Cuando esta cima asturiana, los Lagos de Covadonga, fue incluida por primera vez en 1983 para gloria de Bernard Hinault (se le llamó a la subida los lagos de Hinault, en lugar de Enol), algunos se aventuraban a decir que cambiaría la historia de la Vuelta. Y es que no era habitual un puerto de esa longitud y esas rampas (unos 14km al 7% pero con muchos momentos por encima del 10%)en España, y ese paraíso natural…
Después llegó la exhibición de Marino Lejarreta derrotando a Hinault…quizás el Marino más fuerte de su vida. Hinault ganaría la Vuelta en Serranillos pero los Lagos quedaba en el imaginario, y a partir de ese año iba a incluirse habitualmente en la Vuelta cual Alpe dHuez en el Tour.
Muchos los momentos, Alberto Fernández y Caritoux peleando por segundos mientras les ganaba Dietzen, o un joven «Mikel» Indurain cediendo el liderato en su cima en el 85…y cogiendo el testigo y ganando la etapa Perico Delgado en pugna como siempre con su archirrival Millar que le ganaría en el 86.
Y como olvidar esa subida del 92 con el segoviano descolgando al líder Montoya y repitiendo triunfo con titulares a lo estrella de Hollywood…»Perico de cine»…
Esas subidas del ángel colombiano Lucho Herrera ganando dos veces, al igual que Laurent Jalabert, las victorias de Pino u Oliverio Rincón, o la lucha entre Heras y Casero por el liderato en el 2000 (quedaba Heras líder aunque empatados, decantando su victoria al día siguiente en el Angliru).
Tendríamos una época de fugas triunfando en Lagos, victorias de modestos, como Antonio Piedra en 2012 en el Caja Rural en la que sería un triunfo inolvidable para él y los suyos, mientras por detrás la general se estaba luchando a cuatro bandas con el líder Purito y Froome, Contador y Valverde al acecho.
Y cuando los Lagos parecía perdían ese aura mágica y decisiva, llegó la Vuelta 2016, y la subida volvió a recordarnos a aquellas ochenteras que decidía Vueltas…
Una subida a fuego con un valiente Contador, un gran Quintana y un Froome que cedía pronto para ir después a más durante la subida. Quintana ganaba la etapa, conseguía el rojo de líder y sacaba unos segundos a Froome que rematados con la histórica etapa de Formigal, le iban a dar al colombiano aquella histórica Vuelta 16.
Tras la victoria de Pinot en 2018, otro colombiano era protagonista la última vez que se subieron los Lagos, en 2021. Egan Bernal junto al Ineos dinamitaron la carrera en el primer paso por Llomena y en el 2° paso se lanzaba al imposible (tenía casi imposible la victoria final a pesar de ir top 10), y se le unía un Roglic, que no necesitaba esa locura. El resto de favoritos, Mas, López, Yates, etc. o no pudieron o no quisieron arriesgar de tan lejos, y la cabalgada de ambos campeones será siempre recordad. Al final Roglic descolgaría a Bernal en Lagos, ganaría la etapa y recuperaría el liderato para ya no perderlo asegurando la que hasta hoy es su tercera y última Vuelta.
Mañana, 3 de septiembre, se suben los Lagos de Covadonga, con su «inseparable» Fito y con Llomena de «aperitivos», con la Santina para «bendecirlos», con la Huesera y ese traicionero Mirador de la Reina para coronar al más fuerte…
Mañana muchos nos volveremos a poner delante de la televisión porque Lagos es Vuelta, porque Covadonga nos lleva a nuestra infancia animando a nuestros ídolos, y porque la nostalgia a veces supera a la realidad.
Esperemos que los favoritos estén a la altura de la mítica, estén decididos a dignificar esta preciosa subida…de la que muchos nos enamoramos hace ya más de 40 años…
De Sevilla, Pedro García Redondo es una auténtica referencia en cuanto a historia del ciclismo se refiere. Una auténtica enciclopedia de la historia ciclista, es toda una autoridad en la materia, siendo uno de los historiadores de ciclismo más certeros y respetados. Ahora dirige la sección histórica en Le Puncheur, además de escribir artículos que nos hacen viajar a épocas pasadas y revivir las gestas de ciclistas que ya no están en activo.
