparar con un ciclista como Valverde. Es una de las cosas de las que estoy muy orgulloso, la longitud de mi carrera ciclista. Obviamente, no soy el único, pero 17 años son muchos. No hay tantos ciclistas que puedan decir lo mismo. Que hayan estado en tantos monumentos, en Tours, en Juegos Olímpicos… Estoy más orgulloso de este hecho que de haber logrado un par de buenos resultados. ¿Secretos? Nunca te puedes dejar ir, los jóvenes siempre han apretado fuerte y esperan a la vuelta de la esquina. Los casos que comentas son ciclistas que no corrían por dinero, sino por pasión, porque les gusta. Y es probablemente la clave. Tienes que amar tu bicicleta y entrenar bajo la lluvia. Un día, otro día… La pasión es una de las cosas más importantes»
Eras considerado un gregario, pero tuviste tus momentos de lucimiento. Por ejemplo, en el velódromo de Roubaix, jugándote la victoria en el ‘Infierno del Norte’…
SL: «Durante mis dos primeros años mostré capacidad de competir en las clásicas. Gané carreras en mis primeros años en Rabobank. Pero cuando viví ese momento, era un corredor muy fuerte. Si miro atrás, no gané muchas carreras, es cierto. Aunque disputé bastante Flandes y Roubaix. 2009 fue quizá mi mejor campaña de clásicas. Pero me convertí en una especie de capitán de ruta, un gregario, que era una de mis especialidades. Pero sí, en los momentos en los que estuve ahí, fui muy atrevido. Fue campeón de mi país, peleé la victoria en Flandes, podio en Roubaix, en Omloop… Estoy muy orgulloso de todo ello, al 100%»
Volviendo a ese momento de Roubaix, ¿qué pasó por tu cabeza en todos esos momentos?
SL: «Ganó Van Avermaet y segundo fue Stybar. Es difícil de decir. Greg era uno de los más fuertes. Ese día yo estaba entre los corredores más fuertes. Stuyven y Moscon engancharon conforme entramos a la pista. Estaba luchando por ganar, pero estaba contento también con el tercer puesto. Durante los dos últimos kilómetros empecé a pensar que ganar la carrera era una posibilidad. Nunca sabes. Estaba seguro que el podio era difícil, pero posible. También estuve muy contento cuando finalicé 5º en Flandes, o hice otros top ten en Roubaix. Un podio en un monumento es algo que irá contigo siempre. Si echo la vista atrás, estoy muy orgulloso de lo que conseguí en estas carreras»
Tomaste la salida en 45 monumentos. Curiosamente, nunca terminaste el Giro de Lombardía.
SL: «Como comentaba, había demostrado potencial en las clásicas de joven. De pequeño estaba enamorado de Flandes y Roubaix. Esperaba el ‘Opening Weekend’ como un premio, así que puede que sea una de las razones por las que he competido en tantos monumentos, también San Remo y Lombardía. Para mí era necesario que en invierno todo fuese bien al 100%. No era como Sagan o Van der Poel. Si todo salía bien, había resultado. Tuve un par de decepciones en las clásicas. En 2012, mi primer año con Orica-Green Edge, sufrí porque 2011 terminó muy pronto por una lesión. Fue duro estar al mismo nivel, todo parecía en orden, estaba en condición de pelear Flandes y Roubaix. Pero tuve una caída muy dura en la primera y abandoné. Fue muy decepcionante.
En los otros monumentos competí varias veces, pero mi pico de forma estaba finalizado hacía tiempo. Salía como gregario. Lombardía era muy dura para mí y salía para trabajar en favor de ciclistas más fuertes en esa carrera. No me arrepiento, pero echando la vista atrás me doy cuenta de que nunca hice el Giro de Italia. Una pena, pero es algo que ya no puedo cambiar»
No siendo un escalador y con esas montañas, casi mejor para ti, ¿no?
SL: «No, el Giro es una carrera con mucha historia. Correr en Italia es siempre muy agradable por la cultura ciclista, es un país maravilloso. No haber hecho el Giro podría ser la única ‘espina’ de mi carrera. Las cosas se dieron así y ya está»
Debutaste en Rabobank en 2007. ¿Cómo fue coincidir con tantos buenos ciclistas?
SL: «Rabobank era uno de los mejores equipos del mundo, especialmente en ese momento. Mi primer año como profesional fue en Skil-Shimano, en 2006. Gané dos carreras y tuve un par de conversaciones con equipos, y creo que Rabobank vino después con una oferta de ellos. Había cumplido un sueño convirtiéndome en profesional primero y el segundo era recibir una oferta para correr en Rabobank. Era todavía muy joven. Mi primer año, 2007, fue muy natural. Es tu propio idioma, pero impone tener a tu lado a Boogerd, Freire, Flecha, Erik Dekker, que ya no corría, pero estaba en labores de director. Todo va muy deprisa. En tu primer training camp estás más callado, prestando atención a todo y a las estrellas con las que compartes entrenamientos. Pero luego todo se convierte en normal»
¿Cómo fue correr con Flecha?
SL: «Muy bueno. Aprendí mucho de él. Pronto me sentí a un gran nivel. No voy a decir al mismo nivel, pero sí parecido. En 2008 estuve a un gran nivel. Flecha era el líder en las clásicas y estar casi a su altura era un gran sentimiento. Era un gran compañero, siempre mirando por el interés del equipo, y una gran persona. Fue extraño competir contra él en 2011 y ganar en Omloop. Fue un momento especial. Había muy buen ambiente»
Hablabas de la campaña 2008 y en esa misma temporada tuvo lugar tu debut en el Tour de Francia.
SL: «No fue una experiencia demasiado buena. Todo fue quizá muy deprisa. En 2007 tuve un par de lesiones, mi segunda parte de la temporada estuvo bien. Hice bien las clásicas, con buenas posiciones, firmé por cuatro años más con el equipo. Era el momento que casi todo ciclista había soñado. Todo yendo genial, alcanzando un buen potencial. Piensas que haciendo trabajo extra, todo irá mejor. Pero fue al revés. Corrí demasiado y me pasó factura en el Tour. No ser un escalador asegura tres semanas de sufrimiento. Siendo un corredor joven, todavía más, no estaba todavía hecho a esos ritmos y esa intensidad.
Fue duro porque el sentimiento era de haberlo hecho todo bien, pero el hecho es que cada vez me iba encontrando peor. Fue un buen aprendizaje. Por supuesto es magnífico estar en el Tour, que además al equipo le fue bien porque ganamos el maillot verde con Óscar (Freire). Terminar en los Campos Elíseos es algo que siempre se irá contigo, pero no fue mi mejor Tour en lo físico»
Nos vamos ahora a EF. Aunque no seas el director, como especialista en las clásicas, ¿cómo ves las opciones de Alberto Bettiol?
SL: «Cuando está en forma y en plenas condiciones, es capaz de competir con los principales favoritos (Van der Poel, Van Aert, etc). Espero que veamos al mejor Bettiol en la primavera. Si es así, podemos esperar verle delante. Hasta ahora, todo ha ido bien. Ha tenido un buen invierno, una buena progresión hacia las clásicas. Ganó Flandes en 2009, aunque hace ya tiempo. Pero lo que hizo en Glasgow no es fácil. Intentó el ataque lejano, aunque yo creo que de haber estado con los favoritos podía haber acabado en el podio»
Como neerlandés, ¿ibas con Bettiol, que era de tu equipo, o con Van der Poel, que era de tu país?
SL: «Trabajo para EF, así que quería que Bettiol ganase. Por supuesto, como neerlandés, fue espectacular ver ganar a Van der Poel el Campeonato del Mundo. Es un gran ciclista y una gran persona, se lo merece. Pero trabajo para EF y apoyaba a Alberto. Ya que no ganó, mejor que ganase un ciclista neerlandés (risas)»
Tenéis a Ben Healy, uno de los jóvenes con más proyección en las clásicas. ¿Hay que seguir darle tiempo o es momento de empezar a exigirle cosas?
SL: «Es todavía muy joven. También es muy ambicioso, es cierto. Si este año no sale bien, no pasa nada. Lo que hizo el año pasado es mucho más de lo que se podía esperar. Era su segundo año como profesional, es joven y tiene mucho potencial en muchos terrenos. No tiene miedo a perder por haber atacado desde lejos. Creo que lo nos enseñó en 2023 es un buen ejemplo de nuestro lugar como equipo. Con jóvenes en su segundo año mostrando potencial y consiguiendo resultados. Así que eso habla bien de nuestro equipo, del trabajo hecho. El foco estará puesto en las Ardenas, como el año pasado. Ha tenido un invierno muy bueno, ha empezado despacio. Promete»
¿Debutará en el Tour de Francia este año?
SL: «La alineación del Tour no está decidida aún. Aunque lo supiera, no lo diría. Eso corresponde a los directores, que son quienes diseñan el calendario de los ciclistas. Al final yo me dedico al scouting. Aunque creo que el equipo del Tour no está aún definido»
Hablando de scouting, varias de las últimas incorporaciones al equipo han sido irlandeses. Como EF, compañía de cursos de inglés, ¿les ficháis para mejorar el nivel de inglés de la plantilla? (risas)
SL: «(Risas) Es una muy buena pregunta. Todos ellos son buenos ciclistas. Lo que Ben (Healy) mostró en 2023 es un buen ejemplo para Archie (Ryan) como para Darren (Rafferty). Pueden ver que nos preocupamos por el desarrollo y que se ve progresión, así que es un buen síntoma para ellos. En sus categorías, son ciclistas diferentes. Rafferty brilló en el Baby Giro, en Aosta, mostró una gran clase. Tuvo más ofertas de otros equipos, pero nos eligió. Ryan ha tenido también muy buenos resultados en los últimos años. Son dos corredores muy ambiciosos con los que habrá que contar en un futuro. Estoy seguro de que se verá su progresión con el paso del tiempo. Como irlandeses, aportan muy buen ambiente. Se han adaptado perfectamente al grupo. Tengo curiosidad por ver en qué punto están y ver hasta dónde son capaces de llegar este año»
¿Qué podemos esperar de Markel Beloki? Mucha gente dice que es demasiado joven, ¿cuál es el plan con él?
SL: «Estoy de acuerdo en que es muy joven. Subir directamente desde juniors es un salto muy grande, como es evidente. La idea es darle tiempo, tenemos ejemplos de ciclistas a los que no les ha ido tan bien. Es posible hacerlo bien con Markel, pero debemos tener cuidado. Tenemos que ir viendo cómo evoluciona su potencial. Lo que hemos visto de él promete, pero está en fase de desarrollo. Como corredor español, no ha competido demasiado en pruebas europeas y es algo que le irá bien y que necesita.
Pero cuando le veo, veo a un buen ciclista. Tiene mucho motor, mucha clase. Eso está ahí, es indudable. Pero hay que darle tiempo, un camino parecido quizá al de Carlos Rodríguez, en Ineos. No quiero compararles, pero creemos en él, por eso le hemos fichado, mucho más allá de un apellido. Le hemos visto mucho y es un proyecto en sí dentro del equipo»
Sobre Richard Carapaz de cara al Tour, ¿cómo le ves?
SL: «No soy yo quien hace los programas, así que desconozco si hay un plan para el Tour. Pero mi visión sobre él es que todos deben empezar a rodar en la temporada y vamos a ver. El año pasado prometía, pero se perdió por la lesión. En Lombardía estuvo bien, más por dónde venía. Vingegaard y Pogačar son muy difíciles de batir. Pero esto es ciclismo, veremos. Seguro que es uno de los pocos corredores que es capaz de competir con ellos»
Tenéis una gran combinación de jóvenes y veteranos en el equipo. También idiomas y culturas. ¿Cómo encaja todo en las concentraciones?
SL: «Es un equipo multicultural. Gentes de todas las partes del mundo, incluyendo al staff. Somos uno de los equipos con más gente de todo el mundo. Es algo muy nuestro, tenemos de todo. Jóvenes, veteranos, todos combinados. Ahora los jóvenes tienen mucha calidad, basta con ver las carreras de otras categorías. Y es un gran salto convertirse en profesional. Pero si ves los datos físicos o los resultados, vemos que no hay tanta diferencia entre los jóvenes y los veteranos. Tener a gente como Rui Costa, Amador, Rigoberto (Urán), Bettiol, que pese a ser joven acumula mucha experiencia, es muy enriquecedor para los jóvenes. Nos ayuda a encontrar el equilibrio. Estoy deseando ver cómo evoluciona la temporada y cómo se desenvuelven los jóvenes de nuestro equipo, no sólo en 2024, sino en los próximos años»
Fotos: CorVos / EF / Gruber / Sirotti
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.