Como decíamos al comienzo de nuestro especial, para esta tercera edición la Grand Depart del Tour se desplaza por primera vez en su corta historia (como gran vuelta por etapas organizada por ASO) a territorio extranjero. Este cambio en el recorrido, al igual que el de fechas en el calendario, viene en buena medida motivado por la disputa de los JJ. OO., que finalizarán el domingo 11 de agosto.
La elección del primer país extranjero en acoger una Grand Depart del Tour de France Femmes no es baladí o casual. Desde hace muchos años que Países Bajos es la referencia en el ciclismo femenino, tanto a nivel de talento deportivo como a nivel de mediático.
Tras las pasados dos ediciones del Tour marcadas por los duelos entre van Vleuten y Vollering (la etapa 7 del pasado Tour alcanzó un 42 % de cuota de pantalla en Países Bajos) y con la clara influencia neerlandesa en las ediciones de La Course parece más que apropiada la elección de la primera Grand Depart extranjera.
Comentario general del recorrido del Tour de France Femmes 2024
Primeras etapas en territorio neerlandés
La elección de Roterdam como Grand Depart del Tour de France Femmes determina o favorece que tengamos unas primeras etapas extraordinariamente llanas, ideales para dirimir, refutar o ratificar quién es la mujer más rápida del pelotón.
En este sentido el comienzo del Tour en los Países Bajos parece propicio para que se luzcan ante su público las grandes velocistas neerlandesas. Lorena Wiebes (vencedora de 3 etapas en el Tour -récord- y reina de la velocidad), Marianne Vos (vencedora de 2 etapas y la gran leyenda de este deporte) y Charlotte Kool (la aspirante al trono que no ha tenido una buena temporada) se aventuran como las grandes estrellas y protagonistas de las primeras jornadas.
La primera etapa de 122 km con final en La Haya y la segunda de 69 km con salida en Dordrecht y llegada en Roterdam apenas tienen algún metro de desnivel y se aventuran como las dos grandes oportunidades de volata pura para el pelotón. Salvo que el viento y las ganas de algunas corredores opten y consigan evitarlo.
La corta contrarreloj de 6,3 kilómetros en Roterdam, segundo sector del martes 13, servirá para abrir las primeras diferencia entre las aspirantes a la general final y posiblemente pueda conllevar un cambio de hombros del maillot amarillo, justo antes de abandonar tierras neerlandesas.
Con la orografía belga llegan las jornadas de clásicas
El miércoles 14 cambiará de tercio la carrera. No solo por que el final de etapa será en territorio belga, sino porque con el final en Lieja comienzan las oportunidades para las clasicómanas. Primer final en el que las mejores de la general deben estar atentas si no quieren tener un disgusto. Final de etapa con aroma de Liège-Bastogne-Liège, con el encadenado final de cotas de esta clásica, auqneu sin el volumen de estas, ni en kilometraje ni en metros de desnivel positivo acumulados.
Entrada en Francia y cambio de tercío
Con la llegada a Francia vuelve a cambiar de tercios nuevamente la carrera, paulatinamente se van incrementando los kilómetros totales de las etapas y la exigencia de estas en cuanto a metros de desnivel positivo.
La quinta etapa del Tour de France Femmes, al igual que la cuarta, también cuenta con un perfil quebrado, con salida en Bastoña y llegada en Amnéville. Aunque el final no es tan exigente como en el día anterior.
La sexta etapa será la primera en que el pelotón discurra íntegramente por carreteras francesas. El kilometraje continúa en ascenso hasta los 159 km bien acompañados por un desnivel acumulado de casi 2 000 metros y, sobre todo, concentrado en la segunda mitad de la etapa.
La ascensión a la Roche du Prêtre, de 2.ª categoría, de 5,5 km al 5,4 % de pendiente media que se corona a 26 km de meta puede depararnos espectáculo entre algunas de las aspirantes a la general final. La última dificultad del día, la Côte des Fins (3.ª categoría) de 1,8 km al 6,8 % de pendiente media que se corona a menos de 15 km de meta puede servir para definir si la etapa se decide desde una fuga o desde el pelotón de favoritas.
La traca final alpina
Y como no podía de ser otro modo, el fin de semana aguarda la etapa más larga y la más dura. El sábado las ciclistas se enfrentarán a la jornada más larga del Tour, aunque sin superar los 177 kilómetros de la cuarta etapa de la pasada edición.
Pero sensiblemente más exigente. Será la primera prueba de fuego y puede que ya deje la general vista para sentencia o sentenciada. Tras 45 km recorridos las ciclistas deberán afrontar la Col de la Croix de la Serra, de 1.ª categoría, de 12 km al 5,1 % de pendiente media. Tras esta ascensión el pelotón discurrirá por un constante sube y baja a lo largo de la etapa (166km y 2750 m de desnivel acumulado) hasta llegar a Le Grand-Bornand, primer final en alto de la carrera.
La ascensión final al Montée du Chinaillon, de 2.ª categoría, de 7 km al 5,1 % de pendiente media, probablemente contribuya, junto con la fatiga de la propia etapa y las jornadas previas, a abrir diferencias notables en la general.
Y tras la primera prueba de fuego, el domingo espera el final en el mítico Alpe d’Huez y sus 21 herraduras. La etapa de 150 kilómetros y 3600 m de desnivel entre Le Grand-Bornand y Alpe d’Huez es la etapa reina.
Aunque el Alpe d’Huez, de categoría especial, acapare todos los titulares con sus 13,8 km al 8 % de pendiente media, será con casi toda seguridad el Col du Glandon el verdadero juez de la carrera. El Col du Glandon, de categoría especial, de 19,7 km al 7,3 % de pendiente media, es la cima más alta de la edición (1925 m) y se coronará a 50 km de meta. Será probablemente en sus rampas donde tengamos claro quien va a ser la próxima ganadora del Tour de France Femmes.
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Pucelano, este deportista varios años colaborando con proyectos tan exitosos como Road&Mud, High-Cycling y ahora Le Puncheur. Ciclismo femenino, masculino y siempre una opinión certera, informada y que aporta a quien la lee.