Trobaniello, el ‘Finestre’ de Asturias

El Trobaniello ha granjeado una gran fama entre los cicloturistas debido al parecido que mantiene con el Finestre italiano. Asturias es hogar de multitud de subidas magníficas, pero ninguna (o casi) como esta que nos ocupa. Desde Bárzana, casi 22 kilómetros de ascensión con un porcentaje medio algo modesto para el coloso que estamos presentando: 6%. Si nos fiamos de los fríos datos, nos llevaremos a nosotros mismos al error, porque el puerto esconde rampas cercanas al 20%. Irregularidad en rampas, pero también en firme, ya que pasaremos del asfalto a la tierra. De la tierra pasaremos al hormigón. Y del hormigón a la tierra y después a ese suelo de zahorra oscura bien compactada con el que se une la cima altimétrica de Trobaniello con la de Puerto Ventana.

Bello no, lo siguiente. Los paisajes de este valle que vamos remontando son espectaculares. Con los constantes cambios de ladera, vamos trepando con una explosión de naturaleza a nuestras espaldas. No, no nos encontraremos osos, aunque alguno en bicicleta queda. Pero sí que nos llevaremos algún susto si menospreciamos lo que supone esta durísima subida. Mucho más dura, por cierto, de lo que pueda parecer por las altimetrías publicadas al respecto. Si realizamos este recorrido en combinación con otros puertos, debemos ir preparados para tal ocasión. Agua, previsión de fuentes y, sobre todo, comida. Cobertoria, San Lorenzo, Marabio, Cruz de Linares, el propio Ventana… son muchas las combinaciones con este Trobaniello.

Nos vamos a la carretera que une Bárzana con Santa Marina, lugar de inicio de La Cobertoria por sus dos caras oeste. Es en el mismo inicio del coloso que separa Quirós de Lena donde nos pondremos manos a la obra con este otro coloso. Durante cuatro kilómetros iremos subiendo por una ancha carretera sin apenas tráfico que nos llevará a Ricabo. Ni siquiera atravesamos por el centro de este pequeño pueblo. Hasta ahí el porcentaje irá oscilando entre el 3 y el 5%. A partir del cruce a Ricabo la cosa cambia. La rampa sube de intensidad y se sitúa en más de un 7% y el asfalto va a desaparecer. La pista tiene piedras que podemos ir sorteando con facilidad. Para MTB, problema ninguno.

Cuando llevamos más de once kilómetros de ascensión, empiezan a aparecer las recurvas en hormigón. Antes, bastantes árboles que nos darán cobijo antes las inclemencias del tiempo. Preciosos paisajes que nos harán pensar que estamos en Costa Rica y no en el corazón de Asturias. Pronto, Trobaniello se encarga de enviarnos un recordatorio. Cuando llevamos más de once kilómetros de ascensión, empiezan a aparecer las recurvas en hormigón. Ahí da comienzo la zona más dura, con diferencia. Rampas por encima del 15% y aún cinco kilómetros para la cumbre. Irregular, habrá trozos más cómodos. Ello será sinónimo de zonas exigentes. Hay que medir bien el esfuerzo en esta fase y huir de triunfalismos. La subida se hace dura si vamos tocados.

Vamos rodeando una montaña, cambiamos de vertiente y pasamos junto a la ermita de Trobaniello, que da nombre a la ascensión. Una preciosa pradera la envuelve para reducir la pendiente y servirnos de enlace con el Puerto Ventana. Observamos la cima a lo lejos y poco a poco vamos ganando velocidad. El piso es de tierra compacta y cambia de color con respecto al que hemos venido pisando. Alcanzamos Ventana y ahí acaba nuestra ruta. Podremos descender hacia Teverga y alcanzar Bárzana en unos pocos kilómetros. Si el tráfico de esa carretera nos asusta, siempre podremos recurrir a la Senda del Oso. El puerto está completo en Google Street View, por si alguien lo quiere milimetrar desde casa para preparar su visita.

  • Las rutas

La primera de ellas es dura, pero la más sencilla que vamos a ofrecer. Son menos de 100 kilómetros, pero acumulamos más de 2.500 metros de desnivel. Salimos de Proaza, con la facilidad que nos da la Senda del Oso, con multitud de parkings y accesos. Si queremos ir por la carretera, sin problema. Vamos subiendo poco a poco, para una vez pasamos por Santa Marina nos lanzamos hacia Trobaniello. Descendemos por Puerto Ventana y acto seguido nos enfrentamos a San Lorenzo. Durísimo en sus últimos cinco kilómetros. Después es todo bajada hasta que regresamos al punto de inicio. La ventaja de este recorrido es que si nos encontramos cansados podemos dar media vuelta y dejarnos caer hasta el inicio. En cualquier punto de la ruta.

La segunda propuesta nos lleva a Santa Marina. En un área recreativa aparcamos para iniciar el primer ascenso a Cobertoria. Vamos a aprovechar las cuatro caras de esta cruel montaña, si bien las menos concurridas serán las elegidas para el ascenso y las que poseen más tráfico para el descenso. Por seguridad y también por disfrutar de las caras menos conocidas. Por Lindes y por el Cuchu Puercu se disfruta más. Son carreteras más cicloturistas, más estrechas y con más curvas. Cuidado con la velocidad que se alcanza en los descensos. A partir de ahí, tras dos puertos de primera, regresamos al inicio. Comenzamos a subir hacia Ricabo y posteriormente hacia Trobaniello. Bajamos por Ventana y remontamos el valle hacia Bárzana. Ahí tenemos la opción de añadir otro coloso: Ermita del Alba, con rampas de hasta un 25%. 4.200 metros de desnivel en total.

Una última propuesta, esta vez para absolutos locos de las cumbres. Seis puertos en apenas 180 kilómetros: Cobertoria por Riosa y Cuchu Puercu, Trobaniello, San Lorenzo, Marabio, Cruz de Linares y Tenebredo. Para hacerlo circular, debemos subir y bajar por la misma vertiente en algunos casos, que sino nos iríamos a distancias superiores a los 250 kilómetros, con multitud de valle. Desde la estación de tren de Oviedo, lo mejor de Asturias al alcance. Salen casi 6.000 metros de desnivel, ojo. Sólo los cicloturistas más entrenados podrán con un reto de esta magnitud.

Fotos: Pedro M. Labrada