3 de julio de 2024. Saint-Vulbas, Francia. Mark Cavendish se cita con la historia del Tour de Francia y del ciclismo. El velocista británico, considerado por muchos el mejor de todos los tiempos, culminó una trayectoria profesional excepcional con su triunfo número 35 en la ronda gala, batiendo así el récord de victorias parciales que, hasta 2024, compartía con Eddy Merckx.
En medio de la celebración, de la emoción y de la piel de gallina al ver a un deportista de 39 años felicitado y admirado por jóvenes a los que prácticamente dobla la edad, el abrazo con Michael Morkov destellaba valores innatos al ciclismo que van mucho más allá de las victorias: el trabajo en equipo, la capacidad de sacrificio, el renunciar a la gloria individual para ayudar a otros a alcanzarla, la pasión, la emoción… Todos esos valores humanos que caracterizan a los gregarios y, en el caso de Morkov, a los lanzadores.
Además de contribuir enormemente a la 35ª victoria de ‘Cav’ en el Tour de Francia, el ciclista danés también pasará a la historia pues cerrará su carrera profesional en la presente temporada. Pero en esta ocasión, más allá de resaltar la labor de los gregarios en las volatas, de hacer una clasificación histórica de lanzadores -seguro que lo haremos en otro momento- o de ponderar la carrera de Michael Morkov ahora que se aproxima a su conclusión, vamos a desgranar quiénes han sido los ciclistas clave para que Mark Cavendish se haya convertido, para muchos, en el mejor velocista de la historia.
Bernard Eisel | 2007-2012 y 2016-2019
Fue el año del descubrimiento de Mark Cavendish. El de la Isla de Man debutaba en el Tour de Francia con el Team Columbia y lograba cuatro triunfos de etapa en solo 15 jornadas de competición. Aunque por aquel entonces aún no contaba con un treno a su servicio -eso ya se lo estaba ganando- al británico le acompañaba Bernard Eisel, en un equipo plagado de buenos rodadores.
El austriaco era un velocista de segunda fila, con triunfos de prestigio durante la década de los 2000 en Gante-Wevelgem, París-Bourges, Vuelta a Suiza o Vuelta al Algarve, que supo aprovechar su papel junto a Cavendish en Columbia para marcar un punto de inflexión y encaminarse hacia una longeva trayectoria como gregario. Coincidió con el británico en el mismo equipo entre 2007 y 2012 (en T-Mobile, Columbia, HTC y Sky) y volvió a su lado en 2016, reconvertido a rodador, en el conjunto Dimension Data, hasta su retirada en 2019.
Mark Renshaw | 2009-2011 y 2014-2019
El papel protagonista de Eisel junto a Cavendish fue breve en gran parte debido a nuestro siguiente protagonista. Aunque el austriaco seguía formando parte del treno de ‘Cav’, su lanzador ahora era Mark Renshaw. Cavendish confió en el ciclista aussie para ejercer como su último hombre en las volatas, y ahí se forjó una amistad deportiva y personal que perdura hasta hoy.
Su historia es digna de mención pues, como si fuese una tragicomedia, cuenta con momentos gloriosos, como su doblete en los Campos Elíseos en el Tour de 2009, y momentos trágicos, como su fuera de control en La Rosière en el último Tour de Francia que compartieron en 2018. Además, Renshaw sustituyó a su líder en la Grande Boucle de 2014, defendiendo a Quick Step con buenos resultados en las llegadas masivas.
Británico y australiano compartieron treno durante tres años en HTC-Columbia antes de un receso de dos años, que coincidió con la marcha de Cavendish a Sky y su primer año en Omega Pharma-Quick Step. En 2014, ‘Cav’ volvió a reclutar a su tocayo, para no separarse, ni en Quick Step ni en Dimension Data, hasta que Renshaw decidiera poner fin a su carrera en 2019. Juntos, lograron 21 victorias parciales en el Tour de Francia y más de 80 triunfos totales, incluyendo clásicas como Milán-San Remo, Scheldeprijs o la Kuurne-Bruselas-Kuurne. De esta manera, el australiano se convirtió en uno de los mejores lanzadores del Siglo XXI.
Y ojo porque la victoria número 35 de Cavendish en el Tour también llegó junto a su inseparable ‘amigo’. Aunque, esta vez, de una forma diferente. El australiano, retirado del ciclismo desde hace cinco años, inició una nueva etapa como director deportivo de Astana en 2024, formando equipo, una vez más, con Mark Cavendish, a quien ha ayudado, empujado y ‘lanzado’ desde el coche, hacia la historia.
Edvald Boasson Hagen y Geraint Thomas | 2012
Una dupla singular. Mejor dicho, un trío singular el que formaron Boasson Hagen, Geraint Thomas y Mark Cavendish en 2012, especialmente en el Tour de Francia. Para Cavendish era un sueño poder triunfar en el Tour con el maillot de un conjunto británico, y para ello se fue a Sky tras la desaparición del HTC-Columbia.
Pero allí, la dificultad para formar un treno a su medida era enorme, ya que la prioridad del equipo británico era conseguir el maillot amarillo con Bradley Wiggins en París. Por ello, Cavendish tuvo que conformarse con el rematador noruego y el potente ciclista galés, que se convirtieron en sus hombres de confianza en el Tour y el Giro, respectivamente.
En la ronda italiana, el británico consiguió tres triunfos parciales, gracias al acompañamiento de Geraint Thomas, arropado también por rodadores como Jeremy Hunt, Ian Stannard o el ya citado Bernard Eisel, quien había perdido velocidad y explosividad con el paso de los años y se había reconvertido en rodador puro y capitán de ruta.
En el Tour, repitió las tres victorias parciales, contando con el lanzamiento de un ciclista muy rápido, hábil e inteligente como Boasson Hagen, en un equipo en el que, además de Froome, Wiggins y Porte, también había rodadores del nivel de Michael Rogers, Christian Knees o el propio Eisel.
Geert Steegmans | 2013
No por breve merece menor mención el acompañamiento de Geert Steegmans a Cavendish en 2013. Y digo 2013 porque aunque compartieron dos años más en la estructura de Quick Step, únicamente fue el primer año, aún sin Renshaw en el equipo, cuando el ciclista belga se convirtió en el hombre de confianza de ‘Cav’. Y ojo porque Steegmans no era un ciclista de poco nivel: el de Hasselt ya había ganado dos etapas en el Tour de Francia y venía de acompañar a cracks como Robbie McEwen o Tom Boonen en las llegadas masivas.
De su mano, Cavendish consiguió cinco etapas en el Giro de Italia, más la maglia ciclamino, y dos en el Tour de Francia. Cierto es que con la llegada de Renshaw a la formación de Lefebvre y con un Steegmans en el final de su carrera profesional, en 2014 apenas gozó de protagonismo en el equipo, y mucho menos en la búsqueda de los grandes objetivos.
Michael Morkov | 2021-2022 y 2024
Menos mal que ‘Cav’ volvió a la estructura de Quick Step en 2021 y se encontró con el que, en aquel momento, era el mejor lanzador del mundo. Michael Morkov había sido clave para que velocistas como Elia Viviani, Fabio Jakobsen o Sam Bennet lograsen los mejores números de su carrera en el equipo belga. Su capacidad de colocación y lanzamiento en los últimos metros hizo que el danés empezase a fraguar su leyenda como lanzador tras su salida de Katusha y llegada a Quick Step en 2017.
Hasta entonces, Morkov era un velocista de segunda fila, con un triunfo de prestigio en la Vuelta a España 2013 y alguna que otra victoria en los nacionales y en la vuelta de su país. Pero, por lo demás, no era habitual candidato a brillar en las llegadas masivas de las grandes carreras. Por ello, el danés supo reconvertir su rol a gregario y, gracias a su velocidad, a lanzador.
Encontrarse con Morkov fue un soplo de aire fresco para Cavendish. El británico venía de cuatro años fatídicos, en los que los problemas físicos derivados de la mononucleosis le apartaron del triunfo, no solo en el Tour, sino en el grueso del calendario. Apenas dos triunfos parciales (en Abu Dhabi y Dubái) en cuatro años se antojaba como un bagaje muy pobre para un deportista del nivel de Mark.
Pero llegó el 2021 y, junto a Morkov y Quick Step, recuperó su mejor nivel y consiguió cuatro triunfos en el Tour, además del maillot verde que no ganaba desde 2011, todo de la mano del ciclista danés.
En 2022, el equipo decidió apostar por Jakobsen para el Tour y dejó al británico para el Giro, donde consiguió un triunfo parcial, cómo no, lanzado por el bueno de Morkov. Y tras ver que Lefebvre apostaba por otro velocista y viendo que la prioridad pasaba a ser las generales con Remco Evenepoel… ¡Cavendish decidió hacer historia con Astana!
Tras un 2023 de adaptación, en el que el conjunto kazajo le hizo un equipo de velocistas a su medida: Cees Bol, Gleb Syritsa, Martin Lass… Pero faltaba la guinda. Una guinda que llegó en 2024 en forma de Michael Morkov. Junto a él, lo demás, ya es historia…
Adrián González Blanco es cántabro, periodista, y amante del ciclismo. No, no tiene relación con el mítico ex-futbolista del Real Madrid. Sí tiene que ver con unos análisis audaces e infalibles sobre la actualidad ciclista a través de radiografías exactas y siempre interesantes.