Pese a ser una de las grandes esperanzas para este temporada, David Gaudu no ha cumplido con las expectativas generadas a su alrededor. El líder del Groupama FDJ fue cuarto en la edición 2022 del Tour de Francia y se ilusionó con la posibilidad de asaltar el podio en 2023. Toda vez que Geraint Thomas, su predecesor en la clasificación general entonces, no iba a ser de la partida. La segunda posición en París Niza intercalado entre la dupla Pogačar – Vingegaard terminó por lanzar las campanas al vuelo. La decepción no ha podido ser mayor. Con el galo siendo noveno en París y cerrando así una temporada 2023 que no ha continuado desde entonces.
Su calendario ha sido intenso en la primera mitad de año, con debut en febrero en el Tour de los Alpes Marítimos, donde consiguió alzarse con el título de mejor escalador, si bien en la general no pasó del 7º puesto. Alaphilippe le ganó Faun-Ardèche Classic en el sprint final, fue cuarto en la Drôme Classic del día siguiente y de ahí pasó a dar la sorpresa y ascender a la segunda plaza de la París Niza, que era su primer gran objetivo del año. Es la única ocasión en la que se iba a enfrentar a los dos grandes del Tour en un cara a cara donde tuvo poca opción, pero aún así superó a Vingegaard.
Un espaldarazo a su confianza que al mismo tiempo fue una expectativa demasiado temprana. Se comenzó a hablar de él como un serio candidato al podio de París. No le fue mal en la Vuelta al País Vasco, siendo cuarto y brillando en un par de etapas. De ahí fue directo a las tres clásicas de las Ardenas. Comenzó todas, pero no terminó ninguna. Quien fuese objetivo de la serie de Netflix sobre el Tour 2022 no terminaba de carburar y se dirigía al parón clásico antes de retomar hacia Dauphiné y el propio Tour, el objetivo único del año.
Dauphiné no salió como esperaba, muy lejos de las primeras plazas. 30º en la general, no anduvo cerca de los mejores en ninguna de las ocho etapas. Tras el Nacional francés se presentó en la salida de Bilbao con 30 días de competición, más o menos lo habitual en estos casos. No es que David se hundiese en la clasificación como sí hicieron otros favoritos, lo cual al menos salva un tanto la actuación del corredor bretón. Pero no cabe duda de que sus aspiraciones de podio se fueron desvaneciendo conforme pasaban los días. No se encontraba ni siquiera en ese segundo vagón de favoritos que peleó el tercer puesto del cajón.
Su lugar fue poco a poco vislumbrándose en esa segunda mitad del top ten. Noveno finalmente, dejó un mal sabor de boca. Intentó colarse en fugas que le acercasen a puestos más altos, pero no hubo forma. Tuvo más presencia y protagonismo Thibaut Pinot en su presumible último Tour que el teórico líder del equipo. Eso fue lo más decepcionante, que al final Gaudu sucumbió al modelo de ciclista que siempre declaró que quería evitar ser.
Lo extraño es que Groupama FDJ no pidiese al galo participar en la Vuelta a España o tener un calendario más extenso que el Giro de Lombardía, el Tour de Eslovenia y el de Luxemburgo, con tanta carrera que ha tenido lugar en Francia durante el verano. Será momento de ir asimilando el golpe y empezar a pensar en 2024, donde podría debutar en el Giro de Italia. Prueba en la que no ha tomado aún la salida, para regresar en el mes de julio a luchar por hacer un buen Tour.
Fotos: ASO / Ballet / Bove / López
