Strade Bianche 2024: ‘Straderrestre’ Pogačar

Antes de mencionar aspectos de la carrera, quiero destacar la celebración de Tadej Pogačar al llegar a meta. Mucho se ha hablado estos días previos a la carrera, de si Strade Bianche merece la etiqueta de 6º monumento o no. Y vengo a deciros que la respuesta no la tenemos nosotros, ni tampoco la UCI. Os diría que ni siquiera la propia carrera puede decidir si lo es o no. Señoras y señores, que esta carrera sea el 6º monumento depende únicamente de los corredores, los que nos brindan el espectáculo, los que deciden venir a La Toscana y no de turismo precisamente.

Pogacar ya ganó en 2022, pero quiso volver este año. O más bien hacer historia, porque atacó a 81km de meta. Y ya no volvió a estar acompañado en toda la carrera, más que de las motos y coches de la organización. Ganó de una manera tan aplastante que nos quedamos sin carrera a eso de las 3 de la tarde. Al llegar a meta, se paró justo en la línea y levantó la bici como se hace únicamente en las grandes citas y en las grandes carreras. Monumento o no, estoy convencido que en un futuro cuando se recuerde el palmarés de los grandes ciclistas como el esloveno, la Strade Bianche será una carrera que saldrá muy arriba en la lista. Después de las Grandes Vueltas, el Mundial si lo gana y los monumentos (los “oficiales”) que ya tiene.

Dicho esto, la carrera fue un aburrimiento total. Porque la victoria se decidió muy pronto y muy “fácil”. Y por detrás los ataques, o mejor dicho cambios de ritmo, fueron más o menos constantes, pero más bien por resistencia que por superioridad. Van Gils y Skujins demostraron ser los más valientes. Seguidos de Pidcock, que parece que ha encontrado en esta carrera su carrera fetiche en el ciclismo en ruta.

Hablando del letón, ¿cuántas exhibiciones más va a tener que hacer para que la gente se lo empiece a creer? Yo le metí entre mis seis favoritos en la predicción de la carrera, pero más allá de eso lo vi muy poco en las previas con estrellas que hace la gente por Twitter. Skujins ya es una realidad, actualmente tiene patas de fuego. Pero es que además sabe leer perfectamente la carrera, ayer vio que era tontería quedarse mucho rato en el grupo y que no iría a ningún lado si se quedaba ahí más allá de luchar por el top 10.

Así que Skujins atacó y cazó a Van Gils quien se había marchado anteriormente. Ojo al de Lotto que estuvo muy activo durante toda la carrera, atacando y queriendo agitar la coctelera Bianche. Ambos obtuvieron el premio del pódium, que no es poca cosa teniendo en cuenta que el ganador fue un extraterrestre.

Y por último, y por mencionar algunas decepciones del día: Visma: a 65km de meta tenían a cuatro corredores en el grupo perseguidor de 21. No propusieron absolutamente nada y al final sus soldados fueron cayendo de uno en uno. Bora: Kämna fue su mejor corredor, un tipo que había pasado bastante desapercibido en Volta Comunitat Valenciana. Esperaba más de Daniel Felipe Martínez, quien arrasó en Volta ao Algarve hace unas pocas semanas. Pero que no aguantó el ritmo de esta clásica ya desde bien temprano.

Fotos: RCS/LaPresse/Ashley Gruber