Los años 90 fueron una década apasionante en lo ciclista. Las grandes, las clásicas, los Mundiales y hasta las rondas de una semana se vivieron con una gran intensidad y se vio coincidir a numerosos corredores que de un modo u otro han pasado a la leyenda del ciclismo. Como siempre, elegir diez entre tanta calidad se convierte en misión imposible si no se cuenta con un cierto criterio, cuya elección será siempre subjetiva. Se debe contar con el desacuerdo del lector en la elección o la ubicación de estos magníficos ciclistas a lo largo del top ten. Por una mezcla de resultados, carisma, calidad, presencia en carrera, etc estos podrían ser los diez elegidos:
TOP 11 – Ciclistas que se quedan fuera
Con tanto y tan bueno es complicado incluir a todos en un listado limitado. Pero ello no quiere decir que sus méritos no puedan ser reconocidos. Claudio Chiapucci no venció una grande, fue varias veces podio del Giro y del Tour, dio guerra a grandes como Induráin o LeMond y se retiró siendo uno de los ciclistas más aclamados. Lance Armstrong se llevó el Tour de 1999 (descalificado posteriormente por dopaje) y el Campeonato del Mundo en 1993, además de alguna clásica entre medias con el periodo en el que dejó el ciclismo para luchar contra el cáncer.
Alex Zulle fue dos veces segundo en el Tour, venció dos Vueltas y se llevó algunas prestigiosas pruebas de una semana. Su dupla con Laurent Jalabert fue magnífica, coronando un equipo ONCE que en sí mismo jugó un papel muy importante en aquella década. Abdoujaparov fue uno de los velocistas más importantes del momento, sobre todo de la primera mitad. Boardman uno de los contrarrelojistas más afamados, especializado en pista y cronos, sin destacar demasiado en otros terrenos. Uno de los más icónicos, sin duda.
En el apartado del este tenemos a ciclistas como Piotr Ugrumov, Evgeni Berzin o Pavel Tonkov. Al letón le faltó ganar una grande. Los dos rusos se hicieron con un Giro cada uno, pero el segundo tuvo una carrera más constante, triunfando también en la Vuelta. Andréi Tchmil pasó por varias nacionalidades, pero fue uno de los clasicómanos más destacados. Richard Virenque, uno de los escaladores mas incómodos y Vandenbroucke uno de los corredores con más clase que se haya visto en todos los 90. Bjarne Riis ganó el Tour y también tuvo su relevancia.
Nombres seguro que se quedan fuera, sobre todo por haber desarrollado sus carreras también en finales de los 80 y comienzos de los 2000. También porque la lista debía acabar en algún punto. Muchas estrellas del ciclismo que todos los amantes del deporte jamás olvidarán.
TOP 10 – Mario Cipollini
Fue el gran sprinter de los 90 a nivel mediático. Un auténtico capo del pelotón que estuvo arropado al 100% por sus equipos de cara a controlar las etapas y las llegadas. Tuvo muchos rivales de gran talla, pero poco importó porque acabó por imponerse en multitud de llegadas. Si estaba inspirado, era imparable.
TOP 9 – Erik Zabel
Otro de los grandes velocistas del momento. Su punta de velocidad no estaba regañada con pasar decentemente los puertos. Así se llevó triunfos como la Milán San Remo e incluso alguna clásica belga. El rey del maillot verde del Tour de Francia y uno de los sprinters más difíciles de batir el alemán.
TOP 8 – Johan Museeuw
El ‘León de Flandes’ fue también campeón del mundo, un ciclista dominador de las clásicas del norte y de las clásicas. Mejor en las piedras que en los demás terrenos, marcó una época. El belga ha sido religión en su país hasta que irrumpieron ciclistas como Boonen. Sus rivales fueron de los más complicados de siempre, no se lo pusieron nada fácil.
TOP 7 – Abraham Olano
Pese a la mala fama de la que gozaba en España, uno de los mejores corredores de su generación. Su debilidad era la alta montaña, donde sufría y perdía las ventajas conseguidas en las contrarrelojes. De los balances dependían sus victorias en las vueltas por etapas. Ganó la Vuelta, fue tercero en un Giro que no anduvo lejos de ganar y luchó por el Tour en toda la medida de lo posible. Pero sus grandes méritos fueron el arco iris en línea (1995) y en crono (1998), primer ciclista en lograrlo. Subcampeón olímpico en Atlanta.
TOP 6 – Gianni Bugno
Un fuera de serie. Su clase y su desempeño en carreras de un día y grandes vueltas le hicieron merecerse un hueco en este ranking. Doble campeón del mundo, ganador de un Giro de Italia que dominó de principio a fin y peleón en el Tour, del que sólo Induráin pudo separarle. De los ciclistas más míticos y carismáticos de la década. Y de la historia.
TOP 5 – Laurent Jalabert
Comenzó la década como un velocista y la finalizó siendo un aspirante a todo tipo de carrera que disputase. Su rendimiento en montaña mejoró sobremanera desde su victoria en los Lagos de Covadonga en 1994. Ganador de etapa en las tres grandes, del maillot verde del Tour, ganó una Vuelta, pudo haber ganador alguna más y sólo le faltó alguna reina de las piedras o el arco iris en ruta, porque en contrarreloj sí que lo consiguió.
TOP 4 – Jan Ullrich
El teutón iba a ser muchísimo más de lo que después fue. Una máquina en contrarreloj, una apisonadora en montaña, tuvo la desgracia de irse encontrando dificultades. En primer lugar, pertenecer al mismo equipo que Bjarne Riis. En segundo, encontrarse con el aguanieve, Pantani y el Galibier al mismo tiempo. Ganó un Tour, fue segundo en otros dos, ganó una Vuelta, campeón del mundo en crono, además de muchas otras victorias en vueltas de una semana.
TOP 3 – Marco Pantani
El escalador más icónico de la década. Marcaba la diferencia a poco terreno que tenía y hacía cundir el pánico en sus rivales. Induráin le sufrió en sus carnes tras escalar el Mortirolo y mitificarlo. En el Tour se impuso en 1998, tras haberlo hecho en el Giro apenas un mes antes. El último doblete en esas dos pruebas aún 25 años más tarde. Imposible no ir con él en sus arrancadas. Más que en las victorias, era cómo ganaba, cómo escalaba, lo impredecible que hacía las carreras aún yendo de líder.
TOP 2 – Tony Rominger
Un profesional modélico que se hizo con cuatro grandes en este periodo. Tres victorias en la Vuelta, una en el Giro y segundo puesto en el Tour. De no haberse cruzado a Induráin en su camino, su palmarés sería sin duda el mejor de la década. Imparable en montaña y contrarreloj, siendo además un ciclista muy listo y hábil también en el descenso.
TOP 1 – Miguel Induráin
El rey de los 90. Uno de los mejores ciclistas de la historia. Único corredor capaz de ganar cinco ediciones del Tour de Francia de forma consecutiva. Gran contrarrelojista, marcaba unas diferencias inabordables para sus rivales, que ya peleaban por la segunda plaza desde entonces. En montaña también marcaba diferencias. Subcampeón del mundo y muchísimas victorias de gran prestigio. Le faltó alguna clásica y la Vuelta a España, porque el Giro fue suyo en doblete con el Tour (en dos ocasiones además).
Fotos: Sirotti
De dejar comentarios hasta la extenuación en nuestros artículos a lanzarse a publicar los suyos propios. Un punto de vista interesante sobre el ciclismo como punto fuerte, y admiración por los hermanos Calatrava como punto más débil. Juzguen ustedes mismos…