Hoy vengo con un artículo a medias con Pedro García Redondo. Él os va a presentará la semana que viene sus 5 puertos preferidos y yo los 5 míos. No nos guiaremos por los mismos criterios, ni siquiera lo hemos hablado; en mi caso, me voy a basar en los puertos que he subido y que más me han impresionado. Así que aquí voy con mi lista.
1º Furkapass – Suiza, Ulrichen
Un auténtico puertazo que une los cantones de Uri y el Valais, y con dos vertientes maravillosas, duras y bonitas. Nos centraremos en la que empieza desde Ulrichen, que es la vertiente que más conozco, ya que mi hermano vivía a 50 km de allí y me habló tanto de él que, cuando fui, era casi como si ya conociera el puerto. De este pueblo empiezan también el durísimo Nufennen Pass y el Grimsel Pass, que comparte inicio de puerto con el sujeto de descripción.
El puerto tiene 17 km al 6,4%, y como hemos dicho la carretera comparte el principio con el Grimselpass, pero a los 10 km se desvía hacia la carretera del Furka, una serpenteante vía que sube hasta los pies del glaciar Rhône. Es impresionante ir subiendo viendo el glaciar, dejando atrás el imponente valle hasta llegar a los 2.431 metros que alcanza este puerto. Como curiosidad, a 4 km de la cima se encuentra el mítico hotel Belvedere, un precioso hotel abandonado que preside una curva que lleva hacia la cima del glaciar. Este mismo hotel aparece en la película «Goldfinger» de James Bond. Un consejo: si podéis visitarlo después del invierno, encontraréis la carretera cerrada para coches, como nos ocurrió a nosotros. ¡Pero otro consejo es llevar ropa de abrigo para la bajada!
2º San Gottardo – Suiza, Airolo
¿Cómo no voy a quererlo?… ¡Si es un puerto de pavés! Desde la localidad de Airolo sale este puerto de 13 km y 7%, que tiene la increíble Via Tremola, 7 km totalmente de pavés con curvas de herradura que hacen del puerto algo precioso. De verdad, es toda una experiencia recorrer el pavés, pasando una tras otra todas las curvas de herradura, hasta llegar al lago en la cima. Este puerto se puede enlazar fácilmente con Nufenen y Furkapass, así que… no lo dudéis, es una ruta dura, pero que merece muchísimo la pena. No penséis que el pavés es lo más duro; el puerto tiene su propia dificultad.
Disfrutad de la última recta, que es preciosa y, como podéis ver, ¡muy fotogénica!
3º Troumouse – Francia, Luz-Saint-Sauveur
No podía faltar el, cada vez menos, desconocido puerto de Luz-Saint-Sauveur. Este puerto me lo recomendó mi primo Julen Mendizabal, a quien alguien le dijo que era el puerto más bonito de todos los Pirineos. Fui a subirlo y me quedé enamorado. Después, escuché a Joseba Beloki decir que para él también era el puerto más bonito, y más tarde, algunos youtubers lo han puesto de moda con algún vídeo titulado «El puerto más bonito». No les falta razón a ninguno. Desde el mismo pueblo, donde se suben leyendas como el Tourmalet (del cual hablará Pedro) o Luz Ardiden, parte esta subida que acaba en el circo de Troumouse, un puerto de 27 km al 5%, si lo contamos desde Luz, lo cual no es ninguna broma. Pero los primeros kilómetros son bastante sencillos, para ir ganando en dureza e irregularidad hasta llegar a la garita que antes prohibía el paso. Desde ahí comienza una bonita carretera que nos lleva hasta el circo del mismo nombre. Tuve la suerte de que mi pareja pudo subir el coche hasta arriba, lo que me permitió guardar la bici y darme un bonito paseo por el circo, repleto de bonitas panorámicas y marmotas (aunque, para variar, yo no vi ninguna…).
Si podéis, haced junto a Troumousse una visita al pueblo de Gavarnie y subid el Col de Tentes, un puerto precioso, duro y que arriba te regala unas vistas de la brecha de Roland y del circo de Gavarnie, espectaculares. Es una pena que ya no se pueda subir en bici hasta Boucharo.
4º Mont Ventoux – Francia, Bédoin
No me preguntéis por qué, pero este puerto me enamoró. La casualidad quiso que mi hermano y yo acabásemos en Avignon como paso intermedio en nuestro regreso desde Suiza a Bilbao, y queríamos dar un paseo en bicicleta. Mirando opciones, vi el nombre de Carpentras, y le dije a mi hermano… .
– Iñigo, no te lo vas a creer, pero estamos a 35 km del Mont Ventoux.
Y allá fuimos, sin expectativas. Obviamente, conocíamos perfectamente el puerto, pero nos sorprendió lo durísimo(y bonito) que es hasta el Chalet Reynard, y lo bonito y diferente que es hasta el observatorio.
Es que, además, está solo, no hay ninguna montaña alrededor; es como el guardián de los Alpes, el primer paso antes de las grandes montañas. No podemos olvidar todas las leyendas que rodean a este puerto, y para mí, era el puerto de la afrenta de Lance Armstrong a Marco Pantani. Totalmente recomendable.
5º Portillo de la Sía – España, Arredondo
No puedo terminar mis 5 puertos sin mencionar «La Sía». Ahora que todo el mundo conoce el Picón Blanco, no está de más recordar que por «La Sía» y Lunada ya habían pasado carreras profesionales antes de que el Picón Blanco se pusiera de moda. Y, posiblemente, de todas las subidas de los Valles Pasiegos, la menos conocida por el gran público es esta que nos ocupa. Pero para mí es la más especial y la más bonita.
La más especial porque, siendo yo de Balmaseda, la vuelta a «La Sía» son 125 km de auténtico placer que atraviesan el Valle de Karrantza y el Valle de Mena. Y porque la parte de los Collados de Asón es preciosa, con su cascada, su carretera esculpida en la piedra, con el río Asón… Y además, es perfecta para darte un apretón cercano a la hora en un puerto que antes era duro (20 km al 5,5% con un descanso) pero que, ahora, con la posibilidad de enlazarlo con el Picón Blanco, se convierte en un categoría especial añadiéndole 5 km más al ya de por sí duro puerto. Arriba, tenéis este poema de Gerardo Diego.
«Niebla, niebla en La Sía.
La clara nitidez del valle idílico,
Los oscuros, concretos cajigales
De Quintana y La Gándara,
Quedan abajo inmersos como en sueño.
El corazón se ensancha según sube
La ruta pedregosa. Este camino,
Cuando solo era senda de pastores
Y guía de herraduras,
Fue hollado por la planta infatigable
De mi padre zagal. Y ahora no veo
A un lado y otro,
Detrás, delante, sino las vedijas
De la madrastra, de la borradora
Que disuelve la luz y niega el cielo.»
Bonus Track
Como bien me ha indicado mi compañero de fatigas Dani, no puedo no poner la subida mas importante para mi. La subida en funicular a Artxanda, subida indispensable en mi día a día, que me ha ahorrado horas de sufrimiento a cambio de 30 céntimos con la Barik.
Podrían ser otros, pero han sido estos 5.. ¡Espero que os haya gustado!
Loco de esto de las bicis desde los 5 años. Pantani, Ullrich, Euskaltel y Van der Poel me guiaron en mi camino… Amante de todo lo que tiene que ver con el offroad, ya sea pavés, CX o MTB. Cuando me propusieron colaborar con Sergio y Jorge en LePuncheur y cumplir mi sueño de escribir sobre ciclismo, no lo pensé, ¡no dejaría pasar esta oportunidad! Adicionalmente, también soy un paquete más compitiendo en Mountain Bike.