Competir en Mountain Bike (vs competir en carretera)
Quiero compartir desde mi perspectiva la gestión de las competiciones no profesionales en el ciclismo, el ciclismo popular, el de los «globeros». En este ámbito, el Mountain Bike (MTB) destaca por su eficacia en comparación con el ciclismo de carretera. O tal vez sea simplemente más fácil de manejar. La MTB ofrece numerosas opciones (lo mismo ocurre con el ciclocrós en un calendario más reducido) que no se encuentran en la carretera. Intentaremos acercarnos a las razones de este fenómeno.
La carretera presenta particularidades que no se encuentran en otras modalidades. Al compartir espacio con otros vehículos y las molestias que pueden surgir, es necesario coordinar con el departamento de tráfico para establecer los horarios de paso en cada punto. Y de eso depende que la marcha se celebre con normalidad. De hecho, el tráfico puede requerir que detengas la marcha para agrupar a los participantes o que ajustes la velocidad al coche que abre la carrera. Esto nos lo ha explicado Rubén Sanz (responsable de Aire Norte y delegado de cicloturismo y DH en la Federación de Vizcaya), que de esto sabe un poco.
¿Marchas o carreras encubiertas?
La primera diferencia radica en que el mundo del MTB ha adoptado la idea de convertir las marchas en carreras. Con una naturalidad que considero mucho más saludable. En la carretera, seguimos debatiendo sobre qué constituye una marcha o si es una carrera encubierta, pero ¿realmente debería haber diferencias?
En el MTB este debate, si alguna vez existió, se ha superado. Simplemente hay marchas en las que puedes participar y disfrutar compitiendo contra otros o contra ti mismo. Puedes desafiarte con los líderes, competir con personas de tu nivel (o con amigos, recordemos que andar en bicicleta principalmente implica divertirse con amigos) o simplemente salir a pasar una agradable mañana de ciclismo. Aunque algunas marchas son más competitivas que otras, ninguna cae en el debate de si son o no competitivas. Para mí, son un claro ejemplo de ¡sal y disfruta!
En mi opinión, limitar la competición no resuelve mucho del problema de mantener la infraestructura funcionando durante más tiempo del deseado. Simplemente reduce la diferencia de tiempo entre el primer y último competidor. Pero realmente ¿beneficia en algo que el primero sea 1 hora más lento? En carretera sí es cierto que necesitamos tener el tráfico abierto, y en eso entran las autoridades en juego.
Para hablar de esto, hemos querido pedir la opinión a Rubén, que es algo diferente a la mía. En su opinión, la separación del cicloturismo y la competición es totalmente necesaria. Y lo es por una sencilla razón que yo no había contemplado: el cicloturismo no garantiza (ni es el objetivo garantizar) la igualdad de oportunidades entre participantes, lo cual sí se garantiza en la competición. Me dio un ejemplo que lo hace muy gráfico: él organiza varias marchas, pero una de ellas, la «Pulmón de Acero», tiene las dos vertientes, competición y cicloturismo.
Con esta diferenciación, a nivel de seguridad, avituallamiento y navegación, todo es igual. Pero a nivel de garantizar la competición no lo es. Por ejemplo, si ese día pasa un tractor por una pista y tienen que detener la marcha cicloturista, la solución es señalizar la incidencia y tener paciencia hasta que se cierre la misma. Sin embargo, si esto sucede en la competición, la organización tiene responsabilidad porque no ha proporcionado igualdad de condiciones a los/as participantes. Tengo la misma opinión que Rubén en cuanto a lo que el cicloturismo debe ser. Pero hasta que no hablé con él, no había visto la problemática de que exista una clasificación y se considere una especie de carrera. Y es que en el cicloturismo se debe tratar de disfrutar. Y de luchar contra ti mismo o tus amigos. Pero en cuanto hay clasificaciones, surgen rivalidades, envidias y trampas.
Después de discutir sobre esto, recordé las críticas a la organización de Euskobike por llevar a Julen Zubero por un camino más corto a meta de forma totalmente involuntaria. Entiendo que critiques que la organización cometiera un error. Pero decir que han beneficiado a Julen para que ganara en una carrera cicloturista… Hay un trecho largo porque presupones mala fe. Y no es la única que se me ocurrió. Seamos más civilizados, por favor, que los organizadores tienen un curro muy complicado, muy desagradecido y lo hacen para que disfrutemos. Nuestra empatía les hará felices.
Una de las diferencias entre MTB y carretera es que en carretera hay marchas cicloturistas como la Bilbao-Bilbao, Tour de Flandes o Paris-Roubaix que no entran en la categoría anterior. Son completamente no competitivas, y me parece genial que lo sean. Pero hay otras marchas como son las dos siguientes que son diferentes.
La Quebrantahuesos o Lagos de Covadonga son dos ejemplos claros de las (mal)llamadas carreras encubiertas. A las que miles de personas ven como un auténtico desafío y luchan por mejorar cada año. Sin embargo, sigo sin entender qué tiene de malo que sean competiciones. ¿Acaso el hecho de que alguien vaya más rápido impide que aquellos que van más despacio disfruten de la marcha de manera más relajada? A juzgar por los acalorados debates, parece que sí. Y el último de estos debates me lleva al siguiente punto: Valverde ganando la Quebrantahuesos.
Los ganadores controvertidos
En la MTB, a diferencia de la carretera, no hay debate alguno sobre la participación y victoria de ciclistas como David Valero, Becca Henderson, Sergio Mantecon o Andrea Seawald en eventos como la VOLCAT, la Mediterranean EPIC o la Supercup Massi. Aunque estas carreras son de la UCI (y no son marchas) están abiertas a todo el público. Permitiendo que cualquier persona con una mínima forma física pueda participar. En muchos casos ni siquiera se necesita una licencia: basta con un seguro de día. Desde mi perspectiva, esto tiene muchas más ventajas que inconvenientes. Compartes espacio público con tus ídolos/as, puedes medir tu forma contra la de tus ídolos, no tienes que plantearte si dejar de competir o no. Siempre tienes la opción de competir (esto me parece una gran diferencia con carretera, que de 25 en adelante no tienes opciones hasta la categoría Master).
Calendarios
Todo esto crea un ecosistema amplio y variado de competiciones, como las mencionadas anteriormente. Y otras más modestas como Green Series, la Copa Caja Rural, el Circuito Provincial de Burgos o Pulmón de Acero. Estas últimas, aunque orientadas a la competición, también tienen un toque cicloturista. Asimismo, eventos como Euskobike o Merindades Bike Race, más centrados en el cicloturismo, aún cuentan con una clasificación en la que los participantes buscan mejorar sus actuaciones de años anteriores. Pero, por ejemplo, hay un matiz que hace la Pulmón de Acero con esto, como nos contó Rubén. Y es que no hablan de ganadores, hablan como mucho del tiempo más rápido.
Por ello, tenemos circuitos provinciales, autonómicos, estatales, carreras individuales… que abarcan los diferentes niveles, disciplinas y puntos geográficos. Todo el mundo encuentra su punto en este ecosistema y nadie está excluido por no querer competir. Ni juzgado por querer hacerlo.
En carretera tenemos cosas bien distintas: la mayor parte de las marchas siempre tienen un coche que marca la velocidad máxima. O, en algún punto, reagrupan a la gente para que no haya tantas diferencias (por los motivos anteriormente explicados). Esto lo he visto, por ejemplo, en Lagos de Covadonga, que es uno de los ejemplos más claros de «marcha encubierta». Por lo que no es fácil poder competir. Además, en carretera no hay una categoría Elite como tal en la que poder competir. Tienes Aficionados (esta es la categoría Amateur, pero como ya casi tengo 40 años, lo llamo como se ha llamado toda la vida), que en muchas partes es solo Sub-25. O ir a las marchas, para cuando pasas de los 30, poder competir en Master.
La categoría master
Sin opinar sobre la categoría Master a nivel farmacológico, me parece una categoría que no es atractiva para mucha gente. El nivel es muy dispar y se junta la gente que casi no tiene tiempo para entrenar con la que tiene un nivel cercano a la categoría de Aficionados. En MTB esto se ve más claro, ya que hay mucha gente que, pudiendo competir en Élite, decide ir a Master solo por el hecho de poder decir que ganan. Cuando la realidad es que podrían luchar por un top 10 en Élite. No se me ocurre cómo solucionarlo, pero siempre he pensado que debería ser algo por niveles, al estilo de otros deportes.
Para mí, no tiene sentido que haya gente en Master que se pasea en sus respectivas categorías, pudiendo disputar en Elite. Un ejemplo de esto puede ser Ibón Zugasti, que ha competido en Elite hasta hace poco con bastante buen nivel. A los 50 años ha pasado a competir en Master 50, llevándose todas las carreras que ha corrido (no es una crítica a Zugasti, que precisamente me parece el ejemplo bueno, el de competir en Élite hasta que ves que empiezas a necesitar otros ritmos).
Como digo, me parece algo muy difícil de solucionar, por lo que al final se tiende a ir a las marchas a competir con otra gente debido a esa imposibilidad. Y veo lógico que acabes queriendo competir con Zubeldia, Valverde o algún pro en la Quebrantahuesos. Ya que, al contrario que el MTB, es la única opción que tienes. Muchas gracias a Rubén Sanz por las charlas. Muy interesantes, y que espero repetir en el futuro para sacar una entrevista chula con alguien que organiza estos saraos en los que tanto disfrutamos.
Y, de nuevo, disfrutad de lo que tenemos. Y agradeced que podemos disfrutar de un ecosistema bastante amplio que nos permite jugar a las carreras a los “paquetes”, los «globeros» de MTB.
Fotos: Pulmón de Acero / QH
Loco de esto de las bicis desde los 5 años. Pantani, Ullrich, Euskaltel y Van der Poel me guiaron en mi camino… Amante de todo lo que tiene que ver con el offroad, ya sea pavés, CX o MTB. Cuando me propusieron colaborar con Sergio y Jorge en LePuncheur y cumplir mi sueño de escribir sobre ciclismo, no lo pensé, ¡no dejaría pasar esta oportunidad! Adicionalmente, también soy un paquete más compitiendo en Mountain Bike.