Gino Mader, el talento a caballo entre Pogacar y Bartali

La temporada que está realizando el equipo Bahrain, más allá de los resultados obtenidos, está siendo bastante esperanzadora. Sí, su gran líder, Mikel Landa, no ha respondido a las expectativas, pero en conjunto la escuadra ha firmado una presencia extraordinaria en los mejores santuarios del ciclismo, logrando victorias y presencia entre los mejores ciclistas del mundo. Por si fuera poco, en sus filas tienen varios corredores que se han confirmado no ya como grandes promesas del ciclismo profesional, sino como realidades cada vez más próximas al estrellato. Gino Mader está tomando un protagonismo progresivo, dejando que sean otros los que llamen la atención y acumulen titulares. Él, creciendo a su paso, a la sombra de los líderes más evidentes y sin esa responsabilidad de respaldar a un líder, tiene ocasión de hornear su talento.

Una futura estrella con un nombre bastante atractivo. Gino nos recuerda a Bartali, a épocas de ciclismo en blanco y negro. Su apellido ya está dando juego en los apodos que se le asignan en los foros más populares de ciclismo. Suizo, tiene buen historial de ciclistas de su país que ha logrado un gran palmarés en las mejores carreras, si bien desde Cancellara, en otro contexto, el ciclismo de su país había perdido fuelle pese a los buenos momentos de Kung, Hirschi o Bissegger, aunque siempre en torno a las victorias parciales.

Mader ha vencido en el Tour de Suiza y en el Giro de Italia. En la primera ante Michael Woods, a la postre uno de los protagonistas de la montaña del Tour. Y lo hizo en un marco incomparable, como es el Furka Pass. Ante una lucha sin cuartel por la victoria final, que fue a parar al ecuatoriano Carapaz. Se hizo célebre un segundo puesto tras Primoz Roglic en París-Niza. El esloveno le dio alcance en la mismísima línea de meta. Con el debate posterior sobre si el maillot amarillo le debería permitir ganar o no. Sea como fuere, una performance que debe darle moral. Como consuelo, entró en el prestigioso top ten final.

Lo más esperanzador, en cambio, han sido sus participaciones en la Vuelta. Fue segundo clasificado en la Covatilla, en una fuga de bastante nivel, y en la tercera semana, penúltima etapa de carrera. Mucho mérito para un joven Gino Mader, de 23 años, superado únicamente por un David Gaudu en absoluta racha en la ronda española. Este rendimiento y la progresión en montaña, cada vez más cerca de los mejores, hace pensar que su tercer puesto en el Tour de l’Avenir en 2018 no fue fruto de la casualidad. Mucho menos si hablamos de los contendientes en aquella prueba: Tadej Pogacar, Joao Almeida, Aleksandr Vlasov… ciclistas que están acelerando el relevo y en un futuro no muy lejano serán las puntas de lanza del ciclismo mundial. Excepto Tadej, que ya lo es.

¿Es ése el lugar de Gino? Aún tiene que seguir evolucionando y buscando su techo. La progresión es muy esperanzadora y su equipo una garantía de rendimiento por estar bien rodeado de grandes talentos y ciclistas con aspiraciones top. Visto lo visto hasta ahora, parece que van a confiar en él y le van a dar las oportunidades que necesita. Gino Mader sólo necesita centrar bien los objetivos. Esperar a que sus piernas terminen de florecer y que éstas le ubiquen en el lugar que del pelotón que corresponda.

Foto: A.S.O./Fabien Boukla

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