25 años de La Fauniera y el Angliru

En 2024 se cumplen 25 años del estreno de La Fauniera y del Angliru. La temporada 98 dejaba claro en las Grandes Vueltas que los escaladores estaban de moda, y que los seguidores y tiffosi habían tomado partido. El espectáculo estaba en las subidas. El espectacular doblete de Pantani en Giro y Tour. La valentía de Fernando Escartín en Alpes y Vuelta. La explosión del ‘Chava’ Jiménez con cuatro etapas frente a su compañero Olano. La resistencia de Tonkov y Guerini… Había que tomar nota.

Y en esto Giro y Vuelta se propusieron poner reclamos para tentar a los escaladores. Y en el caso de la Vuelta, intentar traer a la estrella del momento, Marco Pantani, a luchar contra la armada española. Aún más viendo que el italiano estaba disgustado con el “blando” recorrido del Tour. Ambos recorridos iban a estar trufados de puertos, si bien el estrellato no iba a ser igual para ambos. El Angliru iba a ser el puerto estrella de la Vuelta, mientras La Fauniera era uno más entre Manghen, Gavia o Mortirolo.

Y así es cómo empieza la historia de La Fauniera en Italia y del Angliru en España. Subidas que han seguido un camino totalmente distinto, puesto que el Angliru se ha convertido en santo y seña de la Vuelta. Mientras que la Fauniera ha quedado en el pasado, como un mito que por unas causa u otras no termina de volver. La Fauniera, un puerto largo y de más de 2400 meros de altitud con rampas duras y sostenidas, mientras que el Angliru es un puerto más bajo y más corto con rampas suicidas en su segunda mitad.

Curiosamente, la montaña italiana no iba a ser protagonista solamente en su ascenso, con un Pantani desatado y un ‘Chava’ Jiménez que, tras protagonizar el primer ataque, terminaría hundiéndose. En su descenso, dando el espaldarazo al joven Savoldelli (ganador de la etapa finalmente en Borgo San Dalmazzo) como uno de los mejores descendedores de siempre, cazando y dejando a todos en el descenso tras llegar a la cima con tiempo perdido. Una etapa que dejaba momentos para el recuerdo. Como, por ejemplo, un duelo entre Gotti y Pantani que iba más allá del vivido en La Fauniera, llegando a “chocar” bicicletas en el posterior ascenso a la Madonna del Coletto, con Gotti incorporándose para aplaudir al ‘Pirata’.

El líder Jalabert cedía en meta la maglia rosa a Pantani en un día que tenía a Savoldelli (ganador de etapa) y Daniel Clavero (llegaba en el grupo de Pantani y Gotti tras Savoldelli) como grandes triunfadores.

Y si bien el caso de La Fauniera no fue debidamente publicitado, no podemos decir lo mismo de un Angliru que ocupó portadas de periódicos deportivos, con los grandes escaladores yendo a reconocerlo. Con un José María Jiménez que parecía encontrar su estímulo tras un decepcionante Giro. Un Angliru que se iba a estrenar el mismo año que el maillot oro, en un preludio de lo que iba a ser la etapa.

Y toda la expectación creada con el Angliru fue recompensada con un auténtico etapón. El mejor con llegada a este puerto, en el que la meteorología no fue nada benigna para los ciclistas. Con múltiples caídas (el líder Olano entre ellos, o Escartín, que tendría que abandonar). Y con un sálvese quién pueda desde el descenso de La Cobertoria que quedó rematado en la lucha en la subida final entre Olano y Ullrich. O entre Heras y Jiménez, y con un Tonkov que parecía iba a ser el primer ganador en la cima. Hasta que llegó Jiménez entre la niebla para quitarle la victoria en los últimos metros.

Sin duda, dos puertos (uno de paso, otro final en alto) que han tenido un destino muy distinto. Pero que tuvieron un estreno que sin duda dejó recuerdo en los aficionados, que por aquel lejano 1999 veían un ciclismo que parecía querer resurgir de las polémicas del dopaje a través de la mítica de las montañas y con la fuerza de los escaladores.

Fotos: EFE / Cuneo / Sirotti / Bicisport