Hoy ha sido una jornada intensa en esta segunda etapa de La Vuelta, con un recorrido que superaba los 190 kilómetros. Desde el comienzo, todos teníamos claro que la etapa acabaría en un sprint, pero en nuestro equipo teníamos metas claras desde el principio.
El primer gran objetivo era asegurar el maillot de la montaña para Luis Ángel Maté, que ya había sumado algunos puntos importantes. Así que me metí en la fuga del día para echarle una mano y asegurar que lográramos esos puntos. Sabíamos que no sería fácil, pero afortunadamente, conseguimos alcanzar ese objetivo inicial, lo cual fue un alivio.
Después, la atención se centró en el final de la etapa, donde queríamos que Jon Aberasturi tuviera la oportunidad de luchar por un buen puesto en el sprint. Y vaya si lo consiguió. Terminó en un impresionante tercer lugar, solo detrás de dos corredores de altísimo nivel. Para nosotros, que Jon haya conseguido ese resultado es una gran victoria. La etapa nos salió redonda.
El calor fue un factor importante hoy, y se notaba que muchos en el pelotón iban sufriendo, yo incluido. A pesar de todo, logramos mantenernos concentrados y cumplir con lo que nos habíamos propuesto. Ha sido un día duro, pero al final, la satisfacción de haber cumplido nuestros objetivos hace que todo haya valido la pena.
Cerramos esta etapa con una gran sonrisa y el ánimo por todo lo alto.
Imagen Unipublic/Sprint Cycling Agency
