Con el paso de las elecciones autonómicas, y según publica atlanticohoy.com, la Vuelta estaría dispuesta a realizar un nuevo intento para llevar la carrera a las Islas Canarias, como bien es conocida y pública la voluntad de la organización. Desde que en 1988 Santa Cruz de Tenerife supusiese el punto de salida el territorio canario no ha recibido al pelotón profesional a lo largo de sus carreteras de forma competitiva. Sí en concentraciones y entrenamientos, aprovechando el atractivo y turístico clima de este paraíso que es Canarias para los practicantes del ciclismo.
La idea de Unipublic siempre fue celebrar al menos cuatro etapas, distribuidas en dos islas, Gran Canaria y Tenerife. Según aparece indicado en el artículo arriba referenciado, se añadiría una tercera isla y quinta etapa con La Palma, tristemente célebre por todo lo sucedido con el volcán, como protagonista. El Pico de las Nieves y el Teide parecen dos escenarios fijos en el desarrollo de esta idea, como se lleva años escuchando al entorno de la organización.
La montaña sería la protagonista de este reto. El viaje a Canarias no se iba a realizar para disputar en las islas etapas intrascendentes, sino decisivas, las más importantes de la carrera. En La Palma se encuentra uno de los puertos más duros de Europa como es el Roque de los Muchachos (30 kilómetros al 7,5% de pendiente media). Visitar la isla sería una oportunidad única para incorporarlo a las cimas visitadas por la Vuelta. En Tenerife, el Teide parece un objetivo fijo, si bien el Mirador de la Masca es una de las grandes subidas de la isla, muy del gusto de Unipublic. El Pico de las Nieves, en Gran Canaria, sería otro ascenso fijo.
El propio Javier Guillén lo confirmó en HC Wanders: «Tenemos claro que queremos aprovechar bien la montaña canaria. En el caso del Teide no veo claro terminar arriba porque para empezar es un Parque Nacional y no sé ni siquiera si nos garantizarían el paso incluso. Como final creo que habría que descartarlo. Con el Gobierno canario hemos estado en contacto y es cuestión de recursos económicos y encontrar el momento». La voluntad y los contactos existen, así como el proyecto de viabilidad y el estudio de las posibilidades. Cuestión de acuerdo económico y fijar fechas, parece.
Suena que la Vuelta a España de 2025 tendrá su punto de inicio en Mónaco. En 2017 el pelotón arrancó en Nimes, por lo que el planteamiento debería ser similar para regresar a territorio español en unas dos o tres etapas. Salir del extranjero ya supone un esfuerzo organizativo importante, por lo que hacer coincidir ambos hitos en una misma edición puede suponer demasiados esfuerzos, aunque nunca se sabe. Lo normal sería que la carrera alcanzase las costas del oeste peninsular para partir desde allí a tierras canarias. Los ciclistas viajarían en avión, el material por vía marítima. Al menos un día de descanso es necesario. Un segundo día de reposo sería otra posibilidad, aunque esta opción supondría otros ajustes.
El problema del asunto Canarias es que ya son demasiados años con el proyecto encima de la mesa. El Teide ya sonaba desde la época de Enrique Franco, director histórico de la Vuelta entre 1979 y 2005, al igual que la Bola del Mundo, uno de los primeros proyectos exitosos de Javier Guillén (2010) y que el campeón del Tour corriese la Vuelta a España en septiembre, el gran acierto de la organización. Carlos Sastre (2008), Chris Froome (2015, 2016 y 2017) y ahora Jonas Vingegaard (2023) hubiesen colmado el sueño de Franco. Resta Canarias.
Fotos: 1001puertos.com
