¿Debería Mikel Landa pelear por la general de La Vuelta 2023?

La cima de Javalambre ha dejado muchas lecturas sobre la mesa. Alguna de ellas es la actuación de Mikel Landa, corredor del Bahrain Victorious hasta final de temporada, que finalizó en cuarta posición en la etapa, se ha ubicado en sexta posición en la clasificación general y ha superado ampliamente al teórico jefe de filas del equipo para esta Vuelta a España 2023, el colombiano Santiago Buitrago. La teoría y la lógica dicen que el ciclista vasco tiene poco que ganar en esa batalla por la general y que el centro de su atención está puesto en las victorias parciales, como así ha manifestado.

Pero observado este buen estado de forma ante rivales ciertamente complicados ofrece la duda razonable sobre si no estará perdiendo el escalador alavés una oportunidad de obtener un buen resultado en la Vuelta a España. Algo que nunca ha sucedido hasta la fecha, más allá de aquella victoria de etapa en Andorra durante la edición de 2015. En la general su mejor posición ha sido el 15º puesto que cosechó la temporada pasada. Ante la presión inexistente, ya que se marchará del equipo Bahrain para firmar por el Soudal Quick Step de Remco Evenepoel, que el corredor tiene en este mes de septiembre, se puede presentar la ocasión perfecta para por fin hacer algo.

Nadie cuenta con él, el foco mediático está ubicado sobre los Jumbo, Evenepoel, Ayuso y Enric Mas y su Movistar. Los demás se encuentran en un segundo plano, como se pudo comprobar en la ascensión a Javalambre. Si dejamos de lado a Lenny Martínez, líder y duro rival en la general, y a otros como Bardet, que venía con intención de pelear la etapa, o Kuss, el más fuerte dentro de un numerosísimo grupo de escapados que triunfó en su pulso con el pelotón fue Landa. Lo interesante es que la etapa se hizo realmente dura y puso a cada uno en su sitio.

Y el de Mikel parece ser un escalón similar al de Marc Soler, quien estuvo peleando el triunfo el día de Andorra precisamente con Sepp Kuss como uno de los secantes de sus ataques en los últimos kilómetros, y por encima de otros como Einer Rubio, Hugh Carthy o su compañero Wout Poels, corredores que también acudían a la Vuelta a pelear la clasificación general. Por ese mismo motivo, sin presión alguna y unas piernas a la altura de los segundos espadas del pelotón, por qué no pensar que Landa tiene, esta vez sí, capacidad para estar en la pelea.

Mientras pasan los kilómetros y el ciclista vasco se lo piensa, vienen etapas propicias para él, donde entre el caos de una general luchada por ciclistas en igualdad de fuerzas y con la posibilidad de irse filtrando en estas fugas de montaña llegado el momento, la general no parece ningún disparate. En los Pirineos habrá ciclistas que hayan perdido fuelle en la contrarreloj, de la que Landa podría salir a muy poca distancia de los grandes dominadores como puedan ser Roglic o Evenepoel. Incluso si en la crono se disparasen las pérdidas, como las etapas pirenaicas son duras y tienen varios puertos encadenados, las fugas de escaladores tienen visos de llegar y hacer daño.

Ese sería el sitio del vasco, que además podría luchar por las victorias de etapa igualmente. La cuestión es si el protagonista de toda esta historia está motivado para el reto, que es la gran duda. O si irá día a día comprobando sensaciones y apetencias, que parece un escenario más adaptado a la forma de ser de Landa.

Fotos: Luis Angel Gomez/SprintCyclingAgency