Parece que el culebrón Carlos Rodríguez llega a su fin. La Gazzetta dello Sport ya avanzó que el ciclista granadino renovaría su contrato con el Ineos Grenadiers, parece que por 4 temporadas. Los británicos habrían liberado al también español Carlos Verona, con quien tendrían un preacuerdo firmado, al igual que los españoles con el ciclista de la formación británica. La negociación llevó a romper ambos compromisos y ambos ciclistas eran libres de negociar de nuevo con quien considerasen. Rodríguez con Ineos una renovación al alza tras su ascenso en el organigrama del equipo, y Verona con otro equipo, se dice que Lidl Trek finalmente, que está tirando la casa por la ventana en el mercado de fichajes.
La actualización del caso la llevó a cabo Eusebio Unzué en Televisión Española, confirmando que el quinto clasificado en el Tour de Francia no recalaría en el equipo español y que finalmente parecía iba a renovar con su actual equipo. También aprovechó para confirmar que es difícil que entre ese segundo sponsor que tanto se rumoreó, confirmando que el río cuando suena es que piedras lleva. También que Enric Mas sería de nuevo el líder del equipo en solitario, con esperanza en ver qué pasaba con los jóvenes de la formación. En definitiva, una reedición de 2023 con efectivos como Jorgenson y Verona fuera.
Los refuerzos llegarán, como en años anteriores, a final de temporada. Lo más seguro es que sea más alto el número de bajas que de altas, que la plantilla reduzca sus efectivos, al menos en cantidad. Con esa premisa y un presupuesto limitado, no se esperan grandes fichajes y que la temporada próxima continúe en espera de que el mercado ponga alguna oportunidad irrechazable en su camino. Buenos corredores que terminen contrato habrá muchos, que elijan firmar por Movistar parece más complicado si se entromete alguno de los tres grandes a nivel presupuestario, como ha pasado en esta ocasión.
Carlos Rodríguez estaría cerca de firmar la renovación por Ineos Grenadiers tras un culebrón que hubiese tenido una salida bastante fácil y rápida si el ciclista hubiese tenida clara la idea de marcharse al conjunto Movistar. Con el cumplimiento de lo firmado hubiese bastado. ¿Cuál ha podido ser el problema? Que al realizar un Tour de Francia tan sobresaliente, las negociaciones por un nuevo contrato en cualquier equipo iban a subir las exigencias del corredor y su representante. Las condiciones que incluyeron en un acuerdo previamente con Movistar no iban a ser ahora aceptadas. Y ahí entraba la letra pequeña, las cláusulas. Por ahí se le ha escapado a los telefónicos.
Un caso todavía más doloroso cuando parecía que esta llegada iba a ser el gran revulsivo en el equipo. Un impulso que iba a ilusionar a la afición, un soplo de aire fresco también en el liderazgo que permitiese a Enric Mas un respiro de ser él la gran cara del equipo en las grandes vueltas, el terreno favorito de este conjunto histórico. Ahora toca esperar a ver la evolución de Oier Lazkano, que sí es capaz de ilusionar, o la confirmación o no de hombres como Einer Rubio. Es ahí donde estará la clave del nuevo Movistar, de la dimensión del equipo y de si pasará problemas para mantenerse en el World Tour o no.
Un problema porque Carlos Rodríguez era un ciclista que aseguraba una ingente cantidad de puntos. También Enric, pero las circunstancias, como en el pasado Tour, existen y depender de una sola carta invita a estas situaciones de riesgo. Si Enric no lo remedia en la Vuelta, la primera temporada del trienio ha resultado mejorable. Pero si no es el balear o algún par de ciclistas que pueda ir logrando buenos puestos aquí y allá, va a requerir una gran temporada por parte de todos para no pasar las apreturas que sufrieron en 2022 y que amenazó con bajarles del World Tour.
Fotos: Movistar / Ineos (portada modificada) // Interiores: ASO / López