El retorno de Plateau de Beille al Tour de Francia 2024

El próximo mes de julio, en el que será Tour de Francia 2024, se producirá el regreso de una de las metas pirenaicas más importantes de las últimas décadas, que es Plateau de Beille. La estación de esquí, situada en el departamento de Ariège, no recibía a la caravana ciclista desde 2015, cuando ‘Purito’ Rodríguez conquistó la cima a través de una escapada en la que suponía su penúltima victoria como ciclista profesional. Esta meta debería tener lugar en la segunda semana de carrera, momento en el que estarán presentes los Pirineos, que se volverán a ascender antes que los Alpes, donde en principio se encontrarán las etapas decisivas de la próxima edición del Tour de Francia.

Se trata de una subida muy exigente, con 16 kilómetros de subida en un porcentaje medio cercano al 8%. Si dejamos de lado los últimos cuatro kilómetros, donde la ascensión remite un poco en su dureza, tenemos un puerto constante en el 9-10%, lo cual supone un esfuerzo bastante importante para los ciclistas. Las etapas que han finalizado aquí han incluido más cols en el trayecto, casi nunca de la trascendencia de la subida final. Lo más difícil que puede preceder a este duro final de etapa es el Port de Pailhères, que tiene unas características diferentes, pero sí unos números bastante similares. Aún no se conocen más detalles, como el punto de salida de la etapa.

Lo que sí está claro es que Plateau de Beille será la gran llegada en alto de esas dos primeras semanas de carrera en las que no se espera ningún otro gran final, aunque las sorpresas podrían tener lugar en la presentación del recorrido, que será en el mes de octubre, como ya es habitual. No se espera un exceso de llegadas en alto, al menos en gran montaña. La Couillole, en la penúltima etapa, tiene visos de ser la otra gran cima para recibir la meta de una etapa. Si en 2023 el recorrido incluía cuatro finales en alto, la de 2024 mantendrá un número similar, con posibilidad de bajar a tres.

Dependerá de si en los Alpes se completará el final en Isola 2000 o si esa etapa que incluirá el Col de la Bonette finalizará en el valle sito al pie de la estación de esquí que únicamente ha vivido un final de etapa en el Tour de Francia, año 1993 con victoria para Tony Rominger. De no incluirse este final, es probable que hubiese otra meta en alto en los Pirineos, donde se espera que al menos se celebren dos etapas al final de esa segunda semana. El Macizo Central también tiene posibilidad de albergar alguna etapa dura, pero en ningún caso sería una etapa teóricamente clave.

Lo que sí está claro es que Plateau de Beille regresa tras nueve años de silencio. Se estrenó en 1998, tras haber sido meta de otras carreras como la Route du Sud, con victoria para Marco Pantani, que a la postre conquistó el maillot amarillo en París. Esa misma circunstancia de ganar en la cima y hacer lo propio en París fue repetido por Lance Armstrong en dos ocasiones (2002 y 2004) y Alberto Contador (2007). La estadística decía que quien ganaba en la cima, conquistaba el Tour en París.

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Hecho que dejó de acontecer en las dos últimas ocasiones en las que la caravana del Tour ha visitado la estación las victorias, que han ido a parar al belga Jelle Vanendert (2011) y al español ‘Purito’ Rodríguez (2015), último ganador en esta cima que busca un nuevo nombre para figurar en su prestigioso palmarés. Aspirando a ello tendremos a los Pogačar, Vingegaard, Evenepoel y compañía por esta bonita y dura ascensión durante el próximo mes de julio.

Fotos: 1001puertos.com