¿Conoces La Braguía, en Cantabria?

Los Valles Pasiegos son uno de los grandes atractivos turísticos de Cantabria. La montaña en todo su esplendor se abre ante nosotros y los paisajes de ensueño nos terminan de inundar. Allá donde mires, se observa el verde superar las colinas, con pueblos al fondo del valle y el clásico olor a naturaleza de estas carreteras. Dos vertientes y conectando dos puertos preciosos como Caracol y Estacas de Trueba, cuya aproximación comparte con este pequeño, pero interesante puerto. Lo que no se podrá evitar nunca es subir montañas para escapar de estos valles tan profundos.

Las dos vertientes tienen su aquel, no son excesivamente duras y permiten combinarlas con otras subidas, y ese es un valor muy importante, ya que te permite sin tener un gran nivel afrontar varias joyas de este rincón montañés. Incluso existe una variante para alcanzar la cima que reviste mucho más interés, como es esta subida a La Braguía por algún atajo que hace la subida más empinada en ese tramo. Pero hay una carretera que atraviesa las aldeas de Ocejo y Guzparras. Son kilómetros de más nivel de pendiente que mantienen una tónica bastante irregular. Se trata de la subida a La Barrancosa, de la que hablaremos bien pronto.

La Braguía consiste en dos vertientes bastante similares. Desde el norte, arrancando en Selaya, son unos ocho kilómetros de ascenso en una pendiente media del 6 %. El asfalto está bien, la calzada es ancha y el mayor peligro que vamos a encontrar en meses de verano es el sol, ya que protección, lo que es protección. no abunda en exceso. El paisaje cobra carácter de postal conforme vamos ascendiendo y ganando altura sobre el valle. No hay rampas excesivas, quizá un 10 % en alguna curva. Alcanzamos los 720 metros de altitud, cota aparentemente baja que iguala a La Braguía con otras montañas de más entidad como Alisas.

Es una carretera que comunica valles a través de un puerto relativamente cómodo, por lo que el tráfico sin ser una autopista, sí puede ser constante en épocas vacacionales donde el turismo crece en importancia. Desde Vega del Pas, la vertiente sur, es bastante menos puerto, siendo más corto. La tónica general es la misma, sin mucha rampa y con un trazado relativamente rectilíneo. Con ello no quiere decir que no haya zona de curvas, que de hecho hay un par de ellas en cada vertiente. Pero el enlace entre ambos no reviste demasiados giros.

Tanto para subir como bajar no debería haber problema de trazadas. Estamos en Cantabria, donde la lluvia suele ser más habitual que en otros lugares, por lo que se debería tener en cuenta este hecho a la hora de bajar. Con precaución, las curvas se ven, sobre todo a ritmo cicloturista, y no las hay excesivamente peligrosas. Lo que no debemos es distraernos con el paisaje. Hay varios miradores en el recorrido para detenernos a contemplar e inmortalizar después el momento en alguna instantánea.

Muy buenos puertos en la zona, con los comentados de Caracol (precioso desde Selaya) o Estacas de Trueba, el más bonito del norte. O La Matanela, en frente del inicio de la vertiente de Barrancosa de este puerto de la Braguía. Un enlace entre colosos se podría decir, pero si tu nivel cicloturista no es muy elevado o quieres ir haciendo músculo, una subida perfecta. Ni que decir tiene que la gastronomía es excelente a ambos lados, con multitud de tiendas para comprar el clásico sobao pasiego e incluso sopesar si llevarlo algún día en el maillot como premio a tanto sufrimiento.

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