Sin paños calientes: ¿es el Giro 2025 la última oportunidad de Mikel Landa para conseguir una victoria o añadir otro podio a su palmarés?
Mientras comienzo a escribir esto, se acaba de hacer oficial la noticia de la renovación de Mikel Landa por un año más con Soudal Quick-Step, aunque quizá eso no repercuta en el contenido que vamos a tratar aquí.
Llevo semanas queriendo afrontar este relato, ya que tengo una sensación extraña con Mikel. Creo que está ante su último baile en el Giro y, probablemente, ante su última opción de conseguir algo grande. Me explico —y que no se me enfade ningún landista.
Mikel cumplirá 36 años en diciembre y, a sus 35 primaveras, aunque sea un fondista, es lógico que su nivel tienda a decrecer. Tras haber gozado de numerosas oportunidades en su carrera, puede que esta sea su prórroga. Un corredor que ya tiene dos podios en Italia y que puede repetir éxito en esta tentativa, pero que, a su edad, también mantiene la ilusión de levantar los brazos una vez más antes de afrontar su retirada.
Nadie esperaba verle al nivel del año pasado en el Tour, donde fue, junto a Almeida, el mejor de los mortales. Pero los años pesan, y aunque no nos guste ver la realidad, Mikel está cerca de sus últimas pedaladas al más alto nivel. Por lo tanto, debe aprovechar esta oportunidad de liderazgo y la falta de rivales extraterrestres para darse un homenaje.
Este año, para más inri, llega con unos resultados muy interesantes: fue séptimo en Tirreno y cuarto en Catalunya, en carreras donde suele rendir algo por debajo de su nivel. Ahora, en Italia, debe reencontrarse con sus mejores piernas en la carrera que más alegrías le ha dado como profesional.
Hace unas semanas tuvimos la suerte de charlar con él, y nos comentaba que, más allá de optar a subir al podio, su verdadera ilusión era volver a ganar. El alavés echa de menos levantar los brazos, algo que no sucede desde 2019 (con la general de Burgos 2021 como excepción). Seis años son demasiados para un ciclista de la calidad de Mikel Landa. Debe ser ahora o nunca.
Tengamos en cuenta que esto no es una crítica hacia Mikel, sino más bien un pequeño alegato, un discurso motivacional. En Soudal siguen confiando en él; para muestra, un botón. Y sí, con esta ampliación de contrato podrá gozar de un año más, pero ahora parece que Remco no será su único rival. Junto al líder indiscutible del equipo, empiezan a asomar la cabeza corredores más jóvenes. Paret-Peintre, Van Wilder o Lecerf son ciclistas que están subiendo su nivel y ganando cada vez más peso en el conjunto.
Por lo tanto, si Mikel es capaz de cabecear a gol este último córner, si reencuentra sus piernas un año más y nos deleita con otra de sus irreverentes actuaciones, el landismo —y un servidor— seremos felices. Pero si esto ocurre, este será su éxito más especial, el de un ciclista incansable que ha sabido mantenerse durante toda su carrera luchando contra viento y marea por seguir en la élite.

Alberto aterriza en Le Puncheur por elección propia después de haber dirigido durante 6 años otro proyecto relacionado con el atletismo. Deportivamente dedicado a la marcha atlética, pero apasionado de ciclismo desde que tiene uso de razón, este Toledano viene a darnos su punto de vista siempre desde el lado mas objetivo posible.