Gregor Mühlberger (Movistar), el motorcito de Haidershofen

Austria es tierra de montañas, de Alpes, de grandes escaladores. Si echamos la vista atrás y hacemos un barrido por el tipo de ciclista que este país ha aportado al pelotón, la gran mayoría responderá a un perfil de ciclista que se anima cuando las pendientes miran hacia el cielo. Es el caso de Gregor Mühlberger, actual ciclista del Movistar, aunque finaliza contrato con los telefónicos, si nadie afirma lo contrario. Un ciclista que garantiza entrega, visión y hasta victorias, como ha demostrado en 2023. Se ha regalado el Nacional de Austria, la cuarta etapa del Tour de los Alpes y la jornada más dura del Tour de Alemania.

Con todo eso, habiendo además mostrado su capacidad de sacrificio por sus líderes o el buen hacer en las fugas, para las que tiene un buen sentido, tenemos una combinación que hace un ciclista bastante valorado en el mundo World Tour. Polivalente porque hace servicio en varios tipos de etapa y porque se encuentra en ese punto de su carrera donde ya no es un chaval (posee experiencia), pero tampoco es muy mayor (tiene años por delante). Un fichaje perfecto para cualquier equipo. Una ganta que puede entrar en el mercado al finalizar el año. Un ciclista al que seguir bien de cerca.

Lo más destacable de Mühlberger es su carácter humilde, discreto y comprometido con la causa. Da el do de pecho en sus carreras, que vienen a ser aquellas donde los grandes líderes dejan migajas para los demás. Y ahí lo hace bien. Insistimos: 3 victorias en 2023, lo que le convierte en el corredor que más ha conseguido en Movistar después de Oier Lazkano, que suma cuatro. Todavía quedan carreras y terreno para que el empate se produzca, pero ya es un dato que un ciclista con tan poca oportunidad de brillar de forma individual consiga tanto.

Al Movistar llegó del Bora Hansgrohe, equipo alemán que en 2015 se denominaba Bora Argon 18. Era el segundo más joven de un equipo que contaba con Sam Bennett, Patrick Konrad, Emmanuel Buchmann o Phil Bauhaus. Primero como stagiare y después como uno más en una plantilla que pronto recibiría a Sagan y a su séquito. Se marcharía en 2020 al Movistar, buscando nuevos retos y un cambio de aires. Y vaya si lo fue. Con el conjunto español ha sido una pieza importante y ha gozado de sus momentos de mayor brillo. También ha coincidido su época de madurez, que todo tiene que ver.

Ahora estará en una nueva encrucijada. Movistar suele resolver renovaciones y todos esos asuntos contractuales a final de año. Si Gregor se hubiese querido marchar del equipo, hubiese anunciado ya su fichaje por otra escuadra. Seguro que equipos interesados no le van a faltar, porque cumple con los requisitos que cualquier director querría de un ciclista, que son disciplina, discreción y resultado. Aquí entra la eterna duda, de qué hubiera sido de él de haber afrontado mayores responsabilidades, pero parece que ha encontrado su rol, que es ser gregario de montaña muy apreciado.

El ciclismo a veces consiste en eso, en encontrar un lugar en el que se encaje y se valore el trabajo. Cuando pone la marcha, este austríaco de Haidershofen, cerquita de Lienz, al norte del país, el pelotón ya se puede preparar porque saben que este motorcito tiene cuerda para rato. Bien harían en el Team Movistar en retenerle en sus filas y contar con él para conformar un equipo fuerte en montaña para proteger sus intereses. Sino, es probable que acabe fortaleciendo a cualquier equipo World Tour, muchos en necesidad de ciclistas así.

Fotos: Getty Sport / Movistar