Cuando uno llega por primera vez a Japón, se pregunta si verdaderamente esta ciudad es de este planeta. Lo digo yo, que vengo de Lanzarote, lo más parecido a la Luna o Marte que he visto con mis ojos. Hablar de Tokio es hablar de la ciudad casi perfecta, Tokio es la megaciudad por excelencia.
Es increíble cómo puede convivir tanta población y a la vez dar la sensación de seguridad y calma que toda la ciudad, sin excepción alguna, transmite. Todo fluye con ritmo acelerado, todo calculado al milímetro y puntualidad que roza la pe, perfección.
La limpieza, amabilidad, educación, respeto, formalidad son valores que se perciben nada más salir del avión, sin embargo esa perfección aderezada con la tecnología más puntera que existe, nos da la sensación que estamos en otro planeta.
Por el contrario, Tokio tiene un fuerte contraste entre tradición y vanguardia y en ocasiones van de la mano. Las bicis son un claro ejemplo, enormes parkings que se ven en cada barrio y trabajadores, estudiantes y turistas que la usan a diario. Cuando vayas a Tokio debes visitar al menos un parking ¡son increíbles!
Fotos: Raúl Vázquez