Hablamos con Sebastián Unzué, uno de los hombres fuertes del Team Movistar. Tanto la versión masculina como, sobre todo, la femenina dejan caer mucho peso los hombros de este nacido en 1991. Hijo del mítico Eusebio, en alguna otra entrevista ya declaró que le parece «imposible conseguir lo mismo que mi padre en 40 años». Los Unzué, una familia altamente ligada al deporte y a un equipo, el Movistar, cuya saga continúa. El adiós de Van Vleuten, la dificultad de plantar cara a proyectos con mejores cartas en lo económico y un año repleto de cambios son los retos por afrontar en 2024.
Te defines en Twitter como Chief Operating Officer. ¿Cuáles son tus funciones exactamente dentro de Abarca y Movistar?
Sebastián Unzué: «El 80% de mi tiempo se lo dedico a todo lo que es la gestión del equipo femenino. Va desde la confección de la plantilla, la negociación de todos los fichajes, con todo lo que eso conlleva. En el área técnica, llevo más los programas de carreras, primero del equipo y después de cada corredora. También marcar los objetivos a corto, medio y largo plazo. En carrera, intento ser todo el apoyo que puedo, junto a los directores. Tenemos dos grandes directores conmigo, que son muy trabajadores, y me da la tranquilidad de saber que cuando llego a carrera todo está preparado y pensado. Les dejo hacer, que ellos son los expertos. Yo intento ser un apoyo, aportar tranquilidad y seguridad cuando hace falta e intentar sumar.
El porcentaje restante, estoy en la dirección de Abarca Sports, que lleva ambos equipos, además de otros proyectos que se gestionan desde la empresa, como el equipo de gravel, de EA Sports, etc. La responsabilidad recae sobre nuestro CEO, que es Miguel Grávalos, pero yo soy un apoyo, una segunda opinión e intento lo mismo: aportar, sumar y ser constructivo en todo lo que puedo.
También estoy involucrado en el equipo masculino. No estoy en el día a día ni involucrado en decisión de calendarios, etc. Pero sí que estoy en la parte de confección de plantilla y negociaciones. En este último apartado, me reparto con mi padre (Eusebio) los grupos de representantes. Él lleva más la parte latina y yo con los de habla anglosajones. Por idioma era lo más operativo. Cuando empecé también estaba en el área de comunicación y marketing.
Tuve la suerte de trabajar con Dani Sánchez y Juan Pablo Molinero, entre otros, que estaban desde que yo llegué. Cuando me piden una mano en sus respectivas áreas, intento también sumar. He sido parte de ellas, he estado en el día a día, así que me siento cómo cuando necesitan un cable, que no suele ser de manera muy habitual. Todo eso sería una descripción de lo que hago, de mi día a día, de mis responsabilidades»
Todo el tema de fichajes y negociaciones es cada vez más complicado. ¿Hasta qué punto?
SU: «Lo que está cada vez más complicado es convencer al talento. Lo puedes intentar convencer con muchos argumentos, pero hoy día hay uno con muchísimo peso, que es el dinero. Si la diferencia económica es muy grande, al final hay poco que hacer. Hay equipos con presupuestos mucho mayores y las ofertas que pueden hacer son ofertas a las que no podemos llegar. En ese sentido, sí que es complicado. En otro aspectos, no veo diferencia con años anteriores. La complicación viene por competir contra presupuestos muchos mayores»
¿Causó mucho trastorno la no llegada de Carlos Rodríguez?
SU: «Es jodido perder a un corredor con el que cuentas y en el que tienes puestas muchas esperanzas porque piensas que es un encaje perfecto para el equipo. Como en todo. De este tipo de ocasiones acaban saliendo otro tipo de oportunidades que acaban siendo todavía más interesantes de cara al futuro. Este año no ha llegado Carlos (Rodríguez), pero estoy convencido de que cada año seguiremos teniendo un equipo muy competitivo. También creo que lo que hemos fichaje es gente que genera mucha esperanza. Lo de Carlos fue digerirlo, asimilarlo, aceptarlo y seguir trabajando. Yo lo hice en verano, cuando vi que iba a ser casi imposible que se respetase el acuerdo que teníamos y viniese con nosotros.
Y ya está, pasas página e intentas intentar sacar partido a lo que tienes, que creo que es también mucho y muy bueno. La gente a veces te dice que no llega Carlos y no llega nadie en su lugar. Pero es que en el mercado hay lo que hay. No es todo tan fácil como decir: este corredor está libre, lo quiero, lo tengo. Las cosas son complicadas, los encajes tienen que ser ideales, hay muchos equipos muy buenos y muy atractivos que también tienen capacidad de convencer a grandes corredores. De lo que estoy convencido es de que ese espacio que queda lo aprovecharán otros corredores. Si algo tenemos es bastante juventud con potencial. Quién iba a creer hace un año y pico que íbamos a ver al Lazkano que vimos en 2023. Sé de muchos que sí. Pero también de otros que no se lo imaginaban.
Tampoco se imaginaba nadie el nivel que ha alcanzado Matteo Jorgenson cuando llegó a Movistar. Tengo la esperanza de que pase algo similar con los corredores que han llegado, por qué no. Hay talento: Canal, Pelayo, Manlio, gente algo más veterana como Cavagna y Formolo, que están consolidados. Al final queda una plantilla súper compensada. Si lo de Carlos hubiese sucedido, tal vez no se hubiese abierto la puerta a Nairo (Quintana). Veremos a final de temporada cómo hemos acertado o cómo hemos errado. Creo que va a ser un buen año. Tenemos una buena plantilla»
¿Es 2024 un año complicado?
SU: «Después de las concentraciones me di cuenta de que es el año que más ilusionado estoy. Por ambas partes, por la masculina y la femenina. Hay plantilla, hay talento, hay ganas de trabajar, un grupo humano que va mejorando cada año. Los cambios del equipo de rendimiento van a ser muy positivos. La primera sensaciones son muy buenas. Se respira positivismo y optimismo, y esas cosas son claves para tener una temporada de éxito. Tanto o más que tener una plantilla ultra competitiva. Estoy tranquilo y optimista, sinceramente»
¿Es difícil este modo de vida?
SU: «Es lo que he vivido en casa. Este trabajo, además, no es de 9 a 17 en la oficina. Es un trabajo que te llevas a casa, que te implica estar viajando permanentemente por todo el mundo y perderte muchas cosas de tu familia. Eso lo he vivido yo con mi padre desde pequeño, el ciclismo ha sido una parte importantísima de nuestras vidas. Todo el deporte en general, porque con mi tío Juan Carlos (Unzué), primos que también se han dedicado profesionalmente al deporte y siguen involucrados, en mi familia el deporte ha sido siempre religión.
Creo que cuando tienes la suerte de poder vivirlo desde dentro desde niño y de disfrutar cosas que nadie o casi nadie tiene la fortuna de ver desde tan cerca. No entendería la vida sin el ciclismo. Y eso que no lo practico. Soy casi un adicto, un obseso. Es lo único que he visto desde pequeño. Mi padre, el espejo en el que me miro, tenía esta vida. Entonces entiendo que durante muchos años mi deseo era algún día poder hacer lo que hace él. Por suerte, lo estoy viviendo, hago lo que me gusta en el deporte que he mamado desde pequeño, mi mejor pasión. Me considero un afortunado»
¿Cuáles son tus primeros recuerdos de ciclismo?
SU: «Soy muy malo para las memorias de la infancia, no tengo muchas. Ni del ciclismo ni en general. Sí recuerdo el ir de muy niño a las carreras, estar con los corredores. A Chente (Gª Acosta) ahora le considero un amigo, pero digamos que me ha visto nacer y crecer. Tengo recuerdos de José Iván Gutiérrez, al Penkas (Pablo Lastras), a Mancebo, que en aquel momento era mi favorito junto con el Chava (Jiménez)»
¿Cómo valoras la retirada de Van Vleuten? ¿Es momento para hacer balances de su paso por el equipo?
SU: «El antes y el después sucedió con su llegada. Ahí pasamos de ser un equipo más a ser uno de los grandes. Tengo la sensación de que estamos simplemente continuando el ciclo, que hemos asentado bien las bases. Toda la materia de fichajes y la estrategia estaba dirigida también al día en el que ella (Annemiek Van Vleuten) no estuviese, claro. Llegó con 39 años y era de sentido común pensar que no iba a ser un proyecto para 8-9 temporadas. Al final hemos ido reforzando pensando en lo que nos venía desde esta temporada.
Creo que hemos acertado con todas las corredoras que hemos traído y ahora lo que debemos hacer es seguir lo que se inició hace unos años con ella. Y demostrar que este equipo es mucho más que haber contado con una gran corredora como ha sido ella. Hemos tenido la suerte de tener a la mejor líder que nunca podríamos haber tenido. De no haber contado con las chicas que ha tenido a su alrededor, probablemente no hubiese podido lograr tantas victorias.
Creo que las bases las tenemos, hay una cultura dentro del equipo de trabajar para una líder, de pelear por los objetivos sin hacernos pequeños y sin tener miedo a lo que tenemos en frente. Eso considero que es lo más difícil. El resto es convencer a corredoras de una gran calidad de que se complementen entre ellas para tener el equipo más compensado y sólido posible. Todas son chicas que van a progresar, que van a mejorar, y seguro que nos van a dar muchas alegrías en los próximos años»
¿Se atisba relevo? ¿Qué consecuencias va a traer su baja?
SU: «¿El relevo de Annemiek? Yo creo que su marcha no va a tener un efecto negativo en las chicas. Al contrario. Creo que detrás de ella había un grupo de corredoras que han llamado a la puerta precisamente durante el último año de Van Vleuten. Llegan ya en un momento de madurez y con ganas de demostrar que también ellas pueden hacer cosas importantes que no creo que afecte para mal. Obviamente, no contar con una ciclista como ella va a afectar a todo el pelotón. Es alguien único. Pero tengo el convencimiento de que las corredoras que siguen tienen la capacidad de hacer cosas muy importantes»
¿Qué nota le darías al primer año de Liane Lippert en Movistar?
SU: «No doy dieces nunca, porque eso significa que no se puede mejorar y no me gusta pensar eso. No le puedo poner una nota porque seguramente sería injusto. El año fue muy bueno, creo que ha demostrado consistencia y solidez, que son cualidades que se necesitan cuando quieres ser una top mundial. Ha sido una de las tres corredoras con más competición del año, ha tenido siempre responsabilidad, algunas compartida con Annemiek. Eso te quita peso por un lado, pero te añade exigencia por otro.
Responder con esa solidez es esperanzador y clave. 2023 le ha servido para madurar, para descubrir que todavía puede mejorar mucho, para darse cuenta de que puede ser más ambiciosa de lo que es. En general, la valoración es súper positiva. Es verdad que en las vueltas por etapas no ha terminado de gozar de resultados excelentes, hay que ver las circunstancias. Pero en el Tour estaba metida en la general hasta la penúltima etapa. Era un test que esperábamos con ganas para ver hasta dónde iba a poder llegar.
La caída que sufrió de salida aquel día nos impidió realizarlo. Nos hubiese gustado ver hasta dónde era capaz de llegar. Tiene potencial para ser competitiva en las grandes vueltas. No sé si ya para 2024, pero confío en que la vamos a ver en Movistar siendo competitiva. Vamos a ayudarla a convertirse en la corredora que todos nos imaginamos que puede llegar a ser. Y que esté muchos años con nosotros. Es una corredora en la que tengo confianza absoluta»
Una de las notas menos agradables ha sido la baja de tres corredoras españolas. ¿Qué pasó?
SU: «Es duro perder a gente que ha hecho tanto por que el equipo esté donde está. Pero al final con la profesionalización del ciclismo en estos últimos años, un equipo como el nuestro debe ser ambicioso en cuanto a los objetivos. Y eso conlleva tener la mejor plantilla posible. Eso implica que no haya hueco para corredoras de casa que te gustaría que siguieran, pero que al final no queda otra que terminar su ciclo. Cuesta asimilar, y tampoco me gusta que se pierda ese carácter español, latino en el equipo. Que no creo que sea así, que nuestra manera de trabajar es la que es y el grupo mezcla diez nacionalidades distintas, pero creo que todas son chicas con un carácter bastante latino.
Perdemos españolas, también llegan dos corredoras muy jóvenes, con mucho potencial. Es duro, pero es ley de vida. Los ciclos de todo el mundo terminan. Y te toca despedirte de gente con la que incluso tienes amistad. También creo que en los casos a Alicia (González), Gloria (Rodríguez) y Lourdes (Oyarbide) un cambio de aires no les va a venir mal. Si tienen algo más de responsabilidad y pueden disfrutar de algo más de libertad, fantástico. Yo, desde luego, estaré contento de encontrármelas en carrera. Y más si son ellas las que nos hacen sufrir, porque les tienes aprecio. Un equipo se hace con el corazón, pero sobre todo con la cabeza y con frialdad, qué le vamos a hacer»
¿Qué opinión te merecen Sheyla Gutiérrez y Sara Martín?
SU: «Son dos pilares del equipo. Por un lado Sheyla (Gutiérrez) tiene una historia increíble. Desde que llegó al equipo los problemas sólo se han sucedido a su alrededor, ha sido increíble. Le ha pasado de todo, con lesiones serias. Ha seguido peleando como una «leona», que es de donde le viene el mote. Suele tener una mentalidad muy positiva y constructiva y eso le ha permitido superar todos los baches.
Ha sido una de las primeras corredoras que Annemiek ha pedido siempre que estuviese a su lado. Y eso dice mucho, porque le generaba una seguridad y confianza que sólo le podía dar Sheyla. Ha estado muy limitada por trabajar para otras. Su carácter es muy bueno, un poco de maldad le vendría bien. Cuando le das espacio, tiene instinto killer, es lista, rápida, tiene experiencia porque pasó muy joven… Es una ciclista de mucho valor. Desde fuera se valora menos, pero ese trabajo que no se ve, es muy importante.
Sara (Martín) es un caso diferente. Ha estado hasta hace poco compaginando el ciclismo con los estudios. Desde el primer año se le vio un nivel impresionante, fue la sorpresa del año para nosotros. Le toca trabajar para seguir progresando. Ya le hemos visto el potencial para hacer cosas que no puede hacer cualquier corredora. Si tiene ambición y sigue dando pasos, tenemos una ciclista muy sólida para muchos años. Vivir este tiempo cerca de Van Vleuten le va a ayudar a coger experiencia, seguro.
Las dos han estado más en sumar para el equipo. Pero estoy convencido de que pronto tendrán sus oportunidades y las aprovecharán»
¿Cómo te llega el amor por las clásicas?
SU: «El maestro que tenía en casa era más de otro tipo de carreras (risas). Es lo que vi desde pequeño y a lo que le daba más importancia. Mi padre en la vida es Eusebio, pero quien más me ha enseñado en el ciclismo es Chente. He pasado muchas horas con él en el coche desde los 18-19 años. De esas horas con él, una de las cosas que me contagió fue el amor por esas clásicas del norte. Me dijo un día que tenía que ir a descubrirlas. Nunca les había dado la importancia que hay que darles. Por su culpa me enamoré y desde entonces sentí que con las chicas podíamos encontrar diana más fácil y así fue. El equipo que hemos ido confeccionando también está hecho para ese tipo de carreras de un día.
Hemos estado cerca cuando no hemos ganado y para mí Flandes y el Tour son las victorias más especiales que recuerdo haber vivido. Flandes era la primera gran clásica que ganábamos en el femenino, nada más llegar Annemiek, además de la forma en la que soltó en el Patterberg a las rivales y dio una auténtica exhibición, etc. Cuando abrió los 11″ en la cima, sabía que no la iban a coger. Nadie es mejor que ella en eso. Ya podía venir una manada de búfalos, y aún así no le iban a echar mano. Se me hicieron eternos aquellos 13 kilómetros, pero fue una pasada»
Con la perspectiva que permite el paso del tiempo, ¿qué opinas de la polémica surgida con Demi Vollering y aquella etapa donde perdió la carrera?
SU: «Fue una polémica ridícula, sinceramente. Las SD Worx cometieron un error de juveniles y yo creo que son conscientes de ello. Cuando llevas el maillot de líder no puedes cometer esos fallos. Entiendo que estas derrotan escuecen y más así. Nosotros cometimos ese fallo el día anterior, cuando FDJ aceleró y pilló a Liane (Lippert) haciendo sus necesidades. No le lloramos a nadie, ni nos enfadamos con ninguno. Cada uno hace su carrera. Pero no se puede parar en lugares donde hay riesgos. Hubo colaboración delante, no fuimos los únicos interesados en que eso fuese hacia delante. Al final el pulso fue entre Vollering y Van Vleuten, un cara a cara.
Gaia Realini ganó la etapa, pero por los pelos, que no está ni clara la photofinish aquella (risas). Ganó, pero fue muy ajustado. La Vuelta es el ejemplo de cómo se gana una carrera con el equipo y no con una líder. Atacamos todos los días donde hubo oportunidad. Dimos batalla como bloque y esperamos a que llegase el momento, buscando todos los días trampas donde pillar a nuestros rivales. Aquel día cayeron y después esas diferencias con Annemiek son difíciles de recuperar. Aunque fuese superior Demi (Vollering) el día de los Lagos de Covadonga»
El Giro fue la última bala de Van Vleuten. ¿Cómo fue?
SU: «Para mí fue ver a la gran Annemiek. Fue muy especial porque después de la Vuelta, donde hubo dos corredoras que fueron mejor que ella en el terreno donde hasta entonces nadie le había plantado cara (Lagos). Ella tuvo que hacer un trabajo importante para mantener la confianza, la ambición, el creer que era capaz, y el Giro fue la confirmación de que seguíamos teniendo la Van Vleuten de los mejores días. Ganado con un equipo que controló la carrera y no hubo un momento en que estuviese en riesgo la maglia rosa. Fue una carrera excelente por parte de todas»
En el Tour Femmes las cosas fueron bien a medias…
SU: «El Tour Femmes no tuvo premio gordo, pero hemos soñado con ello hasta el último día. Esa mañana en Pau me preguntaba si esta mujer (Van Vleuten) iba a salir con alguna genialidad todavía. Quien no falla nunca, fue a fallar precisamente en esos dos últimos días, la clave de la carrera. Teníamos la tranquilidad de haber ganado ya dos etapas y ninguna con ella, lo cual era un alivio para el resto del equipo. Van Vleuten no lo va a decir nunca, porque nunca pone excusas, pero yo creo que algo pasaba en su cuerpo esos dos días. Sin ellos, hubiésemos estado ahí, no tengo duda»
¿Qué se busca en los fichajes para 2024 del equipo masculino?
SU: «El objetivo era mejorar la plantilla que teníamos el año pasado, y creo que se ha conseguido con la gente que ha venido. Es más completa, más compensada, con margen de progresión. Viene gente veterana como Rémi Cavagna y Davide Formolo, que son dos ciclistas que necesitan poca presentación. Si tenemos a estos dos al nivel de estos años, son corredores que mejoran la media del equipo. El resto, si quitamos a Nairo de la ecuación, son todo gente muy joven. Con capacidad para crecer, pero que no pasan directos, que están listos para explotar y dar ese paso adelante. Espero bastante de ellos. No nos podemos volver locos esperando resultados, pero creo que mejoran lo que teníamos y que está más compensada.
La llegada de Quintana añade un aliciente más. Es un tipo que lleva muchos años triunfando. Creo que es el tercer corredor con más victorias en el histórico de nuestra estructura. Está claro que no está en sus mejores años, está claro, pero él se ha cuidado siempre mucho y aún tiene ciclismo en las piernas. No le cuesta entrenar, ni cuidarse. Sólo por la forma y las ganas de trabajar. Nunca se ha ido y sigue estando aquí. Los objetivos de antaño no nos los podemos poner ahora, pero él es capaz de cualquier cosa. Lleva un año sin ponerse un dorsal, hay que tener paciencia. El deporte está cambiando todos estos años y le van a exigir una adaptación, pero no dudo en que será competitivo desde el principio. Luego ya veremos en qué nivel está y qué objetivos nos podemos plantear»
¿Será Nairo Quintana un apoyo eventual para Enric Mas?
SU: «No tenemos tantos corredores que lleguen tan lejos en montaña. Tenemos buenos escaladores, pero quizá junto a Enric (Mas) los mejores son Nairo y Einer. También Antonio (Pedrero) o el propio Formolo. Pero si llegado el punto Quintana tiene que estar al servicio de Enric, no creo que hubiese problema. Tiene capacidad para ser ese último hombre que le acompañe hasta más lejos»
¿Qué balance haces del 2023 de Enric Mas?
SU: «El primero que no está contento con cómo salió 2023 es el propio Enric (Mas). Me quiero agarrar al Enric que vimos al final de la temporada anterior. El objetivo debe ser recuperar a ese Enric y, si una vez estamos ahí tenemos todavía opción de mejorar, estaríamos hablando de un corredor para pelearlo todo. Lo que se puede hacer es trabajar pensando en que todavía podemos ver a un mejor Enric y lograr que sea consistente a lo largo del año y que tenga la confianza de ir a por objetivos ambiciosos. Porque, desde luego, capacidad física tiene para ello»
¿Es justo el trato que se le da?
SU: «A veces leo cosas en redes sociales que son para echarse las manos a la cabeza. ¿Sabemos el pedazo de corredor que es este tío? ¿Que no ataca? ¿Qué te crees, que no le gustaría? Las veces que ha tenido las piernas para hacerlo, no ha tenido miedo de hacerlo. A veces lees críticas y piensas qué injusto se es a veces con este chico. Lo que le vamos a echar de menos si nos toca una época sin ciclistas para hacer generales de las Grandes Vueltas. Ahí valoraríamos a muchos que no valoramos, como es el caso de Enric (Mas)»
Una de las mayores críticas que se leen es su falta de riesgo, de creerse sus posibilidades y lanzarse a por las carreras.
SU: «¿Dándole palos vamos a ayudar a que gane esa confianza? Igual lo que se consigue es que esas dudas sean mayores. Por eso no entiendo la posición de alguna gente en este tema. Pero es lo que hay»
¿Cómo lleváis las críticas en Movistar? Igual que os sigue un gran número de personas, también recibís mucha crítica.
SU: «El problema es que no se le puede dar demasiado valor a lo que se lee en Twitter, por ejemplo. A veces da la sensación de que es el sitio donde va la gente a desahogarse. Mucha negatividad, mucho enfado. Hay que darle el valor que tiene. Le doy más valor a lo que se escribe en prensa. Me importa más la opinión de un periodista, aunque sea crítico con nosotros, que una persona escondida detrás de un pseudónimo en su casa. Hay que canalizar las críticas y saber valorar cuáles merecen la pena, las críticas constructivas, que suelen ser con el objetivo de ayudarnos a mejorar ciertas cosas que creen que no estamos haciendo bien»
¿Cuánto se va a echar de menos a Imanol Erviti y José Joaquín Rojas en el seno del equipo?
SU: «Los años pasan para todos. Y hay un momento en los equipos que toca despedirse de ciertos corredores. Rojas y Erviti han sido dos de los pilares del equipo durante los últimos 15 años, que se dice pronto. Son bajas que son más difíciles de sustituir que la de un líder. Gente así es difícil de encontrar, con esa fidelidad y ese compromiso de seguir en el equipo cuando tenían ofertas mejores fuera. Son ciclos. Rojas ha pasado al staff, de hecho. Ambos van a ser gente de valor para el ciclismo durante muchos más años. Valen oro, van a ser tan buenos como han sido de corredores en su nueva etapa»
Qué pasada el estado físico de Alejandro (Valverde)…
SU: «Es lo que pasa cuando estás habituado a trabajar y a cuidarte durante toda tu vida, que tendrá 52 años y estará mejor que los 20. Es así. Ése es el Bala, ésa es su grandeza»
¿Qué visión y planes hay con Oier Lazkano?
SU: «Es un animal. No he visto nunca un ciclista que haga las cosas que hace Oier (Lazkano). Tiene la capacidad de asustar con sus exhibiciones. Un tipo que ilusiona y que tiene una personalidad que engancha. Es muy noble y al mismo tiempo es súper culto, que estudia y que lee mucho. Es especial. En lo que nos tenemos que centrar es en terminar de ubicarlo, en sacar su mejor versión. También entender las ambiciones que tiene él. Lo que está claro es que tenemos un corredorazo en él. El tiempo nos demostrará qué tipo de ciclista es, que es completísimo, va bien en todos los terrenos. La montaña, con el peso que tiene, la pasa de sobresaliente. Hay que tener paciencia, que conozca carreras, que coja la responsabilidad más a menudo y seguro que nos dará muchas alegrías»
¿Y con Einer Rubio? Parecía que pasaba un mal momento en el equipo hace un par de temporadas.
SU: «Parece que si con 22 años no has dado el paso definitivo, parece que no vales para esto. Hay gente como Einer que necesitan un poco más de tiempo para subir ese escalón, nada más. Cada paso que ha dado ha sido muy sólido. Estoy convencido de que no hemos visto el techo de este ciclista. Hay que encontrar consistencia, conseguir que ese nivel lo conserve todo el año. Hay margen de progresión con él, que es lo importante»
¿Qué victoria os haría especial ilusión en un futuro?
SU: «Sin duda, el Tour masculino. Es lo único que nos falta por darle a Movistar. Si no me equivoco, a todos los sponsors que hemos tenido les hemos podido dar un Tour y nos falta Telefónica. Y se lo merecen, han hecho una apuesta importante por nosotros en un momento complicado. Tenemos el femenino en las vitrinas, pero nos falta el león del masculino para ponerlo junto al de Annemiek (Van Vleuten). Ojalá podamos conseguirlo»
¿Cómo van las gestiones del segundo sponsor?
SU: «En ese tema hay muy poco que contar. Estamos en el proceso de búsqueda para acompañar a Movistar y que nos permita estar junto a los mejores. Es uno de los principales objetivos que tenemos para dar los pasos necesarios como equipo. No es que Telefónica ponga poco, pero el deporte ha crecido a lo largo de estos años y lo que antes costaba X, ahora cuesta 3X. Queremos tener un presupuesto competitivo, con diferentes frentes abiertos, en ello estamos»
¿En qué consiste el acuerdo con la Federación Saudí?
SU: «Sobre la Federación Saudí, entre las muchas conversaciones buscando patrocinadores, pasamos tiempo allí y llegamos a ese acuerdo a través del Ministerio de Deportes. Consiste en ayudar a la Federación, a modo de asesores y consultores. Que puedan desarrollar el ciclismo en Arabia Saudí básicamente, nada más allá»
Fotos: Movistar / Getty
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.
Hola Jorge:
Gracias por entrevistar al “pequeño Unzue”, muy interesante.
Por qué no le hiciste la pregunta incómoda si “los no ataques de Más” no tienen algo que ver con órdenes de arriba…de no arriesgar y así asegurarse un puesto en la general y con ello los puntos UCI correspondientes ?
O, si no se tratara de órdenes de arriba, tiene que ver con una decisión personal del corredor ya que al no arriesgar se asegura un variable en €’s al conseguir un puesto en la general y con ello unos puntos UCI según su contrato?
O lo uno o lo otro pero que hay momentos en los que decide no atacar pudiéndolo; es un hecho. Creo yo que es interesarte saberlo para así entender decisiones en carrera.
En general, no me refiero al artículo en particular, creo que no hace falta andar tanto por las ramas y que se pueden hacer este tipo de preguntas sin ofender al que está enfrente. Típico español…( querer quedar bien y sobre todo no correr el riesgo de ofender)
Escucho y veo en la tele a reporteros y pienso…que oportunidad desaprovechada…que pregunta más sosa y tonta le hace al ciclista. Los profesionales del deporte hay que sacarles de su zona de confort…si no lo haces obtienes siempre las mismas respuestas… “ que si ya veremos las sensaciones que voy a tener, que si veremos a ver que pasa, que si quedan muchas etapas…..” Preguntas y respuestas del siglo pasado. Como todos los artículos en todos los periódicos españoles que narran una carrera ciclista: “ganó Fulanito y invirtió en los 182 km’s un tiempo de 4 horas, 13 minutos y 22 segundos”. Y a quien **** le importa esto? Información completamente superflua. Acepta que el mundo cambia y cambia tú también en tu manera de escribir y en lo que escribes.
Como siempre con mi visión particular o mejor dicho no convencional; un saludo cordial,
Paco Avila
Buenos días, Paco
La pregunta que comentas es interesante. Si no se realiza no es debido a esos aspectos que comentas, y con los que puedo estar de acuerdo. Discrepo en lo de típico español. Creo en eso de típico periodismo del siglo XXI, donde se critica más por afinidad con la línea editorial de quien paga que por propio análisis profesional. Esta entrevista tendrá sus posibles mejorías, no lo dudo, pero con el catálogo de temas creo que se habla de todo lo importante. La conversación se marcha a más de una hora, muy agradable, por cierto. No hay mucho más espacio y había que elegir un número de preguntas. Del tema Enric se habla y se hacen preguntas. Pienso que ya hay contenido jugoso bastante. Aunque, claro, opiniones como los colores, por suerte.
Un saludo y gracias por comentarnos y ser crítico, como siempre
Buena entrevista, interesante ver la visión de Sebastián Unzué, sobre todo desde el lado del ciclismo femenino. Nos faltó saber que opina de Paula Patiño para 2024.
Todo un reto Movistar sin Annemiek, sin embargo con la nómina y las ganas que siempre muestran, seguramente lo van a hacer muy bien.
Muchas gracias. Habrá seguro una próxima ocasión para hablar sobre la campeona de Colombia.
Saludos.
Una entrevista brillante y sin tapujos con Sebastián Unzúe. Lo de Enric Mas es para ponerse a pensar una y otra vez. Yo soy uno de los más críticos con el equipo de jugárselo todo a una carta con una sola persona, miro a otros equipos como Visma Lease a Bike, UAE Team Emirates o Ineos Grenadiers y tienen de tres a cuatro líderes que se reparten las carreras. Cuando dejaron marchar por sus errores a Nairo Quintana y Richard Carapaz años atrás, dije que se iban a arrepentir y el tiempo me dio la razón. El año pasado ficharon a Nairo después de lo acontecido en la Vuelta España donde hubo poco protagonismo del equipo telefónico (salvo la crono por equipos de Barcelona) y actuaciones poco destacadas de Cortina en los sprints.
Veremos qué pasará este año recién comenzado, Enric Mas debe romper con su limitador mental y recuperar la mejor versión de él en 2018 cuando fue agresivo y valiente subiendo los puertos de montaña. Miro a otros ciclistas en la treintena y siguen teniendo hambre de victoria como Roglic o Geraint Thomas y siento envidia. 2024 espera oír su nombre en el podio ganando carreras.
P.D. No había comentado nada del equipo femenino, ellas son la alegría de la marca. Sinceramente siempre están sonriendo cuando ganan o pierden y se dejan todo en las carreras. Esa alegría que salen de sus corazones cuando se visten el maillot del equipo más que cuando cada una van con sus selecciones, yo lo deseo de verdad para el equipo masculino de Movistar Team. Pero tienen que creérselo de verdad.