Como es habitual, una cosa es el ciclismo en España y otra cosa es Movistar Team. Como escritor habitual sobre las categorías de formación, uno sabe el alcance que tienen estas pero esas teorías sobre la falta de conocimiento general que rozan lo axiomático dejan de tener validez cuando entra Abarca Sports en la ecuación. Entran en el discurso más generalista nombres como Filip Novák o Sebastián Castro, que podríamos meterlos en la categoría de «café para muy cafeteros» de la categoría junior, y eso me llena de orgullo y satisfacción como portavoz oficial de los ciclistas que el 99% de los aficionados al ciclismo nunca escuchará.
Mucha esperanza para tan poca certeza
Seamos honestos. Nombre por nombre este es un equipo de desarrollo de clase media-baja. Entre los que nos movemos dentro del mundillo se ha generado la duda de si este equipo sería realmente competitivo en nuestro ciclismo amateur y la respuesta predominante es que sería complicado.
El nuevo Movistar Team sub23 es un equipo extremadamente joven: 9 de los 12 ciclistas del equipo serán debutantes en la categoría. Evidentemente esto habla de los objetivos de la estructura, al mismo que presenta la limitación más que evidente de la falta de experiencia. Cierto es que en los últimos tiempos se ha convertido en costumbre que debutantes tiren la puerta abajo en sub23 pero no pienso que en este caso estemos ante ese nivel de corredores.
Las caras más visibles del proyecto son Ibai Villate y Javier Cubillas. El primero ha tenido una trayectoria más doméstica, sumando apenas 8 días de competición en el extranjero. Sin embargo, este vizcaíno se ha ganado por méritos propios ser uno de los proyectos más ilusionantes del ciclismo español. No creo que tenga un impacto inmediato a nivel internacional pero visto a medio o largo plazo es un activo valioso para Movistar y, quizás, uno de los fichajes más relevantes de la estructura en el último lustro. Cubillas por su parte es un ciclista que tuvo muchas luces en su primer año juvenil, destacando su 8º puesto en la subida a Villars-sur-Ollon en Pays de Vaud. Siendo objetivos, su segundo año en la categoría había sido francamente decepcionante. Partía como el candidato a suceder a Adrià Pericas como punta de lanza de la selección pero le costó entrar en ritmo y se vio por detrás de ciclistas a priori inferiores a nivel nacional. No obstante, un destacado final de temporada con un top10 en la Vuelta a Madrid sub23 (la selección nacional lleva un combinado junior) y unas piernas de fuego en Kigali han elevado su caché a donde estaba 12 meses atrás. No cabe duda de que ambos tienen un talento destacable pero en el caso de Villate tiene que probarse frente al pelotón internacional y en el de Cubillas tiene que demostrar que puede juntar una temporada completa al nivel del mundial. Nunca me escucharán decir que un sub23 de primer año tiene el deber de rendir y por eso echo en falta en este equipo un «veterano» que cargue sobre sus espaldas la responsabilidad que recalará sobre estos dos ciclistas que no son certezas. Un año de adaptación de ambos, que sería lógico, dejaría al equipo en una situación complicada en cuanto a resultados y empezaría un ruido poco beneficioso para su desarrollo.
Talento desconocido
Que levante la mano quien haya visto un solo segundo a Mattia Proietti, Lucas Jackson y Filip Novák en acción. Las grandes incógnitas de este equipo son estos tres extranjeros cuyo nivel marcará el nivel del equipo. Solo es necesario que uno de ellos salga bien para que el equipo de captación de Abarca Sports salga por la puerta grande.
El más conocido para los aficionados españoles debería ser el británico Lucas Jackson, que ha estado aquí sus dos años junior. Este representado de Alex Carera (agencia de representación de Pogacar, entre muchos otros) se ha ganado su movimiento a Movistar principalmente por su victoria en Bizkaia. Tras un primer año discreto, ha conseguido hacerse un hueco en su segundo con el Saxun-Extrusax-Primoti gracias a la mencionada victoria en Bizkaia y un buen final de temporada con puestos decentes en Sevilla y Talavera. Es importante mencionar que parece un ciclista lejano al nivel de los grandes filiales y que presumiblemente necesitará tiempo para entrar en el ritmo de la categoría sub23. Físicamente es un ciclista no precisamente pequeño pero sí muy fino, con cierto margen para meter masa muscular si fuese necesario.
Mattia Proietti me parece el mejor extranjero del equipo por un amplio margen y una señal de esperanza en cuanto a la capacidad de moverse en el mercado de la estructura. Y es que Proietti estaba firmado ya a principio de temporada por Intermarché pero la fusión con Lotto ha provocado varios cambios de planes que han dejado libres a ciclistas de ambos equipos. Casualidad o no, Proietti también está representado por Alex Carera y el propio ciclista daba en abril una entrevista a bici.PRO confirmando el movimiento a la estructura belga. Como se destaca a lo largo de la mencionada entrevista, Proietti es un ciclista multidisciplinar con algún podio en CX. En carretera, donde ha corrido en las filas del Franco Ballerini, podríamos decir que tuvo un 2024 más estimulante que su 2025. En su primer año ganó menos (2 victorias) pero pudo medirse en carreras del más alto nivel como la Eroica de la Copa de las Naciones (11º, 2º mejor 2007) y el Giro della Lunigiana (27º). En 2025 ha optado por un calendario más centrado en el panorama nacional donde ha ganado más (6 victorias), siendo la Coppa Andrea Meneghelli (Strade Bianche junior) su victoria más destacada. Es un ciclista con buen motor y un alto potencial en esfuerzos cortos que le ha permitido ganar dos contrarrelojes. En las últimas carreras del verano ha brillado, encadenando un segundo puesto y dos victorias en sus tres últimas carreras. En la última, el Trofeo G.S Pian Camuno, fue capaz de superar en el sprint final al extraordinario Giacomo Rosato. Espero que Proietti acabe siendo un ciclista con capacidad para rematar en determinadas circunstancias pero también duro y difícil de eliminar en recorridos exigentes.
El tercero en discordia, Filip Novák, también se ha formado en Italia. Hermano de Pavel y con menor nivel a su edad pero igualmente es un ciclista que no debería ser un hermanísimo lastre. En un artículo que subimos hace poco [link al artículo] detallé el tipo de ciclista que es Filip y lo que espero de él.
Unos secundarios poco preparados
Ese es el titular. No siento que los ciclistas que llegan como complemento a los líderes estén preparados para destacar en las grandes carreras del calendario sub23. El «veterano» es Roger Pareta, que llega desde Finisher tras un buen debut en amateur. Es un buen ciclista, que no se me malinterprete, pero soy de los que piensa que Movistar no debería ir detrás de un ciclista que podríamos defender sin mucho riesgo que no estará en el top3 del Finisher de 2025 a final de su carrera. Incluso si cogemos solo a los 2006 es fácil quedarse antes con ciclistas como Iker Gómez, Luis Alberto Lajarín e incluso podría dudar con Simone Galbusera. Es cierto que el calendario extranjero puede favorecer más a un ciclista de 75 kilos cuyos mejores resultados han llegado en recorridos poco exigentes pero habrá que ver cómo se adapta al mundo extremadamente competitivo de los sprints europeos.
El éxito en los sprints del Movistar Academy debería cimentarse en el trabajo de Eric Igual. Este valenciano ha destacado especialmente en el velódromo, donde ha sido campeón del mundo de la categoría. Habrá que ver cuanto calendario de carretera hará pero la confección de la plantilla invita a que sea la versión reducida de Albert Torres. Un buen Eric Igual será sinónimo de una mayor facilidad para sus líderes. Lo mismo podríamos decir de Tomás Pombo, procedente del Cortizo, que en terreno nacional podría tener opciones de victorias pero a que nivel internacional resulta difícil.
La colaboración entre Movistar y Baqué se ha justificado con los fichajes de Cubillas y Markel Aranaz. Este último es el que más cariño necesita de la plantilla. Es un buen ciclista y así lo ha demostrado en juveniles pero, aunque suene repetitivo, pienso que su destino ideal sería escalón inferior. No invita al optimismo que se le haya dado solo un año de contrato y por muy cruel que parezca creo que tiene bastantes opciones de fichar por un equipo amateur español de cara a 2027.
Del otro italiano, Daniele Forlin, podemos hablar del destello de talento que probablemente ha cautivado a Sebastián Unzué y el equipo de captación. Aunque estuvo lejos de los tres mejores (Noval, Jackowiak y Haugetun), pudo ser 6º en la etapa reina del GP Baron para asegurar un 4º puesto en la clasificación general. Sumado a su victoria en la clasificación de la montaña, pudo darse el gusto de presentarse al público contra algunos de los mejores ciclistas de la categoría. Es difícil saber cuál será su techo sin tener sus datos de rendimiento pero ha rendido a buen nivel en Italia y parece tener las herramientas para poder evolucionar favorablemente. Sin embargo, se repite con él la tónica de ser una incógnita en un salto de categoría tan pronunciado. Conviene recordar que estos casos no son lo mismo que saltar siendo un juvenil acostumbrado a competir internacionalmente, como Seixas o Withen Philipsen. Ciclistas como Forlin tienen pocos días de competición fuera de su ecosistema nacional. Su caso es evidente debido a que solo podemos contar 3 días de competición en el extranjero (Medzinárodné Dubnica nad Váhom en Eslovaquia).
Tirando la moneda del talento hispanoamericano
Los dos últimos nombres que nos faltan son el colombiano Guatibonza y el costarricense Sebastián Castro. El primero es el ciclista más veterano de la plantilla (será de cuarto año en 2026) y también es el más contrastado. El que fuera miembro del filial de UAE afrontará la temporada en su cuarto equipo distinto en cuatro años con todo lo que ello implica. En su primer año sub23, con el heredero de los equipos de Gianni Savio, tuvo buenos detalles en el calendario sudamericano. Ganó etapa en carreras importantes (Vuelta a Colombia, Vuelta al Táchira) y acabó siendo uno de los mejores velocistas de la temporada en un contexto en el que no abunda. Sin embargo, en lo poco que vino a Europa estuvo francamente lejos, llegando a abandonar en todas las carreras italianas de final de temporada que disputó. Es por ello que su fichaje por UAE fue extraño. Allí tuvo poco protagonismo y solo destacan un 8º en Friuli y un 11º en Eslovenia. Tras este fiasco ha vuelto este año a Colombia con el Nu Colombia de tercera división donde está un viejo conocido de la estructura telefónica como es Juan Diego Alba. No voy a negar que en su nivel ha sido exitoso (victorias en Jamaica, Vuelta a Colombia sub23 y campeonato panamericano sub23) pero es evidente que se queda lejos de subir de nivel. No obstante, puede ser bueno para Movistar tener un ciclista que ha demostrado poder sacar resultados en carreras de bajo nivel.
Mucho menos contrastado está Sebastián Castro. Ha pasado su segundo año junior en Italia. Empezó la temporada ganando su primera carrera en el país transalpino y después ha tenido cierto éxito. En total han sido dos sus victorias esta temporada, destacando sobre las demás la conseguida en septiembre en el GP Comune Cerreto Guidi. Allí fue capaz de distanciarse de un grupo de ocho ciclistas, incluidos Yaroslav Prosandeev (Baix Ebre) y Riccardo Colombo (fichado por Axeon Jayco), para alzar los brazos en solitario. Pienso que Castro es una apuesta de bajo riesgo para Movistar y si no sale bien pocos se acordarán de él.
A veces Alex, a veces ZipiZapismo. Durante gran parte de mi tiempo soy estudiante de informática, pero aquí escribo sobre chavales que montan en bicicleta. Tengo un blog, una cuenta de Twitter, alguna idea interesante y, sobre todo, una vida caótica. ¿Qué puede salir mal en una sección que dirige una persona de 22 años a la que nadie ha enseñado a escribir?
