Ha terminado el Tour 2023 y los ecos de la gran victoria de Jonas Vingegaard sobre Tadej Pogačar todavía resuenan en todo los portales deportivos. Las tres semanas más grandes del ciclismo internacional llegan a su fin y poco a poco es tiempo de balances, pero sobre todo de pensar en el inminente futuro para los vencedores y los vencidos de esta más que digna edición del Tour de Francia. En ella se ha visto a un gran derrotado, aunque con muchos matices, que es el esloveno del UAE.
No por el fondo, ya que no hay ningún deshonor en competir en la mejor prueba del mundo, pisar el podio tras haber intentado todo lo que ha estado en su mano por ganar y no funcionar como él o el equipo esperaban. El problema ha sido la forma, la superioridad que por un lado se vio en la decisiva contrarreloj y las consecuencias de ésta en la etapa que condujo a los ciclistas a lo alto del Col de la Loze para terminar en Courchevel. Ese hundimiento sonó como cuando los gigantes caen a tierra tras haber sido vencidos.
Pero no hay tiempo para lamentaciones. El ciclismo sigue y el esloveno ha comentado que iba a ausentarse del Mundial de Glasgow y de la Clásica de San Sebastián. La primera es cierto que no se le termina de adaptar, pero el giro de acontecimientos puede ser indicativo de dudas. Las declaraciones, algo contradictorias, indican que el corredor necesita descansar. Algo lógico que no sería llamativo de no ser por la insistencia previa del mismo corredor en competir. Se hablaba de que competiría en una novedosa carrera de escalada en Suiza.
Hasta ahí, todo normal. Un ciclista que ha ganado Flandes, París Niza, dos etapas en el Tour, segundo en éste… tiene argumentos más que suficientes para cerrar su temporada en París. Al menos el gran grueso de la misma. Seguro que después de un periodo de descanso le volvemos a ver corriendo y siendo competitivo. Pero es momento de hablar del no a la Vuelta a España. Un ‘no’ rotundo y definitivo en palabras de Joxean Fernández ‘Matxin’. Lo que preocupa no es la ausencia del esloveno, por otra parte esperable y habitual. Sino que su gran rival sí ha anunciado que será de la partida.
Como desde UAE se han encargado de afirmar, no configuran el calendario de Tadej en torno a lo que otros corredores hagan o dejen de hacer. Y eso es lógico y dice mucho de ellos. Pero si lo que Pogačar quiere es recuperar el dominio de la idea de que él es el mejor corredor del mundo y que su equipo, el UAE, también lo es, la ausencia de la Vuelta no parece lo más apropiado. Si Vingegaard se lleva la Vuelta y se marca un doblete, los elogios a este ciclista van a hacer olvidar a Tadej durante muchos meses.
Si Jumbo la gana, aunque no sea con el danés, también. Habrían vencido en las tres grandes de 2023. No es buena idea decidir el calendario en base a otros, pero no es mejor idea dejar de contestar a los pasos que sus grandes rivales han ido diseñando, porque una cosa es indudable y es que Jumbo ha tomado la iniciativa. Y está marcando el paso al resto del ciclismo en estos momentos. No tratar de impedirlo y presentar todo su arsenal en la Vuelta puede ser un síntoma bien de tirar la toalla o bien de conceder demasiada ventaja de cara a la moral en próximos cursos.
En la Vuelta fue precisamente donde se destapó el gran Pogačar, con un podio que bien pudo haber sido algo más de haberse creído la capacidad que demostró, poniendo en jaque el último día tanto a su compatriota Roglič como al Movistar de Valverde y Quintana, que tuvo que ceder por fuerza una de sus plazas en el podio de Madrid. Ya conoce la ronda española. Sabe que al ser un recorrido tan explosivo le puede ir mejor incluso que el Tour. Y tendría un equipo sobresaliente para asaltar el maillot rojo. Pero no será, parece. Aunque tampoco parecía que fuese al Mundial y finalmente sí que será de la partida.
Fotos: ASO / Ballet