Así es el Astana Qazaqstan para 2024…

Es verdad que el Astana necesitaba un lavado de cara. Necesitaba reconvertirse o morir, y se renueva de forma parcial con fichajes más que interesantes. Sigue la idea de que Mark Cavendish consiga el récord de victorias de etapa en el Tour de Francia y la han apoyado con incorporaciones como Davide Ballerini o Michael Mørkøv, que no son los únicos que refuerzan ese área del sprint. También llegan Rüdiger Selig y Max Kanter, al que ojalá veamos brillar de forma individual.

La principal idea ha sido ésa: reforzar la parcela de hombres rápidos, pero no la única. Traen a un corredor africano muy interesante, Henok Mulubrhan, que procede de Bardiani. Lorenzo Fortunato se incorpora a la disciplina kazaja y que aún está por explotar. Ide Schelling llega del Bora Hansgrohe y que es un buen rematador en media montaña. El noruego Anthon Charmig, del Uno-X, era un puncheur de bastante clase y ahora se incorpora.

Están otros jóvenes como Harold Tejada, al que habrá que observar una interesante progresión, o Michele Gazzoli, quien pese a sus idas y venidas es un corredor a tener en cuenta, o Santiago Umba, quien era una de las grandes promesas del ciclismo colombiano años atrás. El resto se compone de corredores que ya son veteranos en la casa, como Alexey Lutsenko, que acaba siendo quien saque las castañas del fuego al Astana, como Simone Velasco, como Cees Bol…

Ciclistas interesantes en mezcla con otros más desaparecidos como Samuele Battistella, quien vivió un paso atrás grande en 2023, o el gigantón Gleb Syritsa, que cuando irrumpió en el panorama profesional parecía que iba a romper los moldes y ha vivido más eclipsado de lo deseable. Un equipo que mejora sensiblemente, pero que puede seguir lejos de lo que era este equipo algunos años atrás. Confiemos en el paso adelante que se intuye esta temporada, pero no deja de ser cierto que les queda un mundo por crecer

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Foto: Sprint Cycling Agency