Cicloturismo: Saut deth Pish, lo más salvaje de la Vall d’Aran

Nos vamos al Valle de Arán, en el extremo noreste de Catalunya, donde España y Francia comparten montañas y carreteras. Bien cerquita de Vielha, capital y centro neurálgico de toda esta bellísima comarca, se encuentra Saut deth Pish, una subida que parece una excepción y es la norma. En esa ladera sur de la N-230 se encuentran varias subidas de entidad y con unas características parecidas: buenas rampas, carretera estrecha y unas vistas espectaculares sobre el valle. En cambio, este ascenso que nos ocupa marcará su propia personalidad, siendo más rectilíneo, salvaje y escondido que los demás. Un espacio altamente cicloturista al alcance de nuestros pedales.

Vamos a ir remontando el río Varradós, y lo haremos desde la localidad de Pont d’Arrós. Esta zona es un laberinto de carreteras, por lo que conviene ubicar bien la ruta antes de iniciarla. Al poco tiempo encontramos ya el cartel de pista forestal y empezamos el ascenso en serio. No hablamos de un esfuerzo extremadamente largo. Hasta la cima (Salto del Pez), son unos 11 kilómetros con la novedad de que los cuatro últimos apenas ofrecen desnivel. Un terreno irregular entre bellos paisajes que nos irá acercando al pequeño parking que marca el final de la pista asfaltada.

La pista de Saut Deth Pish no se encuentra en mal estado, pese a que algún tramo sí que ha sido permeable a los inviernos y al desplazamiento de la tierra de las laderas o el propio desgaste de la capa de asfalto. Encontraremos algún paso canadiense que se pasa bien y por lo demás, es un puerto muy agradable, sin apenas tráfico y con el ruido del agua acompañándonos en nuestro pedalear hasta la cascada que marca el final de la ruta.

La parte realmente exigente consiste en unos 3,5 kilómetros al 12%. Rampas del 14% y ni un metro de descanso en ese tramo, absolutamente interminable y que hay que tomarse con suma calma. Aparecen algunas herraduras y de cuando en cuando vamos saliendo de la tupida vegetación que nos protege. La parte final ya será sin ella, con la apertura del paisaje y preciosas postales que fotografiar y compartir. En días de mucho calor, que también tienen lugar en el valle, el río nos ayudará a refrescar el ambiente, con la posibilidad de realizar paradas a disfrutar de su discurrir.

La carretera continúa como camino a tramos y permite dar la vuelta por la otra vertiente, que va a dar a Bagergue, cerca de Salardú. Ahí podemos conectar con la subida a La Bonaigua, el puerto rey del entorno y gran vía de comunicación de la Vall d’Aran con el resto de comarcas. Sí, está el Túnel de Vielha, pero sí que es una ruta algo menos recomendable por el elevadísimo tráfico de camiones. Que también nos los encontraremos en Bonaigua, pero al menos tenemos un pequeño carril ciclista y sus curvas son más abiertas para ser adelantados.

Tenemos la opción de girar a la izquierda en Baqueira Beret y llegar al Pla de Beret. Un clásico de la Vuelta a España que no ofrece mucha dificultad. La continuación hacia Montgarri es preciosa, con posibilidad de sortear la Bonaigua por camino de tierra. Para MTB hay más opciones, como el Camí de Ruda. O en carretera tendremos el acceso a Banhs de Tredós o el propio Coll de Portillón, que es uno de los más conocidos y bellos en toda esta maravillosa zona para la bicicleta y el turismo en la naturaleza. Cualquier ruta en este lugar tiene un peligro, y es que atrapa y obliga a regresar.

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Fotos: 1001puertos.com