Triatlón, duatlón y ciclismo. Deportes que normalmente se vinculan y entre los que se suelen citar sinergias o beneficios cruzados para quienes los practican, pero cuyo día a día, cuya forma de entrenar y aun más de competir resulta diferente. Habituales son los casos de deportistas que comienzan en uno y terminan por pasarse al otro justo antes o tras haber alcanzado su plenitud deportiva. Y en casos extraordinarios, como en el caso de Cameron Wurf o ahora en el intento de Taylor Knibb, de alternancia entre ambos dentro de una misma temporada.
En España, tenemos varios casos de deportistas que han llegado al ciclismo desde el triatlón, bien desde las etapas formativas o ya en edad senior. Sin lugar a dudas, de entre todos estos casos, destaca la múltiple campeona nacional Mavi García. Nuestra protagonista, al igual que Mavi, cosechó éxitos en el duatlón antes de decantarse, ya edad senior, por el ciclismo.
Justo antes de finalizar el año 2021 Usoa Ostolaza se imponía en Soria en el campeonato de España de duatlón de media distancia. Una victoria cimentada en el segmento ciclista. Una promesa emergía/lograba su primer gran resultado después de un abismo, de un periodo marcado por las lesiones y la incertidumbre. Año y medio después, la zarauztarra se ha erigido en una de las grandes esperanzas del ciclismo en España.
En 2023 la ciclista del Laboral Kutxa afronta ya su segunda temporada completamente volcada en el ciclismo y la temporada está suponiendo su confirmación como una corredora con un ilusionante porvenir y un potencial aún por definir.
«Este es mi tercer año en el equipo Laboral Kutxa y en el ciclismo. El equipo ha crecido un montón, cada año va creciendo y, sobre todo en este último año se ha dado un gran salto. Estamos muy contentas porque al final tenemos más facilidades en cuanto al material, económica y prácticamente en todos los sentidos. Eso básicamente supone que podamos profesionalizarnos más, que tengamos la oportunidad de entrenar mejor y de mejorar».
«Personalmente estoy contenta con esta temporada, desde principios de año hasta ahora. Cada vez estoy teniendo mejores sensaciones. Me encuentro bien en carrera, como la semana pasada en la Itzulia. Como vasca que soy, me hacía especial ilusión hacerlo bien en esta carrera. Y tuve buenas piernas y disfruté un montón».
«Creo que el equipo está progresando mucho; al final nuestro objetivo es llegar a corto plazo a la categoría del World Tour o al menos al menos acercarnos».
El de la Fundación Euskadi es un proyecto que ambiciona, de la mano de Laboral Kutxa, el ascenso a la máxima categoría y con ello tener el derecho a disputar un calendario con todas las pruebas del máximo nivel. Calendario que ha ido mejorando notablemente año a año para la escuadra femenina desde su fundación en el año 2019.
«Cada vez tenemos mejor calendario, mejor que el año pasado ya este año. Estamos contentas con el progreso que estamos teniendo en el equipo. Queremos seguir por ese camino».
«Desde el pasado año a este ha habido mucho cambio, tenemos muchas más carreras y de mejor nivel. Tanto la Itzulia como la Vuelta a Burgos son pruebas World Tour, del mejor nivel que hay. Aquí se coge muy buen ritmo. Aprendes mucho en una carrera como esta; por ejemplo, aprendes a rodar en grupo cuando hace viento. Esas son las típicas cosas se aprenden en carrera. Estamos en el buen camino».
No suele ser algo sencillo cambiar el clic de rodar en grupos muy reducidos en las pruebas de triatlón y duatlón de corta distancia o completamente en solitario en las pruebas de media y larga distancia y sin drafting.
La corredora vasca ha tenido que dar ese salto en apenas un par de años, primero desde los pelotones nacionales y más reducidos, hasta los grupos más numerosos e internacionales y de mayor nivel de las pruebas del World Tour. Una tarea que, como nos reconoce Usoa, no resulta sencilla: «Ha sido mi punto débil. No tiene nada que ver el deporte del que venía, el triatlón y el duatlón con el ciclismo. Aquí se corre en equipo y hay muchísima tensión en el pelotón».
«En estas carreras en que el pelotón es grande, depende un poco según qué tipo de etapa es. Si al final la etapa tiene mucho desnivel, entonces será un poco más selecto el pelotón y habrá menos tensión. Pero en algunas carreras, como en el día de ayer – la segunda jornada de la Vuelta a Burgos, marcada por los abanicos y la intensidad de carrera desde el kilómetro cero – hay muchísima tensión y hay que saber gestionarla».
«Hay que aprender a moverse en el pelotón porque no es nada fácil. Hasta ahora en ese aspecto he tenido bastante miedo. Ahora ya estoy mejorando en ese aspecto también. Y ahora digamos que ya disfruto de esa tensión».
Una transición que normalmente viene acompañada de horas trabajo, de visualización y de apoyo y guía por parte de compañeras y de profesionales o miembros del equipo.
«El director deportivo me ayuda mucho en este sentido. También mis compañeras; en general, todas las corredoras me han ayudado en este progreso, ya que al final todas ellas, por lo general, vienen practicando el ciclismo desde pequeñas. Y claro, todas van van mejor que yo».
Pero sobre todo Alba Teruel, que tiene muchísima clase y se mueve muy bien en el pelotón. Al final es como nuestra profesora, nos ayuda mucho».
Igual que en lo técnico y mental la transición hacia el ciclismo tampoco es sencilla ni gradual en lo físico y fisiológico. Por los cambios que ha ido introduciendo en su preparación preguntamos a la corredora vasca y sobre todo si sigue manteniendo en su rutina alguna sesión de carrera a pie o natación como entrenamiento cruzado.
«Hasta ahora sí que corría de vez en cuando, sobre todo fuera de temporada y en pretemporada, y también andaba. Casi siempre algún día que no quiero quedarme quieta, de esos en que tengo descanso total. A veces aprovecho para nadar unos 1500 metros en piscina, que no me suponen ningún esfuerzo. Al final ir a nadar o correr de vez en cuando es algo que disfruto. Correr ahora durante la temporada ya no lo hago, pero en pretemporada sí».
«En cuanto al entrenamiento, la manera de entrenar cambia mucho. Ahora mismo me entrena Julen Sagastibeltza, que también es mi pareja. Es mi entrenador, mi pareja, mi psicólogo; en definitiva, es la persona que mejor me conoce» nos reconoce Usoa con su alegría contagiosa.
«Cuando hacía triatlón me entrenaba Ainhoa Murua, que es una triatleta olímpica – la también zarauztarra participó en cuatro JJ. OO. consecutivos de Atenas a Río, medallista en campeonatos de Europa y en mundiales por relevos –. Me fue muy bien con ella. Después en esa transición desde el triatlón al ciclismo me entrenó Imanol Echarri. Y ya desde principios de año de este año me entrena mi novio.
De igual modo el cambio de deporte supone en casi todas las ocasiones cambios en el trabajo de fuerza en gimnasio como en el volumen de entrenamiento, cambios que empiezan modificar y definir el nuevo físico del deportista.
«Gimnasio también voy metiendo ahora. Aunque cuando tenemos muchas carreras y estamos muchos días fuera de casa es muy complicado mantener los entrenamientos de gimnasio. Pero sí que me gusta meter una o dos sesiones por semana».
Al final en triatlón tienes que estar bien en los tres segmentos. Y son muy diferentes entre sí. Tienes más masa muscular en el tronco superior, principalmente para nadar. En el ciclismo el peso influye más también. Poco a poco la forma del cuerpo va cambiando.
Ya tengo 25 años y voy viendo que puedo meter más volumen, que poco a poco mi cuerpo lo va asimilando mejor. Y que voy conociendo mi cuerpo.
También influye que este año he dejado de trabajar. Soy fisioterapeuta. Este año ya he podido comenzar a dedicarme en exclusiva a la bicicleta y eso ayuda bastante a asimilar mejor los entrenamientos ya que descansas mejor».
Te centras al 100% en el deporte, en tu preparación y recuperación. Y eso se nota no solo en la asimilación de los entrenamientos sino también a nivel de lesiones. He notado que me lesiono menos».
Para concluir ponemos a la corredora vasca en la tesitura de escoger su prueba favorita. ¿Será la Itzulia? ¿Será el Tour? ¿O será otra carrera?
«Me gustan más las vueltas por etapas que las carreras de un día. Me haría mucha ilusión correr el Tour y el Giro. Fíjate que te diría que me haría más ilusión correr el Giro. Aunque es cierto que el Tour está mucho más profesionalizado. Pero como la Itzulia no hay ninguna. Correr en casa da un plus especial. Lo disfruto un montón. Si solo puedo elegir una carrera elegiría la Itzulia. Incluso si volviera a celebrarse la Clásica de Donosti, prefiero la Itzulia».
Aunque la corredora zarauztarra del Laboral Kutxa aún se esté definiendo o desarrollando su perfil ciclista, resulta obvio que hasta la fecha sus mejores actuaciones y resultados están llegando en los días de fondo y en las vueltas por etapas. Ostolaza nos confirma estas impresiones: «Me gustan las vueltas largas y que las etapas sean también largas y duras. Pero duras con puertos largos. No me gustan los puertos cortos ni con mucha pendiente. Las prefiero como la etapa reina de la Vuelta a Burgos con la subida a Lagunas de Neila y cuanto más kilometraje tenga la etapa, mejor».
Usoa Ostolaza está siendo una de las corredoras que más están llamando nuestra atención en esta temporada, tanto en el calendario nacional – donde ya se ha impuesto en Estella y Santa Ana de Abanilla – como en el internacional. La creciente profesionalización del ciclismo femenino y de su equipo Laboral Kutxa ha permitido a la todavía joven zarauztarra, como nos decía al comienzo de esta entrevista, centrarse únicamente en las dos ruedas. Y ya sabemos, con casos como el de Mavi García, que esto no solo supone un poco de inflexión en el corto plazo, sino que, al igual que en la economía, estos cambios tienen especial incidencia a partir de los doce a dieciocho meses.
Fotos: LABORAL Kutxa / Fundación Euskadi / SprintCycling
Pucelano, este deportista varios años colaborando con proyectos tan exitosos como Road&Mud, High-Cycling y ahora Le Puncheur. Ciclismo femenino, masculino y siempre una opinión certera, informada y que aporta a quien la lee.