Termina la edición 2023 y la organización trabaja en el recorrido de la próxima Vuelta a España. Ya se anunció el punto de partida que en agosto de 2024 pondrá la primera piedra de la carrera, que tomará su salida en Lisboa con una contrarreloj. Esos tres primeros días en territorio portugués emulan a la edición de 1997, cuando la ciudad lisboeta supuso el marco de arranque de la Vuelta y primera salida desde un país extranjero que no fuese España, país sede de la tercera grande del calendario.
Galicia está entre los lugares a ser visitados por la ruta. Con la posibilidad de que Oporto asumiera la salida de la ronda, la llegada al noroeste español hubiese tenido lugar en la primera semana, pero al haberse decantado la carrera por la capital lusa, la entrada a territorio español parece se producirá a través de la provincia de Salamanca. Galicia esperaría, pues, a finales de agosto para aparecer en escena, con paso por el sur y el este de España en primer término. La caravana ciclista vivirá al menos un gran traslado, probablemente entre el sureste y el noroeste de la Península.
Se piensa en varias etapas en suelo gallego, con etapas de varios tipos. Una contrarreloj entre Padrón y la sede de Aluminios Cortizo parece que será la etapa que mayor importancia posea. Debería haber etapas con presencia en las cuatro provincias, aunque sin embargo todavía se está trabajando en el diseño del mapa definitivo. Lugo se ha postulado como salida y Pontevedra parece que acogerá otra etapa. Por ser las alturas de Vuelta en las que el terreno tendrá que ser más complicado, no se puede descartar que algún final en alto tenga cabida en la ruta.
De tierras gallegas, la Vuelta pasará a Asturias, donde la teoría apunta a la celebración de dos etapas, una de ellas con meta en la mítica cima de los Lagos de Covadonga. Por ver está la segunda de las cimas que reciba la meta, en la tradicional serie de dos llegadas en alto que suele acontecer en el Principado, donde se deberían concentrar dos de las etapas más importantes. No habrá Pirineos, y sí Andalucía, cuya montaña debería ser también decisiva en conformar la clasificación general a final de la primera semana o puede que comienzo de la segunda.
La última vez que el recorrido se encontró con Galicia fue en 2021, cuando la Vuelta terminó en Santiago de Compostela con una contrarreloj que fue para Primoz Roglič. Aún se recuerda la etapa de Mos, con todo el affaire Miguel Ángel López en Movistar y la batalla que se vivió por el podio final. Sólo un año antes, Galicia estuvo también en la ruta, con la decisiva contrarreloj con meta en el Mirador de Ézaro entre ellas. Lejos quedan, eso sí, los días en los que la Vuelta empleaba casi una semana en tierras gallegas, como en 2012 ó 2014.
También los días en los que sus cuatro provincias disfrutaban de los primeros días de Vuelta, como en los años 2007 (la carrera regresó en 2006 a Galicia tras más de diez años de ausencia), 2013 y la espectacular salida desde una batea en Vilanova de Arousa, y 2016, cuando se dio el pistoletazo de salida en Ourense a la edición que coronó a Nairo Quintana por delante de Chris Froome con la sorpresa de Formigal, el paso por los Pirineos franceses y la decisiva y emocionante etapa de Aitana. Recuerdos bonitos de una tierra en la que la Vuelta ha vivido momentos para el recuerdo y que en 2024 parece que seguirá construyendo recuerdos nuevos.
Foto de portada: Martina Miser