Durante el verano de 1992, sí, el de las Olimpíadas en Barcelona, un ciclista italiano pasaba a profesionales. Podría él entonces soñar que llegaría a coincidir en la máxima categoría con su hermano mayor. Incluso en un mismo equipo. ¿Pero quién hubiera llegado a imaginar que veintinueve años más tarde seguiría como corredor en activo?
En el firmamento ciclista mundial irrumpió de forma rutilante una estrella durante el verano y el otoño de 1992. Un corredor que durante esa misma temporada había competido en la categoría amateur conseguía sorprendentes puestos, incluso entre los diez primeros. Todavía con veinte años, Davide Rebellin hacía octavo en el G.P. Camaiore. Tamaña gesta quedaría rápidamente superada dos meses más tarde con sus prestaciones en la Milán-Torino y sobre todo en el Giro Lombardía, donde se colaba en el noveno puesto. Sus rivales en aquella edición eran hombres como Rominger, Chiappucci, Cassani, Roche, Bugno, Tchmil…A nuestros jóvenes lectores, estos ciclistas les sonarán como representantes de un ciclismo muy antiguo…
Su primera temporada completa con los pros fue la de 1993. El salto a profesionales no lo dio Davide en un equipo modesto. Para nada. Era una constelación de estrellas a las que se sumaba una más. El olfato que había elegido que Rebellin podía vestir aquel maillot del GB- Maglificio Boy’s era el de Patrick Lefevbre. Ni más ni menos. Y a Davide le correspondía el honor de figurar en los posters junto a los Baldato, Ballerini, Chioccioli, Cipollini, Jaskula, Peeters y…Johan Museeuw.
En 1995 llegó a coincidir en esa formación con su hermano Simone. Un año antes, en 1994, ya rozaba el triunfo en una etapa del Giro de Italia y se clasificó quinto en la Amstel Gold Race. En el 96, con el maillot de Polti, consiguió su primera victoria de etapa en el Giro. Su regularidad durante aquél año le dio oportunidad de conseguir varios top tens tanto en clásicas como en vueltas por etapas: Lieja, Flecha Valona, Vuelta y Giro.
1997 significó su salto al ciclismo francés con La Française des Jeux. Quiso el azar que en ese equipo coincidiese con otro de la quinta del 71: Chris Horner. En el equipo de la lotería francesa le tocó en gracia debutar en el Tour de Francia. Debió coger buen golpe de pedal durante la ronda gala, pues en agosto ganaba al sprint la Klasika de Donosti y días más tarde el G.P. Zurich.
Regresó a Italia de nuevo con Polti y luego con Liquigas. Muy destacable es la primavera de 2001 en las vueltas de una semana del Tour del Mediterráneo, Itzulia y Tirreno. Y ese mismo año empieza a darse a conocer muy fuerte en el tríptico de las Ardenas con tres top tens en las tres carreras.
En 2002 ficha por Gerolsteiner. Fue una duradera relación de siete campañas. Davide va experimentando su magnífica progresión en las clásicas largas con cotas o con puertos: Lombardía (2º), GP. Zurich, Lieja, Flecha Valona, Milano-Torino, Camaiore… Su pertenencia a ese equipo alemán le obliga a preparar las clásicas alemanas y llega la victoria en Henninger Turm y los buenos puestos en Hew Cyclassics.
En 2004 conquista el tríptico de las Ardenas. Tan feliz inicio de temporada no tuvo continuidad. No fue incluido por la federación italiana para participar en las Olimpiadas de Atenas. Davide, ante el riesgo de quedarse fuera de la selección también cara al mundial de Verona, intentó nacionalizarse argentino para asegurar así la participación en la cita. Pero finalmente no pudo conseguir su objetivo.
En la temporada de 2007 volvió a hacer un magnífico tríptico de las Ardenas con victoria incluida en Flecha Valona y segundo puesto en Amstel.
Un año después se adjudica París- Niza y prosigue su idilio con las clásicas de las Ardenas y la Henninger Turm. Finalmente el nueve de agosto toma la salida en la prueba olímpica de Beijing con la selección italiana. La prueba que marcaría el antes y el después en el historial deportivo de Rebellin. Davide consiguió una medalla de plata, tras Samu Sánchez, que el Comité Olímpico Internacional le obligó a devolver al año siguiente por su positivo con EPO CERA. Antes de finalizar la campaña se hace con el cuarto puesto en el Mundial en Varese, pero con dos compañeros de equipo en el podio.
En 2009 volvió a un equipo italiano, el Androni Giocattoli. Era una especie de paso atrás porque en su decimoctava temporada como profesional ya no estaba integrado en un equipo del World Tour. Podía interpretarse que estaba madurando su retirada. Además, en ese momento y en ese equipo coincidió con otro veterano como Gilberto Simoni… Sin embargo hizo podio en Andalucía y en Semana Bergamasca, previos a su nueva victoria en Flecha Valona y el tercer puesto en Lieja. En unos días llegaría el bombazo: positivo en la carrera olímpica de Beijing de 2008. Además de devolver la medalla olímpica (casi lo de menos) Davide era sancionado sin poder competir hasta el 27 de Abril de 2011. Había llegado el momento de que Rebellin nos mostrase su carácter.
Sin ir más lejos, Alejandro Valverde cumplió una sanción y volvió a la competición para conseguir extraordinarios resultados. Alberto Contador. También David Millar… Pero el caso de Rebellin aparejaba matices diferenciadores. Su vuelta a la competición se situaba a cuatro meses de cumplir los 40 años. Iba a ser su vigésima temporada como profesional. ¿Habría algún equipo que se interesase por él con esa edad y con una sanción de dos años sin haber competido? Además, cualquier equipo que lo intentase presentar en alguna carrera se arriesgaba a aquellos vetos soterrados que tanto las organizaciones de carreras como la propia UCI aplicaron desde mediados de la primera década de este siglo. Vetos sin ningún fundamento jurídico. Que hicieron la vida imposible tanto a ciclistas como a equipos y obligaron a finalizar la vida deportiva a esos ciclistas, y a los sponsors a retirar el patrocinio. De los que los ciclistas no se podían defender porque ni había sanción siquiera. Basados en simples sospechas sin siquiera haber efectuado legalmente ningún control… Afortunadamente, parece que eso ya forma parte del pasado de este nuestro deporte.
¿Qué le impulsó a Rebellin a continuar los entrenamientos y mantenerse a un nivel de ciclista profesional? Fue el Miche Guerciotti quien le dio la oportunidad de continuar su carrera deportiva en mayo de 2011. No sólo a él. También se la permitió a Stefan Schumacher, sancionado anteriormente como él y con quien ya corrió en Gerolsteiner. Y a Tino Zaballa, que no cumplió ninguna sanción y que sufrió un destierro deportivo en la práctica del cual no tuvo oportunidad de defenderse. Junto a estos tres, corrían en Miche un puñado de auténticos desconocidos. Alrededor de este equipo y de otros como Christina Watches se creó una aureola de poca credibilidad. ¿Justa o injusta? Algunos de sus ciclistas ya habían pagado con su sanción. Se supone que la finalidad de las sanciones es rehabilitar, reconducir por el buen camino a la persona sancionada. Y cuando expira el tiempo de la sanción se le readmite en las mismas condiciones que a los demás. Porque si no, ¿Cuál es el fin último de una sanción temporal?

Sería ponerse una venda en los ojos el ignorar que a Davide Rebellin, a partir de aquél momento, le ha envuelto siempre un halo de sospecha. Cierto es que los equipos en los que ha estado enrolado Rebellin desde 2017 no tienen los mismos controles por parte de la UCI que los equipos de superiores categorías. Pero también es irrebatible el hecho de que Rebellin no ha vuelto a dar positivo. Pese a ello, la sospecha sobre él permanece. Que sería tanto como decir que también deberíamos sospechar, por extensión, de todos los ciclistas que compiten en su categoría. Pero bueno. Dejaremos este debate para otra ocasión.
El calendario al que iba a tener acceso desde aquél 2011 no iba a ser el más motivador para un corredor que ha conocido las mieles del triunfo al más alto nivel. Pese a todo siguió entrenando en el ostracismo y reapareció en ese mayo de 2011. Sus resultados no fueron desdeñables para sus 40 años y pese a haber pasado los dos últimos sin competir. No eran tampoco los mismos rivales sino de inferior categoría. Sin embargo levantó los brazos como ganador en Tres Valles Varesinos y Trofeo Melinda.
En 2012 pasó a Meridiana Kamen en el que fue compañero de Patrik Sinkewitz. Desde 2013 hasta 2016 corrió para el equipo polaco CCC. Estuvo contento y motivado. Pese a su discutida fama, en esta categoría Rebellin pasó unos controles antidopaje similares a los de los equipos del World Tour. Durante este período, cuando corría contra equipos similares al suyo obtuvo resultados muy destacables teniendo en cuenta su edad. Y cuando tuvo oportunidad de competir contra quienes fueron sus rivales de verdad hace más años en el World Tour, Rebellin se motivaba sobremanera. En 2014 fue séptimo en Flecha Brabanzona. En 2015 mejoró ese puesto y fue quinto. Sólo Hermans, Matthews, Gilbert y Gallopin pudieron superarle. La cosa no fue ninguna tontería. Su prestación en la Amstel también resultó demostrativa del interés con el que se seguía tomando su profesión. En la Presidencial Cycling Tour de Turquía de aquel año estuvo investido durante tres días con la casaca de líder. En la última etapa, yendo segundo clasificado en la general, abandonó tras una caída.
A partir de 2017 ha militado en varios equipos de categoría continental. En algunos momentos llegó a anunciar su retirada. En todos esos casos, al menos hasta hoy, sin embargo llegó a ponerse nuevamente un dorsal. Ha conseguido, además, victorias en Asia y Africa en carreras muy desconocidas en Europa.
Hoy se inicia en Francia el Tour Haut Var, donde nuestro protagonista se impuso en dos ocasiones; en 1999 y 2008. Tras un tema de impagos en el equipo donde iba a militar para este año 2021, el Cambodia Cycling Academy, a estas horas aún no sabemos si Davide Rebellin debutará en la que sería su trigésima temporada.
Pero desde aquí nuestro recuerdo.
Fotos: @ACampoPhoto

Raúl Ansó es pamplonés y cumple más de una década en proyectos como Road & Mud, Urtekaria, Desde la Cuneta, Planeta Ciclismo, High-Cycling y ahora Le Puncheur. El espíritu crítico y una visión siempre interesante sobre la actualidad, además de gran historiador del ciclismo.