Entre tanta marejada de actualidad, ha podido pasar desapercibida la noticia. Movistar Team ha anunciado su alineación para la inminente Volta Catalunya 2024 y, todo hay que decirlo, menuda alineación. Enric Mas, Nairo Quintana y Einer Rubio encabezan la representación de los telefónicos en terreno catalán, la primera prueba HC española de la temporada y, junto con Itzulia (Vuelta al País Vasco), el primer epicentro del ciclismo World Tour en España, que tampoco es excesivamente abundante.
El análisis del equipo lleva a pensar en el por qué de la reunión en este siete de prácticamente todos los líderes del conjunto español. La Volta es importante en los planes del equipo, como casi todo el calendario World Tour, pero lo habitual en estos casos es escalonar a los mejores ciclistas con el fin de abarcar el ya de por sí exigente calendario. Táctica que además ha sido la que ha imperado en Movistar para recolectar los dichosos puntos para amarrar la presencia de los telefónicos en la máxima categoría del ciclismo.
Quien piense que esta acumulación de hombres importantes se debe a una necesidad de mejorar resultados, se equivoca parcialmente. La temporada, en grandes rasgos, no está siendo improductiva para los españoles. Cuatro victorias a estas alturas no es un mal resultado. Cierto es que, salvo la consecución de la Clásica de Jaén por Oier Lazkano, el resto han sido victorias parciales. Bien, pero mal para un equipo acostumbrado y tradicional en la lucha por las generales. Ahí ha pinchado un tanto, en carreras de todas las dimensiones. No llega a la depresión de 2022, donde el equipo alcanzó el mes de mayo con apenas tres victorias, pero son resultados que pueden sufrir mejoras.
La perspectiva histórica no ofrece síntomas para el optimismo. Verdad que vienen carreras más favorables para los escaladores, pero si bien en Movistar tienen un equipo listo para tal fin, los rivales también dan un paso adelante en esta época, con la primavera a punto de arrancar y varias de las mejores carreras calentando en la banda. Vamos, que la competencia es máxima en un punto del año donde muchos concentran varios de los objetivos más importantes del calendario. Por eso, tal vez, el apretón de concentrar a sus grandes líderes en una misma carrera, además de ser una de las de casa. Es una época donde históricamente los resultados no han acompañado en demasía. Quizá desde la primera etapa de Nairo Quintana.
El colombiano sí que fue un estilete importante para los telefónicos. Tras haberse visto afectado por el Covid y así su calendario, el ciclista de Boyacá tiene que acumular esfuerzos de calidad de cara al Giro de Italia, su objetivo primordial para este 2024 de su regreso al Movistar. Sabe lo que es ganar en suelo catalán y va con intención de probarse. El problema viene, de nuevo, por la exigente competencia que va a encontrar. En un trazado repleto de montaña, con hasta tres llegadas en alto y puertos en casi todas las etapas, y sin contrarreloj, el colombiano tiene una oportunidad de oro para hacer crecer su forma. Pero también de mostrar armas con respecto a su equipo, donde luchará por ser el líder en el Giro con su compatriota Einer Rubio y en la Vuelta a España con Enric Mas.
El balear completó una discreta participación en Tirreno-Adriático, su debut. Empieza a rodar más tarde que otros años, es cierto, pero empieza a urgir que los buenos resultados lleguen. No porque sus objetivos aún disten en el tiempo (Tour-Vuelta), sino porque la sequía de victorias es alarmante en el caso del escalador español. Desde 2022 no consigue levantar los brazos Enric, si bien en 2021 sólo lo hizo una vez y la anterior data de 2019. Dos únicamente en el World Tour, allá por sus años de despegue como estrella del ciclismo en 2018: etapas en Arrate (Itzulia) y La Gallina (Vuelta a España). Con Movistar solamente dos: etapa en Vuelta a Valencia y Giro dell’Emilia. Esta última conseguida de forma espectacular ante todo un Tadej Pogačar.
Mientras tanto, debe buscar al menos buenas sensaciones y estar delante, si no disputando las etapas, sí en las primeras plazas. Todo lo que no alcance esas cotas será tomado como una decepción en un corredor que tiene sobrada calidad para conseguir mucho más de lo que posee en las vitrinas. Enric Mas tiene, como sus compañeros colombianos, un recorrido perfecto en la Volta para lanzar sus órdagos y buscar la carrera en lugar de dejar, como es habitual casi siempre en el balear, que las carreras le busquen a él. Enric debe tomarse más en serio y romper a disputar desde ya todo lo que corra. Y Movistar debería no sólo permitírselo, sino ayudarle e incentivarle en esa dirección. Cansa bastante la filosofía de esperar. ¿Esperar a qué? Más en un ciclismo que ha dejado esos postulados atrás hace tiempo.
Einer Rubio es la tercera pata del banco. Tras pasar un tiempo extraño dentro de la estructura, en 2023 pareció regresar a la confianza de los técnicos y a las mejores carreras. Su participación en el Giro se saldó con una buena general y una victoria de etapa. Además, fue la que finalizaba en Crans Montana, con toda la polémica aquella de recorte de la etapa. El colombiano repetirá en la corsa rosa junto a Nairo Quintana, quien más que un enemigo puede ser una ventaja.
Menos presión y un ayudante en montaña. La contrapartida es que Quintana rompa a rendir y ocupe su espacio de posible liderazgo. Sea como fuere, la mejor noticia es que Einer esté en la ecuación. Que haya entrado en el siete de la Volta Catalunya es síntoma de que hay confianza en el escalador de Chiquiza. Veremos si también hay piernas y hasta qué punto se le permite desplegarlas en su favor. Dependerá de las ambiciones y realidades que asalten a sus compañeros en el liderazgo del Movistar.
El resto del equipo tiene buenos mimbres para ser protagonistas en más terrenos. La presencia de Iván García Cortina es siempre una garantía de atención mediática. Tiene llegadas el asturiano para intentar meterse en la pomada. Habrá que ver si el sacrificio de no competir en Milán-San Remo habrá merecido la pena. Un movimiento extraño que ha situado a Movistar en una pequeña polémica por dejar a uno de sus mejores armas en las clásicas «preparando las piedras en la Volta». Un ciclista de clásicas alineado en una de las vueltas más antiguas del calendario europeo para preparar las piedras. A bote pronto, una decisión poco comprensible sin conocer más acerca de todos los motivos que la hayan impulsado.
Jorge Arcas y Javier Romo serán chicos para todo. El aragonés es un gregario excelente y sacrifica sus opciones como nadie. Aún así, cuando ha tenido ocasión no ha andado lejos del triunfo. Por su parte, el recién llegado y jovencísimo Romo bien podría utilizar los distintos pasos de montaña para formentar su combatividad y pelear al menos por la montaña. El séptimo hombre merece un comentario aparte, y es el tercer colombiano, el enigmático Iván Ramiro Sosa. El irregular escalador cumple su última temporada en Movistar y debe dar argumentos para la renovación. Salvo las cuatro victorias que le elevaron a pichichi del equipo en 2022, no ha rendido como se esperaba en citas clave.
La selección para esta Volta Catalunya puede tener más que ver con una probatura de cara a acompañar a Nairo Quintana y Einer Rubio en su aventura italiana este año que con una aportación para la carrera en sí. Es cierto que en la plantilla del equipo español se incluyen varios ciclistas más fiables para ese presunto cometido de ayuda a sus líderes. El propio Antonio Pedrero, natural de Barcelona, sin ir más lejos.
Pero pese a la ausencia de Oier Lazkano, recuperándose de la enfermedad que le alejó de París-Niza, Pelayo Sánchez o Ruben Guerreiro, entre otros, la alineación de Movistar para esta Volta Catalunya merece mucho la pena. Son momentos para echar el resto y si el tridente que conforman sus tres mejores escaladores funciona, pueden alcanzar un muy buen resultado para los españoles, que falta les hace.
Foto: Getty / Movistar
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.
Jorge: totalmente de acuerdo en cuanto a García Cortina !
Incomprensible que, estando en un momento de forma óptimo como comprobamos en Flandes y posteriormente en la Tirreno, como clasicómano se deje a un lado la Milán Sanremo (MSR).
Después de ver como se desarrolló la MSR bien podía haber hecho un top 10. Con bastante punch como para aguantar el Poggio con el segundo grupo y con posibilidades de enlazar con los del primer grupo le habría venido como anillo al dedo la prueba.
Pero no es su ausencia en MSR lo que más me preocupa y irrita.
Lo que me enfada de verdad es su incorporación al 7 de Movistar para la Volta.
Vivimos en un mundo de especialistas y García Cortina es un clasicómano y por lo tanto debe de hacer él y su equipo todo lo posible para prepararle para sus objetivos y ahí no entra la Volta.
García Cortina tiene un punto muy débil y es su posicionamiento en los sprints finales. Siempre “la caga” y llega demasiado entero a meta. O no se atreve con el codo a codo o no le ayudan en el posicionamiento…..el caso es que sus resultados en los sprints no son acorde ni con su momento de forma ni con su fuerza/ sus posibilidadades reales. Y eso es lo que tiene que trabajar él y su equipo para avanzar.
Llevarle a la Volta significa que no hay enfoque en Movistar y que no se trabaja en el desarrollo individual de García Cortina.
Como he dicho: es un mundo de especialistas donde hay que trabajar constantemente los detalles. Y ahí falla Movistar.
Y en cuanto a Más y Quintana….me pregunto yo si ambos han trabajado lo suficiente en invierno. O, por el contrario, utilizan las carreras como la Volta para ponerse a punto. Eso es “ old school” o sea la escuela vieja….
Un saludo,
Paco Avila