Repaso al Tour del Porvenir 2024

Tras la previa que publicamos antes de la carrera ahora toca hacer un repaso de lo que ha dado de sí la carrera más mediática del calendario sub23. Como soy yo quien escribo, todo queda marcado subjetivamente por mis impresiones. Cualquier queja, corrección u opinión, de forma amable, me la podéis dejar en los comentarios de este post o en mi cuenta de Twitter (@ZipiZapismo).

Recorrido

A priori ya se podía intuir una edición muy exigente en la que ya el tercer día se podían marcar diferencias para la clasificación general. Todo acompañado de una contrarreloj inicial que, por su corta distancia, no ha resultado extremadamente importante en la carrera. Este aspecto, además de la ausencia de una contrarreloj por equipos, se agradece para mantener en carrera a ciclistas que sufren enormemente en esta disciplina.

No tengo ninguna queja sobre las etapas de montaña. La Rosière, Les Karellis y Finestre han resultado puertos adecuados para esta categoría y, sobre todo, creo que se ha sabido ordenarlos de la forma correcta.

La primera, muy corta (70 kilómetros), incluía un encadenado de tres puertos de 1ª acabando en La Rosière (largo pero tendido) que permitió un primer contacto con la alta montaña que dejó todavía la carrera abierta. Al día siguiente, en una etapa mucho más larga (140 kilómetros), intuyo que buscaba el desgaste incluyendo l’Iseran muy lejos de meta y Les Karellis. Al ser este último un «puerto de prueba», la acción en carrera de la victoria de Pablo Torres puede favorecer sus opciones de ver las ascensión en futuras ediciones del Tour de Francia.

La etapa que ha marcado la carrera, la penúltima, está genialmente tirada por parte de la organización. Tras dos días de un desgaste muy elevado se puso el puerto principal del día a 53 kilómetros de meta con un llano al final que permitía una emboscada como las que se acostumbra más a ver en este ciclismo mucho menos controlado. Además de eso, cualquier movimiento serviría como desgaste de cara a la etapa final.

El último día era el gancho de esta edición sin ningún tipo de duda y no decepcionó. Finestre es un puerto cargado de mística, con una estética bellísima y que supone un desafío de mucha entidad para este tipo de ciclistas. La organización además lo ha puesto como único atractivo de la etapa (muy favorable y kilometraje corto), lo que suponía un «empujón» a los números que tan virales se hacen estos días.

Una instantánea de la quinta jornada – Imagen Tour de l´Avenir

Lo peor

Vamos a quitarnos el mal trago primero para que luego todo sea más llevadero.

António Morgado

El portugués no ha dado oportunidad de debate para el dudoso mérito de mayor decepción de esta edición. El ciclista de UAE, que brilló con luz propia en las clásicas, corrió la Copa de las Naciones con los sub23 para llevar a su selección a esta carrera. Indudablemente partía como un ciclista marcado en rojo por su negativa continua a admitir su futuro como clasicómano. Lo cierto es que ha pasado completamente desapercibido. Ni siquiera se ha dejado ver en alguna fuga por puro orgullo. Desaparecido en combate. Ni siquiera ha abandonado para justificar una enfermedad o cualquier inconveniente.

AJ August

Ya comenté en la previa que no estaba seguro de AJ August, aunque fuera uno de los estandartes de esta generación dorada de 2005. El estadounidense no deja claro qué ciclista va a ser y este Tour del Porvenir era una buena prueba para ver de qué es capaz. Nuestro gozo en un pozo. Tras estar horrible en las dos primeras etapas de montaña no salió en la tercera. También abandonó en Burgos. Habrá que ver si consigue repetir el buen nivel del Czech Tour.

Pau Martí

Los focos centrados en Pablo Torres han aliviado por completo la sed de resultados que vertimos sobre nuestros ciclistas. Sin estar el madrileño, probablemente hubiera sido una carrera dura para Pau Martí. Tras ser 3° en el Giro sub23 se empezó a hablar de este ciclista como un escalador de primer nivel y, aunque yo tuve algunas dudas, tenía ganas de ver de qué era capaz. Tras un Giro del Valle d’Aosta decente (11°) no parece haber llegado en su mejor momento y ha sido bastante transparente en carrera. Ni siquiera estuvo implicado como se podría intuir en el trabajo de la selección nacional subiendo Finestre. Quizás esa baja podría haber salvado los 12 segundos. Tendrá más oportunidades.

Francia

Los galos partían como uno de los equipos a batir con Rondel, Bisiaux y Rolland pero, aunque sí han acabado bien, yo esperaba más. Poco se puede decir de Mathys Rondel que se cayó y probablemente eso lo ha lastrado pero también es cierto que no parecía metido en carrera ya desde el principio. En el caso de Rolland, solo una última etapa excepcional ha salvado una participación por debajo de lo esperado por parte de uno de los dominadores de la categoría. El más joven, Bisiaux, ha sido la nota positiva salvando lo que podría haber sido un Porvenir mucho peor para un país que lleva desde la victoria de Gaudu en 2016 sin meterse en el podio de su carrera nacional. Si vuelve el año que viene será favorito.

Noruega

No puedo dejar pasar la mención a una selección que no ha participado. Noruega ha sido determinante en la carrera en las últimas ediciones y en el ciclismo de formación en general en los últimos años pero, por problemas de presupuesto, no ha podido tomar parte esta vez. Resulta doloroso ver que la selección de un posible favorito (Johannes Staune-Mittet) y el nombre más ilustre de la generación de 2005 (Jørgen Nordhagen) no puede medirse a los mejores. Además de doloroso me parece muy extraño.

Pablo Torres junto a Jarno Widar – Imagen Tour de L´Avenir

Lo mejor

Pablo Torres

El nombre de moda, ¿no? Por encima incluso del ganador. Un poco por lo esperado del ganador y un poco por lo espectacular de la gesta de este madrileño. Mejor, peor, previsible o no previsible, nos ha dado la mayor exhibición en una subida en la historia del ciclismo de formación. Se le puede dar vueltas que quieras y siempre vas a llegar a la misma conclusión: este es el ciclismo extraterrestre llegando al campo sub23 y, claro, para eso no hay precendentes. Salvo sorpresa, se quedará otro año en el filial aunque lo lógico es que tenga más protagonismo con el primer equipo. ¿Su futuro? Vaya usted a saber.

Italia

Tras una edición muy poderosa en la general, la selección italiana traía sangre nueva con Crescioli, Pinarello y Kajamini. Cada uno con sus dudas, era un Porvenir de confirmación para todos. Con victorias de etapa y contratos profesionales (Polti y Astana) para el primero y el último, poco ha importado que todos sufrieran lo que no está escrito subiendo Finestre. Nota muy positiva también el ciclista de Visma, Pietro Mattio. Planta de ciclista bueno este todoterreno.

Escaladores puros

Va a sonar a perogrullada pero tanta dureza ha sido una bendición para los escaladores puros. Hablo de los Diego Pescador, Simon Dalby y Nahom Zerai. Al danés le vimos destrozado al terminar la contrarreloj por equipos el año pasado por tener que seguir a las locomotoras de su selección y poco hace falta decir del destino que hubieran tenido los otros dos con Colombia y el equipo de la UCI. Sobre todo en el caso de Pescador y Zerai, la montaña y el desgaste acumulado han puesto en su sitio el talento de estos dos escaladores y eso nos debería alegrar a todos. Dalby estuvo inteligente en la etapa de la escapada de los favoritos y luego aguantó dignamente en Finestre. Estoy muy contento por él. Es uno de mis ojitos derechos.

Lucas Lopes

No es tan común a estas alturas de vida ver a ciclistas amateur en grandes selecciones. Ese es el caso de Lucas Lopes, del Supermercados Froiz español, que ha acabado siendo lo único positivo de un país completamente desaparecido en esta edición. El ganador de etapa y del maillot de la montaña en la Vuelta a Madrid ha sido 12° en la general final, lo que tiene mérito porque perdió 3 minutos en la segunda etapa en línea (quizás por no ser considerado un líder). Aunque no estuvo hábil tácticamente en la penúltima etapa y se le atragantó sobremanera el Colle delle Finestre, ha conseguido ser mi revelación de esta edición. Sin esos 3 minutos estaría rozando el top10.

Podium final – Imagen RFEC

Apuntes de scouting

  • Joseph Blackmore no solo ha demostrado en su primera temporada completa en carretera ser un ciclista con motor y piernas para clásicas de Ardenas, sino que ahora también es un ganador del Tour del Porvenir habiendo sobrevivido en la montaña después de aprovechar su excelente lectura de la carrera.
  • Hasta que haya un cara a cara, Pablo Torres ha superado a Jørgen Nordhagen en el escalón más alto de los proyectos a vueltómanos de la generación de 2005.
  • Jarno Widar no estaba enfermo. Ha acabado muy quemado de la temporada y este Tour del Porvenir no puede ser una conclusión válida de su rendimiento.
  • Tijmen Graat está preparado para rendir y conseguir resultados ya en 2025 con Visma.
  • No se ha hecho el doblete Giro-Porvenir con el formato actual del Giro sub23 y eso es un dato muy importante a considerar en la evaluación de estos proyectos de ciclista.
  • Aunque desconectara al final, Michael Leonard por fin ha llegado al estrellato sub23 y debería volver a entrar en los debates.
  • Las dudas sobre la alta montaña que tenía con Florian Kajamini y Ludovico Crescioli siguen teniendo una base argumental válida pero no les va a limitar en sus carreras deportivas.
  • Bardiani tiene un grupo de ciclistas jóvenes que poco tiene que envidiar al young core de muchos WorldTeam.
  • Darren van Bekkum (sobre todo él), Tim Rex, Iker Mintegi, Jaume Guardeño y Simone Gualdi han tenido un rendimiento como gregarios que podría valer por sí mismo un contrato de buen nivel.
  • Aunque a un nivel probablemente de ProTeam, ciclistas como Mats Wenzel (si no sube con Lidl-Trek), Nahom Zerai, Lucas Lopes, Matthew Greenwood, Tobias Svarre, Pietro Mattio, Louis Sutton y Morten Nørtoft son alternativas interesantes a los grandes nombres que salen reforzadas de este Tour del Porvenir.