Vestido de rosa y morado, sí, y morado. Tadej se presentaba en la rampa de salida, mientras el planeta ciclista esperaba presenciar cómo el esloveno peleaba por distanciar en unos pocos segundos a su único y lejano rival, Geraint Thomas. Era el territorio de INEOS, el lugar en el que, al menos, se debería acercar a la sombra del esloveno. Sin embargo, todos sabemos cómo se las gasta un corredor que en este Giro no solo es capaz de ganar disputas en la carretera, sino también, fuera de ella.
Tras vencerle la batalla a la UCI, y de nuevo, conseguir salir con ese culotte morado que jornadas atrás se le había prohibido vestir, el de UAE comenzaba su segunda contienda del día. La del viernes, era una jornada sin grandes complicaciones, 40 kilómetros contra el crono, con una pequeña subida en la parte final. Un recorrido idóneo para terminar en los mismos tiempos que el británico y continuar su camino hacia Roma, sin complicaciones, sin excesivos esfuerzos.
Ese sería el planteamiento de un simple mortal que busca conquistar su primera Corsa Rosa. Pero, cualquiera que conozca al esloveno, sabe que él no es un ciclista cualquiera, no se conforma con lo mínimo, no es un simple mortal que quiere salvar el día. Respeta este deporte como nadie, ama este deporte como nadie y sabe demostrarlo en la carretera como nadie. Lo sucedido el pasado viernes fue un nuevo ejemplo de ello. Porque cuándo parecía que nadie iba a poder rebajar el tiempo del “campeonísimo” Filippo Ganna, ahí apareció el de siempre. Sí, otra vez, no importaba que en el primer punto intermedio se encontrase 45” por detrás del italiano, no importaba que en el segundo volviera a suceder lo mismo, no importaba, porque Tadej, como si se tratase de un mago, se había ahorrado un último truco que se disponía a utilizar.
Últimos tres kilómetros e inicio de la subida a la localidad de Perugia. Comenzaba el show. El de UAE, al igual que una locomotora que llegaba tarde a su destino, comenzaba a endosar un segundo tras otro a sus dos grandes rivales. En la pelea por la etapa, Ganna, desde la silla caliente, veía cómo se le escapaba un triunfo de etapa que parecía que tenía en la mano. Thomas, sobre la bicicleta, luchaba con resignación contra una fuerza superior.
El esloveno lograba el triunfo de etapa por 17” y endosaba casi 2’ a un Geraint Thomas con el que había estado en tiempos muy similares hasta la primera parte de la carrera. Una vez más, bajo los mandos de su particular consola, Tadej había manejado la situación a su antojo. Había vuelto a salir exitoso de una jornada en la que esta vez, parecía, que no tenía sellado su nombre antes de comenzar.
A diferencia del viernes, el sábado, el desenlace sí que estaba escrito. UAE sabía que no iba a tener grandes complicaciones para hacerse con la etapa con final en la ascensión a Prati di Tivo. El conjunto emiratí, controló la jornada a su antojo, sin prisa, sin volverse excesivamente loco. En todo momento, tuvieron a tiro una fuga que nada podía hacer ante el ímpetu de un Tadej Pogacar que quería ganar por segundo día consecutivo. Esta vez, sin excentricidades, sin exhibiciones, Tadej, seguramente, contenido por la dirección de su equipo, tuvo que esperar al último kilómetro para lanzar el ataque definitivo y hacerse con la victoria. “Qué aburrido, así no mola ganar”, pensaría el esloveno. Por ello, para compensar la “descafeinada” victoria del sábado, ayer, en plena persecución del pelotón a un Jonathan Narváez que parecía que iba a ganar en solitario, nuestro protagonista volvió a hacer de las suyas.
Mientras los gigantes del pelotón se dejaban el alma por dar caza al ecuatoriano, ahí apareció él, con sus 65 kilos, para, sin quererlo, dejarle en bandeja la victoria a un Olav Kooij (Visma-Lease a Bike) que lograba levantar los brazos por primera vez en una gran vuelta.
“Buscaba ayudar a conseguir el triunfo a mi compañero Molano”, comentaba el líder de este Giro para cerrar otro magnífico fin de semana.
El riojano Sergio Quintana es una joven promesa del periodismo ciclista español. Además de escribir artículos sobre ciclismo profesional para High-Cycling y ahora para Le Puncheur, se encarga de dirigir el programa de YouTube.