¡Un reto más conseguido!
Hace apenas una semana tomamos parte en la marcha ciclodeportiva Desafío La Titánica, en el paraíso de Gran Canaria.
Nos habían advertido que no era una ciclodeportiva cualquiera: sobre el papel ya pintaba dura, pero, una vez allí, pudimos comprobar que era mucho más exigente de lo esperado.
La isla nos esperaba para disputar tres grandes etapas, recorriendo principalmente el suroeste, un territorio árido y muy accidentado, plagado de montañas y barrancos. Tres etapas ciclodeportivas a tráfico cerrado, con pequeños tramos cronometrados.
Gracias a los chicos de Free Motion (la tienda más importante especializada en ciclismo, alquiler de bicicletas y complementos en las Islas Canarias), pudimos participar en la prueba con dos maravillosas Cannondale equipadas con unos desarrollos muy apropiados para este desafío: un plato compact (50-34) y una piñonera de 12 velocidades con un piñón más grande de 34 dientes. Y no, por mucho que parezca mentira, no nos sobró nada. ¡Fue el desarrollo perfecto!
Nos plantamos en la línea de salida de la primera etapa, «Serenity Climb», con 50 km y +1056 m de ascenso positivo. La salida fue por grupos de edad y sexo, lo que significó que nos tocó salir en diferentes tandas. Las chicas salieron tranquilas, pero entre los hombres fue la auténtica guerra desde el inicio, aunque el tramo cronometrado no comenzaba hasta el kilómetro 11. Al llegar al inicio del puerto Alto de Cruz de San Antonio (más conocido como Serenity Climb), comenzaba el tramo cronometrado de 10 km al 6,5% de pendiente media.
Un puerto espectacular, una carretera serpenteante escalando la ladera de la montaña que recordaba las conocidísimas Tornanti del Stelvio. Nos dejó sin palabras: un paisaje y carretera impresionantes, con rampas que en algunos casos superaban el 10%.
El segundo día del reto, la etapa se denominaba «Top Artenara», una etapa puramente competitiva que consistía en dar cinco vueltas a un circuito con principio y final en el pueblo más alto de la isla, Artenara, situado a 1270 m sobre el nivel del mar.
Era un circuito de 11 km en el que el 50% del recorrido era bajada y el 50% subida. Como no podía ser de otra manera, tenía una bajada muy técnica entre pinares y una subida rompepiernas que alternaba grandes rampas con pequeñas bajaditas. Eso sí, todo estaba acompañado de un paisaje de ensueño. Este día decidimos no apretar del todo, sabiendo lo que venía el tercer día…
La tercera etapa, «Valle de las Lágrimas», es la etapa reina del desafío: una etapa de 95 km y +2400 m de desnivel acumulado que, al superarla, podemos afirmar que los ciclistas que la completamos somos auténticos titanes.
Constaba de dos puertos. El primero era un puerto de 2ª categoría, Degollada de Tasartico, de 9 km al 5% de pendiente media. Un puerto engañoso con una bajada de 2 km en medio… así que podéis imaginar las rampas que tenían los 7 km restantes para mantener esa media. A mitad del puerto pasábamos junto a los Azulejos, unas impresionantes paredes de roca de tonos azulados causados por erupciones volcánicas en contacto con el agua del mar.
Tras un merecido avituallamiento en La Aldea de San Nicolás y una vez agrupados todos los participantes, iniciamos el temido Valle de las Lágrimas (bautizado así por las lágrimas que brotan de los ojos de los ciclistas al enfrentarse a rampas tan duras).
Un puerto que nos resultó ser más bonito y duro de lo que esperábamos: 21 km de auténtico disfrute y sufrimiento, ascendiendo por las laderas de las montañas con rampas que en muchísimos casos superan el 20% de pendiente. A esto se suma un asfalto roto que acentúa aún más la dificultad.
Sufrimos mucho, sobre todo en los últimos 5 km del puerto. Cuando crees que lo tienes hecho, aún quedan grandes rampas por afrontar. Pero, a la vez, lo disfrutamos, ya que el entorno y sus paisajes no dejaban de sorprendernos con cada pedalada.
Una vez superado el puerto, sólo quedaba descender hacia el Puerto de Mogán para colgarnos nuestra medalla de Titanes y disfrutar de un gran avituallamiento final.
Desde aquí queremos dar las gracias a DG Eventos por la gran organización de esta prueba. Queremos destacar lo seguros que nos sentimos en todo momento al ir encapsulados con tráfico cerrado, así como los generosos avituallamientos que encontramos a lo largo de la prueba.
Para terminar, sólo podemos añadir que Gran Canaria es un paraíso ciclista total. Eso sí, aquí la gente está muy fuerte, y, para quienes desconozcan la zona, sepan que Gran Canaria no tiene ni un solo metro llano: ¡todo sube o todo baja! Y, cuando sube, sube bastante.
La Titánica nos ha encantado, ¡la recomendamos sin duda! Que este año 2025 se haya celebrado ya su edición número veinte dice mucho de este evento.
El año que viene, si podemos… ¡VOLVEREMOS!
Os dejamos el video completo de nuestra aventura
Equipo SeBe Team
https://www.youtube.com/sebeteam
@sebeteam20

Eva y Xavi, del Sebe Team, son un equipo apasionado por el cicloturismo. Eva aporta entusiasmo y atención a los detalles. Xavi complementa con una perspectiva técnica. Juntos, transmiten su pasión y nos la acercan en su canal de YouTube a diario.