La cima más mítica de la Vuelta a España retorna la ruta de esta carrera en tan solo unos días. Su leyenda, repleta de grandes escaladores vencedores en su cima, ofrece una garantía de que el marco es excepcional. El público siempre acompaña y los paisajes, salvo que la niebla lo impida, también. Lo que en ocasiones se echa algo en falta es en cuanto a dureza previa a esta subida próxima a la conocida localidad de Cangas de Onís y que supone uno de los puntos clave del interés turístico de Asturias. La repetición sistemática de los recorridos de esta etapa ha ayudado a asentar mitos como el Mirador del Fito, el cual subirán de nuevo el próximo martes día 3.
Pero no es menos cierto que se echa de menos un acompañamiento de mayor alta montaña, en consonancia con la grandeza de la última subida, que en cuanto a encadenados se encuentra algo aislada. Por dicho motivo, se debe insistir más en el trabajo previo, como se hace este año y se hizo en la edición 2021 de la Vuelta, con la inclusión de Collada Llomena. Hace 3 años supuso un acierto de la organización, en esta edición todavía está por ver. Aún así, hay formas de darle un giro a esta etapa, que pretende seguir siendo un mito de la Vuelta por muchos años y un símbolo y meca del ciclismo asturiano. Os dejamos varias opciones de recorridos hipotéticos que se nos han ocurrido y que podrían ser una propuesta interesante para futuras ediciones de La Vuelta.
Opción 1 / Lastres – Lagos de Covadonga … 209 km
4300 metros de desnivel. Salimos de la costera localidad de Lastres, lo que nos permitirá acumular desnivel hasta alcanzar el primer puerto, el Alto de la Llama. Desde ahí, sin descanso, ascenderemos Arnicio, Tarna, afrontar el llano elevado en torno al embalse de Riaño, descender el Pontón, que con humedad puede tener su gracia, y ascender a Llomena antes de pasar por Cangas de Onís y recorrer el clásico final. La longitud, por encima de los 200 kilómetros, y el desnivel se deberían dejar sentir.
Opción 2 / Potes – Lagos de Covadonga … 176 km
4800 metros de desnivel. Etapa que toca tres comunidades: Cantabria, en la salida, Castilla y León en la travesía por Valdeón, y naturalmente Asturias. De salida se afronta el eterno San Glorio, escenario para una fuga de calidad que ponga contra las cuerdas al pelotón. Pandetrave y Panderrueda dan continuidad, si bien no son excesivamente duros. Asturias y Llomena reciben al pelotón, enlazado con Moandi. Ya sólo quedaría la tachuela de Bada y la subida hasta los Lagos.
Opción 3 / Infiesto – Lagos de Covadonga … 249 km
5000 metros de desnivel. Dura etapa de gran longitud y una primera mitad que acumula cuatro puertos de montaña. Se pasa a León para ascender Las Señales (ojo al asfalto) y el Pontón, donde se llega tras llevar Arnicio, Colladona y San Isidro en las piernas, casi nada. Llomena y el llano anterior a Lagos serían el remate a un día fuera de los cánones que maneja el ciclismo en la actualidad.
Opción 4 / Cangas de Onís – Lagos de Covadonga … 22 km
Una forma de revitalizar una etapa de esta importancia sería celebrar una contrarreloj desde Cangas de Onís hasta la cima de los Lagos. Los primeros diez kilómetros serían prácticamente llanos, con un ligero porcentaje en la parte final de dicho tramo de aproximación al inicio del puerto como tal. Son 12,5 kilómetros de subida, por lo que no parece exagerado pensar en una cronoescalada a este mito, que seguro acumularía gran cantidad de público y supondría una fiesta del ciclismo a todos los niveles. La logística, como se ha demostrado en otras ocasiones, permitiría realizar esta etapa, absolutamente inédita en la historia de la Vuelta.
Foto de portada: Sirotti / Interior: Turismo Asturias