¿Qué pasa con Juan Ayuso?

Pasar, pasar, no pasa nada. Simplemente ha perdido una carrera, el Tour de Romandía, en un terreno que se supone ideal para las características de Ayuso: la montaña. Una llegada en alto, la etapa reina de las cinco que han compuesto esta edición, el maillot amarillo a la espalda, un ejército imponente que protegía su retaguardia y toda la ilusión por conquistar su segunda carrera por etapas HC en apenas un par de semanas. El recuerdo del año anterior, cuando tras un inicio de temporada marcado por la extraña lesión que le tuvo sentado en el banquillo durante un largo periodo, retomó la normalidad en Romandía, tras varios amagos de debut. 

No pudo ser mejor, con un escenario idílico que hubiese firmado en cualquier situación. La contundente y sorprendente victoria en la contrarreloj de Châtel le ubicó al frente de la clasificación a falta de una gran etapa de montaña. La subida a Thyon 2000 era de por sí durísima, con algún que otro primera más por el camino. Ahí se encontraba el ciclista español, ante un reto para el que quizá aún no estaba preparado. A nadie le extrañó que tras el convulso invierno cediese sus opciones en aquella subida. Tres minutos y medio al final con su compañero Adam Yates, a la postre vencedor final.

En 2024, el ciclista del UAE alcanzó el liderato de Romandía en una situación de carrera similar. La contrarreloj, que esta vez no ganó, le aupó al maillot amarillo de líder a falta de una etapa reina que iba a ser bastante más descafeinada que el año anterior. Todo apuntaba a que Juan Ayuso esta vez sí iba a cumplir un pronóstico que doce meses antes era más una mezcla de incertidumbre y sorpresa por el inesperado rendimiento del ex campeón del Tour del Porvenir. Ayuso tenía una subida más suave y mejores antecedentes durante el resto de la campaña, habiendo conquistado la Vuelta al País Vasco escasas fechas antes.

Con un buen trabajo de su escuadra, cedió en la parte clave de la carrera, cuando los líderes entraron en acción. Si bien es cierto que no perdió la cara a la carrera y que no se hundió como en 2023, sí sorprendió que no resistiera en lo alto de la clasificación. 44″ en meta con Richard Carapaz y medio minuto largo con Carlos Rodríguez, su compañero de generación, amigo y rival al mismo tiempo, nuevo líder y a la postre ganador final. No fue una hecatombe, pero sí un síntoma de algo. No era una gran etapa de montaña, el día anterior había sufrido muchísimo (en palabras propias). Pero nadie se esperaba que lo que un año antes era consecuencia de la falta de preparación en 2024 se repitiese el escenario de una nueva oportunidad perdida. 


Por ello, tras este fallo de la joven promesa, surgen dudas en torno a su figura como posible líder sustituto de Tadej Pogacar de cara a un futuro no tan lejano. Juan Ayuso constituye la esperanza más sólida del UAE al mismo tiempo que ofrece dudas a través de este tipo de actuaciones. Como aspecto positivo, no ha existido hundimiento, sino un momento malo. Parece que se afianza en el buen rendimiento de las contrarrelojes, lo que, si logra cierta regularidad, le puede dar un plus en ciertas carreras. Lástima que las pruebas cronometradas hayan quedado tan atrás en el interés de los organizadores, porque sino sí que tendría motivos para sonreír el bueno de Juan Ayuso.