Giro 2023: de las mil polémicas a la victoria de Joao Almeida en el Bondone

Análisis de la 2ª semana del Giro: de un Gran San Bernardo que no fue, de Hansen, Vaughters, Armstrong, Pinot y un Covid19 que hace estragos. 

Mucho está dando que hablar este Giro de Italia 106 y poco o nada tiene que ver con lo que se esperaba cuando arrancó hace ya dos semanas en la región de Pescara. Puede resultar “decepcionante” para muchos como he ido leyendo y oyendo en estos últimos días por las redes, pero yo siempre prefiero ver el vaso medio lleno y remarcar que, si lo analizamos desde la parte positiva, para bien o para mal, está siendo una competición llena de sorpresas.

Que quizás no son sorpresas desde la parte estrictamente deportiva y son por otros temas paralelos a la competición, bien puede ser, pero al fin y al cabo, todo ello son factores a tener en cuenta que, de una forma y otra, condicionan la competencia. Y es que siempre se ha sabido que el ciclismo es algo más que dar pedales y que juegan un papel muy importante infinidad de factores que lo envuelven.

Tras el arranque de la “Corsa Rosa” y volver a España desde el país de Dante Alighieri, una “Divina Comedia” estaba por empezar. Si bien en un principio se evidenciaba la superioridad del belga Remco Evenepoel y se posicionaba como máximo aspirante a lograr el triunfo final de la competición, pronto cedía el liderazgo con un poco de alivio ante el joven ciclista del Team DSM, Leknessund, quien durante las siguientes cinco etapas mantuvo la maglia rosa. Fueron en esas primeras etapas donde vimos varias llegadas al sprint o del grupo escapado con victorias conseguidas por ciclistas potentes y rodadores, entiéndase Michael Mathews, Kaden Groves, Mads Pedersen, Paret-Peintre, Bais o Healey.

Y tras estas llegó la segunda crono donde nuevamente Remco se impuso, pero con escasa ventaja, a Geraint Thomas y a Primoz Roglic. Eso ya fue señal de que algo no andaba del todo bien en las filas del Soudal Quick Step y esa misma jornada, unas horas más tarde, se daba la noticia del abandono de la carrera del campeón del mundo y de varios de los integrantes del equipo, a causa del Covid19, quedando el equipo inicial reducido a tres corredores.

Davide Ballerini, quien justo hoy también decía adiós a la carrera y a quien ya se le vio tosiendo fuerte el sábado (de hecho pensaba que no saldría en la jornada del domingo al verle en tan mal estado el sábado, pero quizás la ilusión por correr en la etapa del domingo que pasaba por su casa le mantuvo en competición), Pieter Serry e Ilan van Wilder, y tan solo nueve personas del staff.

El resto, a casa. No sabemos si el traslado en helicóptero tuvo algo que ver en este asunto tras la etapa del Gran Sasso, pero todos los integrantes que subieron a ese helicóptero días después fueron baja por enfermedad. No sé si fue cosa de que les echaron un mal de ojo o casualidad. En cualquier caso la situación parecía casi una broma.

A raíz de estos hechos la organización decidió volver a exigir el uso de las mascarillas para evitar males mayores y que los deportistas se infectaran. Sin embargo, las bajas durante la segunda semana por enfermedad fueron significativas y muchos ciclistas dijeron adiós a la competición antes de llegar al segundo día de descanso: Mads Pedersen, Stefan Küng, Alessandro Covi, Samuele Batistella … así hasta llegar a las 40 bajas aproximadamente.

Entrando ya en la segunda semana la clasificación general de la corsa cambiaba de líder y el veterano galés del conjunto Ineos, Geraint Thomas, pillaba el relevo del belga y la carrera tomaba una dinámica más bien aburrida y sin demasiada emoción, donde los aspirantes no daban la cara y se mostraban “reservones” en esfuerzos y las escapadas de cada jornada iban llegando a meta para hacerse con la victoria parcial sin demasiados apuros. A lo largo de esas etapas vimos llevarse la victoria al carismático rubio del bigote Magnus Cort, al sprinter alemán del UAE Team Emirates Pascal Ackermann y hacer doblete a Nico Denz del Bora Hansgrohe.

Y entremedias llegó la polémica con el recorte del recorrido de la etapa de Crans Montana que dio mucho de que hablar y se intercambiaron opiniones diversas a través de las redes sociales como Twitter. Al parecer la previsión del tiempo anunciaba un temporal que después fue menor pero las opciones para velar por la seguridad de los ciclistas se tomaron el día antes de la misma. Según se comentó, los ciclistas propusieron hacer todo el recorrido sin ascender al Gran San Bernardo, bordeando el segundo puerto, y continuar con el recorrido primeramente establecido, pero la organización no estuvo de acuerdo y se recortó el recorrido total y la primera ascensión reduciéndolo a 76 kms y una ascensión.

Todo este tema se abordó aquí en High Cycling con la opinión de Jorge Matesanz. Adam Hansen, el representante de los ciclistas mantuvo un intercambio de pareceres en referencia a este tema. El primero haciendo hincapié en buscar el atractivo para patrocinadores y aficionados y el otro defendiendo la seguridad de los deportistas por encima de todo. En cualquier caso, considero que ambas posturas son totalmente compatibles. Lo que puedo añadir al respecto es que me ha llegado información de que, aunque los ciclistas propusieron como alternativa, para así modificar lo menos posible el primer recorrido de la etapa, hacer todo el recorrido bordeando el segundo puerto pasando por una carretera distinta por las faldas de la montaña la organización declinó esa propuesta y decidió hacer el recorrido simplemente reducido en kilómetros modificando el punto de salida y quitando totalmente la primera parte de la etapa.

Todo ello fue a causa de que la policía suiza no dio el permiso para modificar el trayecto y añadir una vía o carretera distinta a lo que tenían prevista en un principio y a la organización no le quedó más remedio que simplemente acortar el recorrido de esa manera sin modificar las carreteras de paso. Al final dudo que a la misma organización le interese perder el atractivo de la competición de cara al espectador, pero tampoco hay que hacerlo a costa de la seguridad del deportista cuando las condiciones meteorológicas pueden ponerles en peligro, claro está.

Mención aparte para otra de las polémicas que surgieron durante la segunda semana: la protagonizada por Thibaut Pinot, Vaughters, mánager general del equipo Education First, y el archiconocido ex ciclista americano Lance Armstrong. Todo esto surgió con las declaraciones de Pinot tras quedar segundo en la etapa ganada por el ciclista del Movistar Einer Rubio, donde el francés confesó que prefería que ganase el ciclista del equipo español al que les acompañó en la escapada, el ciclista del Education First, Jefferson Cepeda.

Ante estas declaraciones, en la etapa del domingo donde Ben Healey, ciclista del Education First quedó segundo y felicitó al vencedor Brandon McNulty, Vaughters alabó la actitud de su ciclista y lo comparó con el mal perder de Thibaut con las declaraciones que este había hecho dos días atrás. El francés mostró sus preferencias por Einer, pero tampoco había necesidad de hacerlo y la reacción del mánager general del Education First tampoco fue necesaria.

Este intercambio de palabras en redes sociales creó polémica y expectación y tras la respuesta del francés con una pregunta retórica dirigida a Vaughters, obtuvo respuesta a la misma por parte del ex ciclista americano Lance Armstrong, quien con una serie de palabras poco respetuosas vino a remarcar la hipocresía de Vaughters, saliéndose del tema inicial. Lo que está claro que todavía hay rencillas personales abiertas entre ambos ex ciclistas por asuntos del pasado en los que no voy a entrar.

Y si hablamos de franceses, el francés que se llevó una grata sorpresa al verse vestido de rosa en la jornada del sábado, fue el compañero de equipo de Pinot, el campeón de Francia de crono, Bruno Armirail. El joven vivió un sueño rosa por dos días y lucía una sonrisa de oreja a oreja que no podía borrar de su cara. Recuerdo que le conocí en 2019 durante la Vuelta a España, su primera Gran Vuelta, donde su equipo, el Groupama FDJ se presentaba con una alineación de ciclistas muy jóvenes e inexpertos en el campo profesional, y me pareció un chico muy humilde y tímido, pero con muchas ganas e ilusión por ser un buen ciclista profesional.

Por ello me alegro de que haya podido disfrutar de liderar la clasificación general de rosa durante un par de jornadas aunque en la etapa de hoy, con la ascensión a Monte Bordone, ha acabado cediendo varios minutos y con ello la maglia rosa, que ha vuelto a las espaldas de Geraint Thomas y donde hemos visto a un Joao Almeida protagonizando un ataque que le ha llevado a descolgar al máximo favorito Primoz Roglic y a llevarse el triunfo de etapa.

Primera prueba del algodón para valorar las fuerzas y el estado de forma de los máximos aspirantes a disputar la maglia rosa en la jornada de hoy y primeras conclusiones sacadas al respecto: Geraint Thomas está en su mejor versión, me aventuraría a decir que muy similar a la versión que vimos en la época en que ganó el Tour de Francia, hace ya algunos años, que Joao es un serio candidato a tener presente para luchar por la primera posición de la clasificación general y que quizás Primoz Roglic no está todo lo bien que en un principio parecía estar. Veremos cómo se desarrollan los próximos días, aunque personalmente me aventuro a manifestar que la cronoescalada del sábado será decisiva en la lucha y consecuente conquista de la maglia rosa en este Giro 106.

Foto: RCS/LaPresse