Cuenta la leyenda, o mejor dicho, las diferentes leyendas, que existe una criatura, un ave mitológica, que tiene la extraordinaria capacidad de renacer, de resurgir de sus propias cenizas. Una leyenda que se le atribuye a la cultura egipcia, a la cultura árabe, a la cultura griega… pero todas coinciden en su nombre: el Fénix.
Transformación, regeneración, resiliencia… son algunos de los numerosos conceptos que se asocian al mito del Ave Fénix y que, en esta ocasión, trasladamos al mundo del ciclismo con la intención de hablar de esos ciclistas que buscan, al igual que nuestra fascinante criatura mitológica, resurgir de sus cenizas para encontrarse, de nuevo, con su mejor versión.
Y es que en el ciclismo, al igual que en el deporte en general, mantener el máximo nivel es harto complejo y depende de numerosos factores. Factores que no siempre están relacionados con lo meramente deportivo y que los deportistas deben cuidar y mimar hasta la extenuación para, no solo mantener su posición en la élite, sino conseguir los resultados esperados por calidad y talento.
Por ello, hablamos de cinco ciclistas que buscan resurgir de sus cenizas y volver a encontrar su mejor versión en 2025:
Sergio Higuita, un triunfador sin triunfos
Resulta extraño hablar de un ciclista con el talento, con la capacidad de escalada y con la explosividad y el remate de Sergio Higuita y que acumule más de temporada y media sin levantar los brazos -la última vez fue en la Vuelta al País Vasco de 2023-. Un corredor capaz de ganar carreras en multitud de terrenos y al que hace tiempo que no vemos disputando el triunfo con los mejores escaladores y puncheurs del pelotón internacional,algo que si hizo en el pasado, en su etapa en EF y en sus primeros años en Bora.
El colombiano lleva meses apartado de su mejor nivel, lejos de ese prometedor y ágil escalador, con un excelso rush final, especialmente brillante en etapas escarpadas y finales empinados. Es decir, lejos de lo que prometía aquel joven ciclista que maravillo en la Fundación Euskadi y que se convirtió en uno de los mejores ‘rematadores’ del pelotón entre 2019 y 2022.
Higuita no ha acabado de cuajar en la ‘renovada’ estructura de Red Bull – Bora, más pendiente ahora de las generales que de ‘medias tintas’. El colombiano ha ido perdiendo protagonismo hasta el punto que, en 2024, el equipo le relegó a carreras menores en las que tampoco pudo triunfar, como el Sibiu Tour o el Czech Tour.
En este contexto, el antioqueño cambia de aires y recala en una formación que está un par de escalones por debajo, como es Astana, en donde intentará recuperar su mejor versión y, sobre todo, volver a la senda de la victoria. En 2025, Higuita gozará de mayor libertad en una estructura que jugará a esa ‘guerra de guerrillas’ que tan bien le puede venir a nuestro protagonista. Y es que en ocasiones, como dice el refrán popular, más vale ser cabeza de ratón, que cola de león. ¿Le servirá eso a Higuita para resurgir de sus cenizas?

¿Os acordáis de Max Schachmann?
Seguro que, como para mí, Maximilian Schachmann ha sido uno
de vuestros ciclistas fetiche, merced a una mezcla de potencia, calidad, ambición y remate que le hizo ser un ciclista top no hace tanto. Era la receta del ‘ciclista perfecto’ que conseguía el ‘científico’ Patrick Lefebvre en su laboratorio de Quick Step. De hecho fue en la formación belga donde el alemán alcanzó su prime allá por 2018, con triunfos en Volta a Cataluña y Giro de Italia, antes de cambiar de colores y fichar por el equipo de casa (Bora-Hansgrohe) en 2019.
El cambio le sentó bien… al principio. El bueno de Max siguió ganando etapas (tres triunfos en la Itzulia, uno en la Volta a Cataluña, el GP Industria & Artigianato… en su primer año con Bora) e incluso ganando generales (doblete en París-Niza en 2020 y 2021 con victoria parcial incluida). Además, el alemán se sentía triunfador, peleaba por las victorias los grandes escenarios e incluso presentó candidatura a las carreras más prestigiosas del calendario internacional, como las Clásicas de las Árdenas o algún que otro Mundial. Todo ello hasta que llegó el punto de inflexión.
Y es que al inicio, cuando hablábamos de que no son únicamente los factores deportivos los que influyen en el rendimiento de los deportistas, nos referíamos a esto. No sabemos si fue algo profesional o personal, pero 2022 cambió la carrera de Schachmann. En septiembre de dicho año, la crisis de rendimiento y de salud que atravesaba le hizo parar. Recomendado por los médicos, decidió tomarse un descanso hasta la temporada siguiente, con la intención de resetear su cuerpo y su mente tras acumular mucha fatiga -física y mental- en los últimos años. Una fatiga de la que nunca ha acabado de recuperarse.
Desde entonces, abandonos, resultados muy discretos y muy poca presencia en carrera. De hecho, apenas cuenta con una victoria (en una carrera menor como el Sibiu Tour) en los últimos tres años y medio… ¡algo inimaginable si pensamos en el Schachmann que deslumbró a todos en el pasado!
Ahora, el ciclista alemán regresa a la estructura que le hizo convertirse en ciclista. Schachmann vuelve a Quick Step con la intención de recuperar su mejor versión y de volver a sentirse, como lo fue en el pasado, un ciclista ganador. ¡A los 31 años la vuelta al origen puede ser su último tren!

Buchmann y un descenso imparable
De ser la gran esperanza del ciclismo alemán en las grandes vueltas a tener que ‘buscarse la vida’ un(os) escalones más abajo para seguir compitiendo al máximo nivel. Y es que el rendimiento de Emmanuel Buchmann ya no le da para compartir equipo con los Roglic, Lipowitz, Vlasov o Hindley del actual Red Bull-Bora. Por ello, ha tenido que buscar cobijo en Cofidis, en donde tratará de volver a sentirse líder de un equipo y pelear por las posiciones de prestigio en las carreras por etapas.
Y es que no hace tanto, el escalador alemán peleaba de tú a tú con los grandes vueltómanos del pelotón. De hecho, en 2019 fue cuarto del Tour de Francia. En ese sentido, Buchmann nunca ha sido un ciclista vistoso. Vistoso si nos atenemos a su carácter, poco ofensivo, más bien conservador, o a su búsqueda de triunfos parciales (apenas seis en toda su trayectoria). Pero sí que era uno de los vueltómanos con mayor regularidad del mundo, algo que había sido muy valorado por Bora hasta la fecha. Pero si un ciclista no pelea por victorias, no brilla en las generales y tampoco acaba de ayudar a su equipo como gregario, probablemente no pueda seguir en una escuadra con la exigencia de Red Bull-Bora que, por cierto, no le llevó a ninguna gran vuelta en 2024.
Por ello, a sus 32 años, en plena madurez como ciclista, Buchmann ha decidido dar un paso atrás y tratar de encontrarse con su mejor nivel -lo que implica recuperar la regularidad en las vueltas por etapas- en Cofidis, un equipo con menos presión a todos los niveles, en el que deberá suplir la figura de Guillaume Martin liderando al equipo en las carreras de una y tres semanas, así como en las montañosas clásicas francesas. ¿Levantará el vuelo el ‘fénix’ alemán?

El expediente Remi Cavagna
Este es un caso diferente al del resto pues el problema de Remi Cav
agna sí parece haber sido detectado. Y es que cuando el río suena, agua lleva. Y no hablamos de sus cualidades físicas y deportivas, que, viendo su trayectoria, están fuera de toda duda. Pero sí de la vertiente más mental, de la parte emocional que parece haber frenado la carrera de un ciclista llamado a triunfar en grandes escenarios en base a su potencia y a su capacidad contra el crono.
Cavagna salió de Quick Step (su ‘casa’ desde sub23) porque no le convencía la forma de liderar de Lefebvre y del equipo: no le gustaba su calendario, los cambios de última hora… En 2024 inició una nueva etapa en Movistar con la intención de brillar allí donde en la formación belga, al parecer, no le dejaban. Pero nada salió como él quería… ni como quería Movistar, claro está.
Ni los resultados, ni la forma, ni la relación con el equipo… no le salió absolutamente nada en la estructura telefónica. “Vine al equipo para progresar y siento que he dado un paso atrás en pocos meses”, dijo en el pasado mes de junio, criticando las prácticas de la formación española, sus métodos de entrenamiento, el idioma utilizado… No fue un problema físico, fue un problema mental. “Cuando la cabeza no está aquí, las piernas tampoco”, declaraba a Marca poco antes de finalizar, aún con contrato, su relación profesional con Movistar.
Ahora, el ciclista de Clemont-Ferrand recala, por primera vez como profesional, en un equipo de su país. Cavagna, a sus 29 años, buscará recuperar su mejor versión, física y emocional, en Groupama-FDJ, (nótese cierta ironía de aquí en adelante) un entorno en el que le ‘mimarán’, en el que respetarán su calendario, en el que le hablarán en francés y en el que gozará de libertad absoluta en las cronos, en las clásicas, en las etapas… ¡siempre que no invada el terreno de Stefan Kung! ¿Volverá Remi a cometer los mismos errores del pasado?

Gianni Moscon, el indomable
Nos divierte mucho el salseo, pero no, no me voy a poner a hablar de los mil y un líos en los que se ha metido Gianni Moscon a lo largo de su trayectoria… Más bien me voy a centrar en lo que podía haber sido el italiano y, probablemente, nunca será.
Y es que Moscon es un ciclista con capacidad para ganar prácticamente en cualquier escenario: en un sprint reducido, en una aventura en solitario, en una escapada de media montaña, en una clásica… Por talento, las opciones de éxito que ha tenido a lo largo de su carrera han sido infinitas… ¡pero no ha sabido aprovecharlas! De hecho, el ciclista de Trento aún no sabe lo que es ganar en el World Tour -si obviamos el Tour de Guanxi de 2018, de la máxima categoría, pero cuyo nivel no fue precisamente de WT-.
De nada le sirvió a Moscon cambiar de Ineos a Astana en la búsqueda de menor presión, de mayor libertad… El italiano todavía no ha mostrado su mejor versión y es más que probable que su indomable cabecita tenga la culpa.
Ahora, a los 30 años y tras una temporada positiva en Quick Step, en la que se le ha visto más maduro, más centrado y más regular, especialmente como gregario de Evenepoel, tratará de hacerse un hueco en una estructura plagada de estrellas como Red Bull-Bora. Para ello, tendrá que mostrar de nuevo esa madurez, asentándose como un apoyo importante para los grandes líderes del equipo alemán en las citas más relevantes de la temporada, y demostrar su calidad en las ocasiones en las que disponga de cierta libertad.
¿Sabrá el italiano avivar sus cenizas y transformarlas en una fogosidad positiva o seguirá siendo un espíritu indomable?

Adrián González Blanco es cántabro, periodista, y amante del ciclismo. No, no tiene relación con el mítico ex-futbolista del Real Madrid. Sí tiene que ver con unos análisis audaces e infalibles sobre la actualidad ciclista a través de radiografías exactas y siempre interesantes.