Ricardo Ten fue uno de los protagonistas de la delegación española en el Mundial de Glasgow. Una medalla de bronce, dos de plata y tres de oro han construido unos días de ensueño para este valenciano (agosto de 1975) que se convirtió en el centro de la noticia a nivel nacional e incluso internacional cuando por ganar le regalaron un reloj de pulsera. Su video de reacción se hizo viral y sus logros deportivos en el mundo del deporte adaptado llegaron todavía más allá. Una charla que es una clase, una lección de vida y de actitud frente a ella. Con ustedes, todo un campeón del mundo.
¡Felicidades por tus seis medallas en Glasgow! ¿Ha habido alguna más especial o que te haya hecho especial ilusión?
Ricardo Ten: «Supongo que con la medalla de oro de la crono del Mundial en ruta, que es la prueba que preparamos específicamente y por la que estuvimos peleando al máximo para conseguir ese resultado».
Seis medallas, un poco de sobrepeso para la maleta de vuelta, ¿no?
RT: «(Risas) Un poco sí, la verdad es que llevábamos sobrepeso ahí»
¿Esperabas todo esto, tanto en resultados como todo lo que ha venido después?
RT: «Ha sobrepasado mis expectativas, porque habíamos estado preparando con mucho mimo la prueba de ruta, pero teníamos una gran incertidumbre de cómo nos iba a salir el Mundial de pista, porque en el último mes no pude estar entrenando en pista ningún día. Estábamos en altura preparando la crono y no sabíamos si eso nos podía lastrar o no. Al final hemos tenido también muy buenos resultados en la pista»
En esa prueba alcanzas el oro, ¿cuándo fuiste consciente de que podías ganar?
RT: «El día anterior estuve reconociendo el circuito, y aunque no se adaptaba mucho a mis cualidades porque no era un circuito muy técnico, con muchas rectas y pequeñas rampas. No lo vi técnico, que cuanto más lo fuese, más me podía favorecer, aunque no me pareció mal del todo. Había una zona dura al principio en la que podía conseguir un buen parcial y gestionar después esa ventaja si llegaba y fue así. La última parte me costó muchísimo, desde el coche me iban avisando de los tiempos. Creo que en el primer paso eran 14 segundos y en el segundo 9 (de ventaja). Veía que iban recortando y que iba a estar muy ajustado. Fue una prueba agónica… Ganamos con 5 segundos de ventaja»
Sabes que eres ganador, subes al podio, ¿de quién te acuerdas en ese momento?
RT: «La verdad es que es un momento especial porque la satisfacción es plena, sobre todo por el trabajo que has hecho tú y también todo tu equipo, toda la gente que ha estado a tu lado. Mi entrenador, gente de Federación, mi pareja… toda esa gente que ha estado ahí soportándome. Todos han aportado su granito de arena para que yo pudiera conseguir ese éxito, y yo creo que en ese momento te acuerdas de todos ellos»
Después vino la avalancha mediática…
RT: «Ha sido algo sorprendente. Todo vino por un acontecimiento un tanto surrealista. El tema del reloj ha sido para mí una anécdota y al final lo he vivido de una forma sorprendente. Una publicación en redes que no ha parado de crecer y crecer. Nos hemos reído mucho los compañeros y yo porque no hemos parado de leer comentarios, unos más afortunados que otros. Pero había alguno que era muy ingenioso»
Ya sabes cómo son las redes.
RT: «Sí, sí, hay que darlo por hecho»
Casi más que la entrega del reloj, fue más impactante e inspiradora tu reacción ante aquello.
RT: «Fue una reacción ante muchos de los comentarios, que decían qué iba a hacer yo con un reloj de pulsera. El reloj de pulsera al final es lo de menos. No suelo llevar, pero sí uno de actividad donde puedo tener contralada mi actividad deportiva. Quiero decir, que por llevarlo, lo puedo llevar. Pero es más lo simbólico, el regalo que dan sólo al campeón de un súper Mundial donde han juntado todas las disciplinas de ciclismo. Hemos podido compartir y coincidir con un montón de estrellas del ciclismo. En la pista ha sido algo increíble, alternando pruebas de ciclismo convencional con otras de adaptado en el mismo velódromo y abarrotado en un país que se tiene devoción por esta modalidad. Para mí ha sido una pasada, una locura. Cualquier deportista paralímpico sueña con vivir un evento de estas características»
El experimento del Mundial un acierto entonces, ¿no?
RT: «Ha sido increíble. Poder estar en el box pegado a grandes estrellas de Australia, de Países Bajos, o compartiendo box con el propio Albert Torres, Sebastián Mora, con gente muy relevante. Ha sido una pasada…»
¿Sientes que con este Mundial el ciclismo adaptado da un paso más hacia la relevancia?
RT: «Sí, por supuesto. Ha sido un gran paso para nosotros, una gran oportunidad para dar a conocer nuestro deporte. Han sido muchos medios de comunicación los que nos han dado visibilidad, sobre todo también darnos visibilidad hacia personas de dentro del ciclismo tradicional y darles la oportunidad de que también nos conozcan a nosotros y el rendimiento que somos capaces de dar»
Tu nombre ha saltado ahora a la fama, pero tú no has empezado ahora, llevas mucho tiempo en esto, consiguiendo medallas desde las Paralimpiadas de Atlanta (1996).
RT: «Imagínate. Soy un deportista muy longevo, y al final he visto toda la evolución del deporte paralímpico en todos estos años y para nada se parece al panorama con el que yo empecé. Antes era amateur, tenía muy poca repercusión y apenas se conocía. Los tiempos van cambiando, y las redes, los medios de comunicación, internet, etc han hecho su labor para darlo a conocer»
En deporte adaptado España es una potencia. Sin embargo, en el «convencional», no lo es. ¿A qué crees que se debe? ¿Cuál es tu opinión?
RT: «Hacer comparaciones es difícil. Hay que tener en cuenta que en el deporte paralímpico la competitividad es todavía algo menor. España no se caracteriza por tener una cultura del deporte como sí la hay en otros países, pero confío en que poco a poco se vaya apostando más por el deporte. En el paralímpico siempre hemos tenido (España) grandes resultados. Al igual que otros países, que se han ido dando cuenta, hay que seguir apostando por el deporte paralímpico. La imagen que da un país a través de él es la de un país avanzado, esforzado por la inclusión y que de alguna manera apuesta por que el deporte sea para todos»
¿Cómo llegas tú al deporte adaptado?
RT: «Desde muy pequeño me gustaba el deporte. Hablamos de hace más de veinte años, cuando el deporte adaptado era muchísimo más desconocido. Después del accidente, yo seguía practicando deporte en el ámbito escolar, con los amigos, pero nunca de una manera federada. De hecho, no sabía ni que existía la posibilidad. A través de un artículo en prensa descubrí que existía la natación paralímpica, que cerca de mi casa había un club de natación adaptada. Me planté un día allí, me comentaron que iban a competiciones regionales y autonómicas y poco a poco fui yendo a campeonatos nacionales, europeos y mundiales, además de Olimpiadas. Y así poco a poco mi vida ha ido girando en torno al deporte»
¿Cómo llegas al ciclismo?
RT: «La gente se sorprendió mucho por ese cambio de la natación por el mundo del ciclismo. También por que vinieran los resultados tan pronto. A la bicicleta llegue antes que a la piscina, porque era mi medio de transporte para moverme por la ciudad, para ir a entrenar, para salir con amigos en fin de semana. Incluso en la época de la natación hice algún triatlón que otro. Así que la bicicleta no era una gran desconocida para mí. Pero mis circunstancias deportivas estaban totalmente centradas en la natación y no me permitían competir en ciclismo. Una vez acabada mi carrera allí, decidí probar suerte en el ciclismo y pronto los resultados me permiten competir a nivel internacional. Y hasta ahora»
¿La adaptación a la pista fue difícil?
RT: «Si te digo la verdad, fue lo que menos me costó. Fue muy rápida, porque siempre he sido muy habilidoso y muy ágil. Cuando empecé en la bicicleta, lo hice en bicicleta de montaña. La pista me resultó muy parecida a la forma de trabajar en la natación, se trabaja de la misma manera, con series muy cortas, muy explosivas y se asemejaba a lo que venía trabajando en la natación. En un medio diferente, está claro. Me costó más acostumbrarme a las pruebas de ruta, de carretera. Porque mi cuerpo no estaba hecho a ese tipo de esfuerzo, más de fondo, con sistemas de energía diferentes»
Sorprendente con lo difícil que parece el ciclismo en pista.
RT: «Al final no tienes que pensar en frenos ni en cambios, sólo en dar pedales. Mientras te acoples al manillar, sin problemas. Además, me encantaba la sensación del velódromo, que daba más sensación de velocidad que en la carretera»
¿Qué retos tienes por delante?
RT: «Primero descansar, porque ha sido un verano muy intenso. Se han juntado este súper Mundial, con los campeonatos de pista y carretera, que no sucede nada más que en los JJOO, y ha sido un buen test para ellos, por cierto. Nos quedan algunas competiciones, sobre todo las que organiza nuestro club, que son importantes para darles visibilidad. Cerraremos la temporada con la Vuelta a Ibiza, que hacemos cada temporada y nos encanta por lo bien que nos tratan. Y poco más, a pensar en la temporada que viene, que tendremos de nuevo Mundiales, Juegos, etc»
¿Qué ídolos has tenido de pequeño o tienes ahora en el presente?
RT: «De pequeño estuve muy relacionado al mundo del motor. Mi hermano competía en motos y mis ídolos eran los grandes pilotos de la época. Iba con él a muchas competiciones. Después, cuando uno se hace mayor, mis referentes son esas personas anónimas con las que he compartido muchísimas horas de entreno, que se levantaban tan temprano como yo, le daban duro y después seguían con su actividad laboral diaria»
A parte del deporte competitivo, para que la gente te conozca más, ¿qué cosas te gustan hacer? ¿Cómo es Ricardo fuera del deporte?
RT: «Me encanta disfrutar del deporte no competitivo. Salir con los amigos a dar una vuelta, ver una película, leer tranquilamente cuando tengo tiempo, escuchar música, disfrutar de la playa, de la montaña. Un poco de todo, vida muy normal»
¿Qué deportes practicas fuera de la competición?
RT: «Me atrae el submarinismo. Me atraen todos los deportes que suponen contacto con la naturaleza. Muy variado. También esquí alpino, tenis de mesa… cualquiera que permita echar un rato con los amigos y pasarlo bien»
¿Eres ‘competitivo’ en ellos?
RT: «Siempre. Es algo que va intrínseco, es lo mejor que hay (risas). Una partida, ese pique sano con los amigos permite pegarte unas risas»
Esta pregunta está pensada en toda persona que pueda sufrir algún problema físico que le impida hacer deporte con normalidad, o que no lo padezca en la actualidad y pueda surgir en el futuro. ¿Qué les dirías desde tu experiencia?
RT: «Se lo diría a todas las personas, tengan una discapacidad o no. La vida nos pone obstáculos a veces, y nos afectan más o menos. Siempre, sean de la gravedad que sean, hay que mirar hacia delante. La vida tiene cosas muy bonitas que vivir, y aunque a veces nos lo haga pasar mal, el hecho de poder vivir esas cosas buenas que nos ofrece hacen que merezca la pena y que merezca la pena hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para vivirla. Animarles a que practiquen deporte. Hoy en día tener cualquier tipo de discapacidad no es impedimento para practicar cualquier tipo de deporte y no sólo competitivo, sino lúdico, social, que es lo mejor y lo más sano, el poder jugar y ganar con tus amigos, ese pique sano, que siempre nos ayuda a ir hacia delante»
Fotos: RFEC / UCI
Nacido en Madrid el 2 de abril de 1986, Jorge Matesanz ha pasado por ser fundador y director de proyectos como Revista Desde la Cuneta, Tourmalet Magazine o High Cycling, además de colaborar en otros proyectos como Palco Deportivo, Plataforma Recorridos Ciclistas o Con el Plato Pequeño. Tras más de 15 años dentro del mundo del ciclismo, llega el momento de fundar Le Puncheur junto a Sergio Yustos y seguir acercando artículos de opinión, casi siempre sobre ciclismo profesional.