Luke Plapp: el talento de Brunswick

Domingo. 7 de enero. Buninyong, Australia. Es la una del medio día cuando se da el pistoletazo de salida del Nacional australiano de ruta. El día es lluvioso, hay caras descolocadas. Un favorito claro, Lucas ‘Luke’ Plapp. Muchos pretendientes. Las cosas se definen rápido. Solamente dos horas de competición y Luke, nuestro favorito, lanza su ataque. Junto a él, marcha su compañero de equipo Chris Harper, y restan 100 kilómetros para la meta. Pero eso no importa. Nadie daría caza a Luke antes de la línea de meta, que llegaba junto a Harper para conquistar su tercer campeonato australiano de ruta. Solamente tres días después de haber logrado el nacional de contrarreloj, el segundo para él.

Ese día, Plapp lograba muchas cosas. La primera, demostrar que el cambio de equipo le había servido, que tenía ganas de seguir demostrando el corredor que era. La segunda, que el circuito de Buninyong es perfecto para él. Pero, sobre todo, demostraba que con solamente veintitrés años, iba a hacer historia en el ciclismo australiano.

De hecho, podemos decir que ha igualado un récord que ha pasado casi inadvertido, el de ser tres veces seguidas campeón de Australia. Algo que solo habían logrado dos corredores previamente: John Trevorrow (1978, 1979 y 1980) y Russell Mockridge (1956, 1957 y 1958), y, cuidado, que ha llovido. Además, está cerca de batir otro, algo discutible por cierto, el de ser el corredor australiano con más Nacionales, récord que recae en las espaldas de Hubert Opperman (1924, 1926, 1927 y 1929), aunque con ciertos matices. Pues hasta 1949 el Nacional australiano se disputaba bajo el amparo de carreras como el Warrnambool to Melbourne Classic o el Premio Dunlop. Y en formato que más bien cuadraría con pruebas de larga distancia. Así que quizás y para ciertos escépticos (como yo), si Luke gana un Nacional más, no tendrá comparación. Por el momento.

Ahora hagamos un breve ejercicio. Rebobinemos la cinta. Retrocedamos unos años. No tanto como para hablar de la infancia de Luke en Brunswick, pero sí lo suficiente para entender quién es este corredor.

Año 2020. Luke recibe una beca importante en el país, accediendo al ‘Sport Australia Hall of Fame Scholarship and Mentoring Program‘. Era el quinto deportista australiano que lo hacía, y aunque es cierto que luego han venido muchos más, Luke ya había demostrado el talento suficiente como para destacar. En la pista había sido campeón del mundo de Madison y de los puntos. En la ruta había logrado ser segundo en los mundiales contra el crono de la categoría junior, en 2018 y tras Remco Evenepoel. Además de ganar el continental y el Nacional, ambas pruebas contra el crono y esa misma temporada. Razones suficientes como para pensar que Luke tenía futuro.

En ese 2020, además de dicha beca, lograba un contrato profesional, el InForm TM Insight Make. Escuadra en la que compartiría espacio con otros talentos australianos como Patrick Eddy, Blake Quick o Kelland O’Brien. Escuadra que le permitiría seguir creciendo para, en su segundo año, saltar como stagiare al INEOS Grenadiers en 2021, un año en el que volvió a ser plata de los Campeonatos del Mundo, esta vez en la categoría sub23, esta vez tras Johan Price-Pejtersen. Además de entorcharse su primer campeonato australiano contra el crono.

En ese 2022, primer año integro con INEOS, empieza a deslumbrar el corredor del que tantos hablan. Un corredor que no solamente brilla en la lucha individual, sino que también lo hace en otros escenarios, incluida la montaña. Rompe esquemas y, aunque muchos quizás esperaban más de él, cierra la temporada con su primer Nacional de ruta en el zurrón, un top 10 en una vuelta World Tour como Romandie y un pódium en una carrera por etapas, tras Jay Vine y de nuevo Remco Evenepoel, en tierras noruegas.

Llega 2023. Y nuestro querido Luke empieza como un torbellino. Triunfa de nuevo en los australianos de ruta y llega la carrera donde quizás demuestra realmente quién es: el UAE Tour. Ya lo había hecho bien en la temporada pasada, pero ésta venía con todo. Acaba segundo tras un Remco Evenepoel imperial, pero demuestra a cada segundo talento, arrojo y capacidad. Dejando una imagen breve, pero suficiente como para saber ante que tipo de ciclista estamos. Hay pocos corredores con capacidad de cerrar un abanico de la manera que él lo hizo.

La temporada continúa, pero él ya no vuelve a brillar. Luke demostraba que necesitaba un cambio y que, con tan solo 23 años, tampoco había mucho que pensar. Encontraba acomodo en casa, en la estructura del GreenEDGE, actual Jayco AlUla. Un lugar donde los australianos han demostrado tener acomodo, dónde mejor que en casa sino. El circulo se cierra, la temporada comienza y los Nacionales se van a las espaldas de nuestro protagonista. ¿Qué le deparará esta temporada? Confiamos en que al fin pueda encontrar la regularidad que busca y brille, brille con la luz propia que posee.

Fotos: Jayco /  Josh Chadwick / Bicycling Australia