En la víspera de la 79ª edición de la Vuelta a España, Lisboa se ha convertido en el epicentro del ciclismo mundial. Bajo la majestuosa Torre de Belém, los 22 equipos y 176 corredores desfilaron ante una multitud de aficionados entusiastas, listos para apoyar a los protagonistas de esta épica carrera.
Primoz Roglic: un despiste cargado de humor
La tarde estuvo llena de momentos memorables, y uno de ellos fue protagonizado por el esloveno Primoz Roglic, gran favorito y tres veces ganador de la Vuelta. En un despiste que arrancó sonrisas, Roglic llegó tarde a la ceremonia y tuvo que desfilar solo por el escenario. Sin perder el sentido del humor, comentó: «Quería tener el escenario para mí y disfrutar». Este pequeño incidente solo sirvió para aumentar las expectativas sobre su rendimiento en la carrera.
Mikel Landa: el espíritu del landismo renace
Otro de los momentos más comentados fue la aparición de Mikel Landa, quien llegó acompañado de un dinosaurio de mentira, en alusión al nuevo nombre de su equipo, T-Rex Quick-Step. Con una sonrisa desafiante, el corredor alavés bromeó: «A quien no ande, se lo come». Pero más allá de las bromas, Landa mostró una determinación inquebrantable: «Si estoy como en el Tour, [ganar la Vuelta] podría ser posible. Creo que no hay un favorito claro», afirmó, dejando en el aire la posibilidad de un nuevo capítulo en la saga del landismo.
Sepp Kuss: defender el título con humildad y alegría
Sepp Kuss, el estadounidense que sorprendió al mundo al ganar la Vuelta en 2023, regresa a la competición con el dorsal número 1 y una responsabilidad que asume con humildad. «Quiero honrar la carrera con el dorsal 1, con todo lo que ello conlleva», expresó. Su reciente victoria en la Vuelta a Burgos lo llena de confianza, pero también de una serenidad especial. Kuss compartió un detalle personal que lo motiva: su esposa espera una niña que nacerá en octubre. «Este año, sin dos líderes de la talla de Jonas [Vingegaard] y Primož [Roglič]… no diría que hay más presión, pero sientes que no hay un plan alternativo y debes estar muy centrado», reflexionó.
Wout van Aert: hambre de victorias
Debutante en la Vuelta, Wout van Aert no esconde su ambición. «Hace bastante que no gano una carrera y tengo muchas ganas de volver a ganar», confesó el belga, dejando claro que buscará brillar desde el primer día. Con el maillot verde en mente, Van Aert anticipa una batalla feroz por las etapas y no descarta colaborar para la clasificación general si se presenta la oportunidad.
Richard Carapaz y Rigoberto Urán: dos historias entrelazadas
En el equipo EF Education-EasyPost, dos figuras destacan por motivos diferentes. Richard Carapaz, el ecuatoriano que ya sabe lo que es liderar y conquistar podios en grandes vueltas, tiene un objetivo claro: «Mi mayor objetivo es ganar la Vuelta. Este año es un objetivo y queremos hacerla bien». La emoción de Carapaz es palpable, alimentada por recuerdos de sus triunfos en España y su deseo de añadir otro gran logro a su carrera.
Por otro lado, Rigoberto Urán se enfrenta a su última gran vuelta antes del retiro, un momento cargado de nostalgia. «Tengo sentimientos encontrados. Es una carrera que aprecio mucho y donde he aprendido mucho. Pero uno es un soñador», dijo el colombiano, quien a pesar de no competir en meses, espera cerrar su carrera con dignidad y apoyando a su compañero Carapaz en la búsqueda del éxito.
Orgullo portugués: Rui Costa y João Almeida
La salida desde Lisboa ha despertado un fervor especial entre los ciclistas locales. Rui Costa, vigente campeón nacional, calificó el evento como un «sueño». «Llevo toda una vida en el ciclismo, y poder estar cerca de la gente que me ha apoyado toda la vida es muy gratificante», expresó con emoción.
João Almeida, por su parte, anticipa una experiencia inolvidable al pasar por su localidad natal, Caldas da Rainha, durante la tercera etapa. «Va a ser un momento muy emotivo, aunque voy a procurar estar tranquilo como siempre», comentó, subrayando su compromiso con un «equipo fuerte» del UAE Team Emirates.
Una gala para el recuerdo
La gala no solo fue un escaparate de grandes estrellas del ciclismo, sino también un tributo a la historia de este deporte. Desde una exhibición de bicicletas de la I Guerra Mundial hasta la vibrante actuación de Miss Caffeina, que puso la banda sonora con su canción «Cuando acabe el verano», la presentación fue un evento cargado de simbolismo y emoción.
Con la contrarreloj inaugural de 12 kilómetros entre Lisboa y Oeiras como primer reto, la Vuelta 2024 promete ser una competición épica, llena de historias humanas, desafíos y la eterna lucha por la gloria en el ciclismo. Los corredores están listos, las aficiones expectantes y el mundo del deporte se prepara para tres semanas inolvidables en el asfalto ibérico.
Nota de prensa – Información ofrecida por la agencia EFE y La Vuelta ©
