«A lo bajini.» Así se podría resumir la carrera de Pello Bilbao, un corredor que, durante gran parte de su trayectoria profesional, ha estado lejos del gran foco mediático. El gernikarra es un ciclista cumplidor: llega a las carreras, hace su labor y regresa a casa, sin hacer ruido, pasando desapercibido. Simplemente cumple con su trabajo, como lo hace un albañil, un electricista o un fontanero. Siempre en la sombra, ha tenido una evolución más lenta de lo habitual, pero parece estar alcanzando su punto álgido en estas últimas cuatro temporadas. Con 34 años y la madurez suficiente para conocer de sobra el circuito profesional, llega al Mundial de Zúrich en uno de los mejores momentos de su carrera.
Parecía que esta temporada no estaba yendo de la mejor manera para el ciclista vasco. Era muy difícil superar lo que había conseguido en años anteriores (victoria de etapa en el Tour, segundo en la Clásica San Sebastián, tercero en el Giro de Italia). Sin embargo, su gran actuación en Canadá durante la pasada semana ha vuelto a ilusionar a la afición española. Noveno en el GP de Quebec y segundo en el GP de Montreal, únicamente superado por un tal Tadej Pogačar. Unos resultados que han provocado que se convierta en uno de los nombres a tener en cuenta en la lucha por el arcoíris.
El recorrido mundialista se adapta muy bien a las características del bizkaitarra, aunque los grandes favoritos (Evenepoel, Pogačar, Van der Poel) lo pondrán muy difícil. Pero esto es un Mundial, una carrera muy abierta en la que prácticamente puede pasar de todo. Además, España no tiene nada que envidiar a las “grandes” selecciones como Bélgica o Eslovenia, y acude con un equipo de auténticos guerrilleros en el que Pello encaja a la perfección.
Si la selección sabe jugar bien sus cartas, el de Bahrain tiene muchas opciones de estar delante en el momento clave de la carrera. Se debe correr de manera ambiciosa: a partir del circuito, España tiene la obligación de estar en prácticamente todos los cortes, y hay equipo para ello. Landa, Enric, Carlos, Ayuso… uno tras otro. Quizás, en el momento más decisivo, Pello debería comenzar a jugar sus cartas. Sus resultados han demostrado que es la mejor baza de la selección para carreras de un día, y lo ideal sería reservarlo para los últimos kilómetros. A partir de ahí, un corte inesperado, la excesiva vigilancia entre los grandes favoritos o simplemente la falta de entendimiento podrían darle al corredor español una oportunidad única este domingo. “Creo que estoy en las circunstancias ideales para disputar el Mundial«, reconocía en una entrevista con el diario Noticias de Navarra.
Unas declaraciones que, junto con los resultados cosechados en Canadá, hacen soñar a la afición con que el mejor Pello está de vuelta. Y es que su abandono por enfermedad durante el pasado Tour de Francia fue un jarro de agua fría para la afición española. Sin embargo, ahora, tras unos meses en los que ha estado algo desaparecido en competición, pero entrenando «a lo bajini«, parece que el corredor de Gernika ha recuperado ese golpe de pedal. Por delante, tres días y una oportunidad que pocas veces se presenta en la carrera de un deportista.
Hasta entonces, dejaremos que Pello siga cocinando a fuego lento desde Zúrich, desmarcándose de los favoritos y reconociendo el circuito día tras día. Porque mientras él ejecuta su plan «a lo bajini«, ya estarán los Ayuso o Lazkano para recibir la presión de los medios españoles.
El riojano Sergio Quintana es una joven promesa del periodismo ciclista español. Además de escribir artículos sobre ciclismo profesional para High-Cycling y ahora para Le Puncheur, se encarga de dirigir el programa de YouTube.