Pico Villuercas, la gran sorpresa de la Vuelta’21

El Villuercas lleva tiempo sonando como final de etapa de la Vuelta a España. Y no es de extrañar, porque a su asfaltado se le une que se trata de una subida excepcional, balcón sobre Guadalupe, uno de los pueblos más bonitos de España, y las sierras contiguas. Un entorno que fue azotado por el fuego hace algunos años y que está recuperando su esplendor poco a poco. Como colofón a tanto trabajo bien hecho, será una fiesta del ciclismo el próximo mes de agosto.

La subida final, por buena carretera y con ascenso sobre unos porcentajes asumibles, debe ser suficiente para ver mucha batalla entre los favoritos. Pero en esta ocasión nos vamos a centrar en la subida anterior, por el cemento que asciende a Las Acebadillas, una tortura con tres kilómetros de infarto que los corredores afrontarán a mitad de la etapa.

Al bonito trazado del piso se le une un paisaje espectacular y unas vistas que nos darán bastante vértigo. La ascensión es vertiginosa, subiendo casi 400 metros en apenas 3 kilómetros, lo que da idea de la dureza. La pendiente media de ese tramo supera el 13% con puntas en ocasiones del 20%. Un muro que dejará a los ciclistas en el collado de Ballesteros, puntuado de primera categoría.

La vertiente de Guadalupe (reasfaltada recientemente) verá a los ciclistas descender hacia la localidad cacereña. Tras un rodeo, se volverá a subir este bonito puerto (ver reportaje y fotos de esta vertiente).

Enlace al vídeo de la ascensión, por RTVE

Fotos: Franci García / Andalucía Cicloturismo Altimetría: Migue Baeza / Andalucía Cicloturismo

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